De la readaptación social y la doble moral en la Dirección de Inspección y Verificación Municipal

   “El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos”, Gertrude Stein.  

El Buho Sabio se encontraba haciendo uso de su habilidad y buena visión nocturna mientras descansaba en la rama de un árbol, el cual justo se encontraba cerca de un antro de moda, en el que desfilaban jovencitas con atuendos que dejaban poco a la imaginación.

Instantes después decidió emprender el vuelo más al centro de la ciudad y creyó que su mirada le estaba jugando una mala pasada, pues paradas en las calles estaban las que parecían ser las mismas jovencitas que había visto un par de kilómetros atrás.

Tuvo que hacer uso de sus habilidades para darse cuenta que sólo los atuendos eran iguales, pero las mujeres eran diferentes, las primeras vestían de ese modo por gusto y al parecer las otras por necesidad.

Siempre he creído que la cultura y la educación son las mejores armas contra muchos de los males que aquejan no sólo a nuestro país sino también a la humanidad.

En la medida en que los jóvenes se acerquen más a los libros, a la pintura, la escultura, al teatro o a cualquiera de las disciplinas de las bellas artes se alejarían de las calles y sus tentaciones porque su conciencia y capacidad de razonamiento sería mayor.

De ahí que es digno de reconocer cualquier esfuerzo que se haga en ese sentido como los programas de Cultura en Todas Partes que busca llevar a las comunidades alejadas eventos y talleres artísticos.

Por eso en días recientes visite con agrado la Muestra Estatal de Taller de Cartonería Día de Muertos denominada Alas y Raíces, la cual la realizaron nada menos que internos del Centro de Diagnóstico para Adolescentes de Baja California, que se encuentra montada en las instalaciones del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC) aquí en nuestra ciudad.

Blanca Álvarez Dorado, Directora de Desarrollo Cultural de esta dependencia fue quien nos mostró esta exposición que es el resultado del trabajo con los jóvenes adolescentes que se encuentran en el Centro de Diagnóstico y han demostrado, además de su gran interés por las artes, su enorme creatividad.

Cada uno de los participantes de este taller realizó una obra de cartonería relacionada con el Día de Muertos, además de una reflexión sobre el tema.

Llama mucho la atención la forma en que algunos de ellos firman sus trabajos, ya que lo hacen de una forma muy peculiar y a su estilo, ese que quizás aprendieron en las calles, pero que ahora está enfocado de un modo diferente.

Álvarez Dorado aseguró que este taller seguirá adelante y que ya se tiene pensado también llevar otro tipo de cursos, como de creación literaria para que los jóvenes paso a paso vayan enfocando su creatividad y sus energías a las artes.

Esperemos realmente que esto siga adelante y que nuestras autoridades estatales valoren este esfuerzo, tanto de talleristas como de organizadores y no suspendan esta actividad que contribuye a la readaptación de quienes están internos en alguno de estos centros de reclusión, pero que están dando muestras de tener cualidades que pueden ser explotadas.

La Directora de Desarrollo Cultural también comentó que en la Penitenciaría de la Mesa se está impartiendo un taller literario a las internas y en breve esperan hacer lo mismo con los internos, por lo que los esfuerzos no se quedan sólo en los jóvenes sino también en los adultos.

En otros temas no tan agradables, en la columna pasada se hizo alusión al Secretario del Ayuntamiento de Rosarito, Fernando Serrano, sobre el tema de las horas extras y bueno quizá en base a eso fue que nos hicieron llegar información de Tijuana, donde la gente del Secretario Bernardo Padilla no canta mal las rancheras.

Se trata de José Antonio Olivas Heredia, Director de Inspección y Verificación Municipal, conocido entre los congaleros como “el Tomate”, quien a decir de sus subordinados, que prefirieron mantenerse en el anonimato, maneja una doble moral, porque mientras en las calles permite horas extras de antros, table dance y bares, dicen por ahí que lo hace por jugosas prebendas de billetes verdes, la verdad no nos consta, aunque por ahí nos prometieron hacernos llegar pruebas al respecto, pero la cuestión es que mientras afuera fomenta el libertinaje en las oficinas es todo lo contrario.

El Tomate enrojece su robusto rostro cuando mira a alguna de sus subordinadas con minifaldas o con vestidos que a su criterio le parecen provocativos, de ahí que le tenga prohibido a las empleadas vestir de esa forma. Que contrastes tiene la vida ¿No les parece?