Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
El tema del abordaje político, publicado este 15 de septiembre, en Palco de Prensa, o sea, la reunión de castrotrentistas y hankistas, con el secretario particular del gobernador Kiko Vega, presuntamente para tomar por asalto al Poder Judicial de Baja California, y luego repartirse posiciones, cual si fuese un botín, provocó serios disgustos entre abogados litigantes e incluso entre priístas.
Comentaba el columnista, que el abordaje es la maniobra que realizan los piratas en altamar, para tomar por asalto una embarcación. Violentamente la toman por asalto, someten a la tripulación, capturan a quienes se encuentren a bordo y luego se reparten el botín.
Apuntaba esto, para hacer referencia a la reunión que tuvo lugar la semana pasada, en Tijuana, entre varios políticos de distintas corrientes y filiaciones partidistas, cual si fuesen facinerosos. Decía que no fue, obviamente, una reunión de amigos disfrutando un acontecimiento especial o por la simple y regalada gana de convivir con los cuates.
Señalaba, que los ahí presentes, efectivamente, se conocen de tiempo atrás. Pero que nadie puede decir que son amigos. Que de ahí pues, que haya sorprendido a muchos verlos juntos. Que de ahí pues, la deducción de que se trataba de un futuro abordaje. Como los piratas, recalcaba. Vale la pena, insistir en mencionar los nombres de los involucrados.
El diputado René Mendívil Acosta, coordinador de la fracción parlamentaria priísta en la Legislatura estatal y además, identificado como heredero al trono de la dirigencia del castrotrentismo, luego de que su creador y líder, Fernando Castro Trenti, se fue a Argentina, a desempeñar funciones diplomáticas.
Un grupo de hankistas, Mario Madrigal, principal operador político del empresario casinero, Jorge Hank Rhon. Carlos Barboza Castillo, ex diputado local y ex aspirante a la dirigencia estatal priísta; y los licenciados Carlos Jiménez Ruíz y Andrés Garza Chávez, consejeros de la Judicatura del Estado. Todos del Grupo Caliente.
Y un panista, Salvador Morales Riubí, secretario particular del gobernador Francisco Arturo Vega de Lamadrid.
Aclaraba el columnista, que aunque no trascendió lo que trataban, resultaba evidente que el asunto era de negociaciones políticas.
Que no obstante que eran políticos, resultaba algo bastante raro o extraño, ver al supuesto líder del castrotrentismo, con los principales operadores del hankismo y el representante del kikismo. Que, sin duda alguna, no era para nada bueno. Que por eso lo del abordaje.
Luego, el columnista hacía hincapié, en que el viernes, de la semana pasada, se supo que el diputado local, del Partido Verde Ecologista, Fausto Gallardo, presentó una iniciativa de ley, a fin de que los Consejeros de la Judicatura del Estado, el órgano de control administrativo del Poder Judicial del Estado, continúen en el cargo durante dos años más.
Explicaba la trama, que evidenciaba la intención, de permitir a los hankistas, Carlos Jiménez Ruíz y Andrés Garza Chávez, continuar durante dos años más como consejeros de la Judicatura del Estado, cuya gestión concluye en los próximos días.
Así mismo, reveladas, tales intenciones, recordaba el columnista los conflictos que se dieron, el 23 de agosto del 2010, en la sesión extraordinaria, en la que los legisladores necesitaban de 17 votos, para aprobar reforma constitucional, a fin de declarar la inamovilidad de los Magistrados del Poder Judicial. Que, como no completaban los votos, negociaron con los hankistas y lograron que la diputada priísta, Edna Mireya Pérez Corona, levantara su manita, lo que luego se conoció como “el voto traidor”.
A cambio de ese voto, los hankistas lograron que dos de sus elementos, precisamente Carlos Jiménez Ruiz y Andrés Garza Chávez, fueran designados consejeros de la Judicatura, ante el coraje y frustración de los priístas ajenos al hankismo.
Resulta extraño, que a unos días de concluir la gestión de ambos consejeros, castrotrentistas, hankistas y kikistas, negocien, para que dichos hankistas continúen con la chamba, olvidando los agravios de agosto del 2010 y además la traición partidista, cuando los hankistas se aliaron con los panistas, para provocar la derrota electoral de Castro Trenti, en su lucha por la gubernatura estatal. De ahí surgió el panhkismo.
Cuando el castrotrentismo estaba en todo su apogeo, cualquier negociación entre legisladores de los diversos partidos, era negociada por el propio líder de esa corriente política, Fernando Castro Trenti, ahora embajador de México en Argentina.
Sin embargo, el propio Castro Trenti ya se deslindó de la política bajacaliforniana y el diputado priísta, René Mendívil, ha asegurado que él no es el líder del castrotrentismo.
Entonces, surgen diversas interrogantes.
¿Quién facultó o autorizó a Mendívil, para negociar con hankistas y kikistas?
En especial, olvidando o pasando por alto los agravios del voto traidor de la diputada hankista Edna Pérez, en agosto del 2010.
¿Acaso ya restañaron las heridas que provocó al castrotrentismo, la negociación de Jorge Hank con Kiko Vega, que provocó la derrota de Castro Trenti en sus aspiraciones por la gubernatura estatal?
¿Mendívil negocia, por voluntad propia, como si fuese dueño del castrotrentismo e incluso del mismo PRI?
¿Serían instrucciones de Castro Trenti, pasando por alto a los dirigentes priístas estatales, Nancy Sánchez Arredondo o José Lauro Aréstegui? ¿O le vale gorro, lo que éstos opinen?
