Palco de Prensa
El coordinador de la fracción parlamentaria priísta, en la Legislatura estatal, René Mendívil, anda en plena precampaña para lograr la candidatura del PRI a la Alcaldía de Tijuana, en el 2016. Esto es un secreto a voces.
Se lo dice a propios y extraños. A todo aquel que esté dispuesto a escucharlo. Considera que ya le toca. Cuentan que en la pasada contienda electoral ya traía la candidatura “en la bolsa”, pero que 24 horas antes de que se hiciera el anuncio, le dijeron que siempre no, que el candidato lo sería el doctor Jorge Astiazarán Orcí.
Se sabe, que eso lo distanció del candidato a la gubernatura, Fernando Castro Trenti, pues no lo apoyó, y que, aunque aparecía como coordinador de su campaña, agraviado, hizo poco para cumplir con su encomienda.
Ahora, al grito de “al que madruga, Dios lo ayuda”, Mendívil se adelantó al calendario electoral, pues aún cuando el 7 de octubre apenas inicia el proceso para los comicios intermedios del 2015, para la elección de diputados federales, y la de alcaldes será hasta el 2016, anda “desatado” haciendo pactos, con propios y extraños, con amigos y con enemigos, para amarrar la candidatura.
Eso, lo llevó a negociar con los panhkistas –o sea la mezcla de hankistas y kikistas- con quienes fue visto durante los primeros días del presente mes en un restaurant, en la Zona Río de Tijuana, y que el columnista ha estado comentando, bajo el título de “El abordaje político”.
Una vez más, se recuerda quienes participaron en dicha reunión.
Por parte de los castrotrentistas, precisamente el diputado René Mendívil Acosta, coordinador de la fracción parlamentaria priísta en la Legislatura estatal y además, identificado como heredero al trono de la dirigencia del castrotrentismo.
Por el hankismo, sus operadores políticos. Mario Madrigal, dirigente del sindicato de trabajadores de los casinos de Hank Rhon y su principal operador político. Carlos Barboza Castillo, ex diputado local y los licenciados Carlos Jiménez Ruíz y Andrés Garza Chávez, consejeros de la Judicatura del Estado.
Por el kikismo, Salvador Morales Riubí, secretario particular del gobernador Francisco Arturo Vega de la Madrid y principal operador político.
Aunque no se supo nada de lo que trataron, luego trascendió que, cual si fuesen facinerosos, hicieron negociaciones para -entre otras cosas- tomar por asalto al Poder Judicial del Estado, a partir de lograr que los consejeros de la Judicatura, ahí presentes, y cuya gestión concluye el próximo 30 de noviembre, continuaran en el cargo durante varios años más. La lógica indica que después de eso, vendría el sometimiento de jueces y magistrados.
Esto se confirmó días después, cuando el diputado del PVEM, Fausto Gallardo, también hankista, presentó una iniciativa de reforma constitucional, para aumentar dos años al período de los consejeros, con posibilidades de ser ratificados para otro período de 6 años, además de que eliminarían trabas para quienes aspiren a ser magistrados del Poder Judicial, como serían cualesquiera de los colaboradores de Hank, aunque carezcan de experiencia judicial.
Hasta ahí, lo del abordaje político al Poder Judicial.
Luego circuló el rumor, de que los kikistas, en estas negociaciones pidieron el apoyo para aprobar, vía “fast track”, la nueva Ley del Issstecali, con la que se pretende amolar a los trabajadores del gobierno, al prolongar el plazo para su jubilación, entre otras cosas.
Faltaba saber qué era lo que pidieron los castrotrentistas en estas negociaciones. Ahora se sabe, que el diputado Mendívil -heredero al trono del castrotrentismo- “pidió mano” para lograr la candidatura priísta a la alcaldía de Tijuana, en los comicios del 2016.
En su desesperación por realizar el sueño de su vida, de gobernar a Tijuana, Mendívil está incurriendo en los mismos errores que Castro Trenti, en su lucha por la gubernatura estatal. Fernando pactó con todo mundo. Incluyendo militantes de diversos partidos políticos. Lo peor fue que, pecó de ingenuo, y negoció con los hankistas, suponiendo que con eso ya tenía asegurado el triunfo electoral.
Tarde se enteró, que los hankistas se aliaron con Kiko Vega, para llevarlo a la gubernatura y provocar la derrota del priísta, ahora embajador de México en Argentina, a tal grado que el panhkismo, recurrió al voto cruzado, para apoyar al panista, y a nivel municipal al priísta Jorge Astiazarán, para que lograra la alcaldía de Tijuana.
Como parte de las negociaciones de Mendívil con el panhkismo, esta semana, junto con los legisladores priístas Miriam Ayón y David Ruvalcaba, participó en un evento de entrega de tarjetas “De la mano contigo”, organizado por Ricardo Magaña Mosqueda, secretario de Desarrollo Social del Estado.
Con su presencia, los castrotrentistas avalaron el programa asistencialista del kikismo, que en este caso particular implica el uso de 150 millones de pesos. Ahora ya no podrán cuestionarlo.
Por si fuese poco, Mendívil dio un paso más. Bastante audaz. Se metió a la “zona Caliente”, los terrenos del ex hipódromo de Tijuana, donde convivió con hankistas, entre ellos Carlos Barboza y los consejeros de la Judicatura, Carlos Jiménez Ruiz y Andrés Garza Chávez. En especial, con Alberto Murguía, compadre y socio del empresario casinero Jorge Hank Rhon.
Nadie sabe si Mendívil obtuvo la autorización de Castro Trenti para reunirse con quienes lo traicionaron y se aliaron con Kiko Vega, provocando su derrota electoral, y que ya antes los habían traicionado, cuando el “voto 17” de Edna Mireya Pérez, que permitió la llegada de Jiménez y Garza a la Judicatura.
Definitivamente, huele a traición.
