Palco de Prensa
Luego del Segundo Informe Presidencial de Enrique Peña Nieto, que obviamente no convenció a muchos mexicanos, aunque hay quienes presumen el que haya logrado sacar las reformas estructurales, que supuestamente permitirán despegar a la economía mexicana, en los próximos años, sigue ahora el Primer Informe del gobernador Francisco Vega de Lamadrid –le gusta que le llamen Kiko- y el de los alcaldes de los cinco ayuntamientos de la entidad.
El día 1 de noviembre del 2013, Kiko asumió la gubernatura, relevando en el cargo al también panista José Guadalupe Osuna Millán. A 10 meses de distancia, no se observa avance alguno. Por el contrario, la economía regional va a la baja, al igual que la competitividad y nuevas inversiones optan por irse a otras entidades del país.
Los escándalos, en la administración kikista, se han venido suscitando uno tras otro.
Destaca uno en particular, que trascendió durante la primera semana del pasado mes de abril. Desde Baja California Sur, surgió la noticia de que el gobernador de Baja California, invertiría 703 millones de pesos, para crear un desarrollo turístico en Los Cabos.
El Anhelo Resort, S.A. de C.V., es el nombre de la empresa de la que Kiko es socio, que absurdamente invirtió sus recursos personales en una entidad distinta a la que gobierna.
Tal vez, en su Primer Informe de Gobierno, Kiko dé a conocer a los bajacalifornianos, el avance de su proyecto en tierras sudcalifornianas. En especial, que diga el por qué prefirió invertir en otra entidad y no en Baja California.
Ese mismo mes de abril, otro escándalo cimbró al gobierno kikista. La noticia sobre la orden de aprehensión, que un juez federal giró en contra de Guillermo Trejo Dozal, secretario general de Gobierno y varios funcionarios de la administración estatal.
Durante varios días, Kiko trató de minimizar el asunto, hasta que se convenció de que “el segundo de abordo” de su administración, era un fugitivo de la ley y no lo podía seguir encubriendo.
Otro más, el anuncio de que Hyundai desistió en sus propósitos de invertir en Baja California y prefirió irse a Nuevo León.
Mientras Kiko y una comitiva especial, andaban de viaje en Europa, dizque promoviendo inversiones para esta entidad, se anunciaba en julio, que la empresa Hyundai -que pretendía instalarse en este Estado-, finalmente optó por irse a Nuevo León, con una inversión de mil 500 millones de dólares.
Tal vez ahora, Kiko informe por qué no pudo retener el proyecto de Hyundai, que hubiese permitido la creación de un gran número de empleos, que tanta falta hacen en Baja California.
A propósito de ese viaje, para los bajacalifornianos no han pasado desapercibidos los constantes viajes del gobernador, tanto al interior de la República Mexicana, como al exterior. En especial, a Baja California Sur, a un lugar denominado Los Barriles, a donde se escapa en plan de descanso, frecuentemente.
Surge “Kikolandia”, la tierra fantasiosa a la que constantemente hacen referencia los kikistas. Un lugar, en donde sus habitantes son sumamente felices, pues tienen resueltas hasta las más elementales de sus necesidades. En donde ningún niño o joven queda sin espacio escolar, incluso en el nivel superior.
Sin embargo, las cifras oficiales echan por tierra los discursos de los kikistas. Se redujo sensiblemente la inversión extranjera, decreció la competitividad de la entidad, persiste el desempleo, y las condiciones de hambre de los bajacalifornianos van en aumento.
Mientras los panistas pregonaban un posible debate con los priístas, respecto de los efectos negativos de la homologación del IVA en Baja California, optaron por guardar silencio cuando empezaron a surgir datos contundentes que indicaban que la administración de Kiko Vega ha sido un rotundo fracaso.
Sobre la marcha, se puso de relieve que la economía de la entidad está prácticamente estancada. Que no se realiza obra alguna. Los kikistas argumentaron que el Gobierno Federal no les entrega los recursos. Los priístas señalan que no les dan los recursos, pues no han presentado los correspondientes proyectos ejecutivos. Que no saben gestionarlos.
Como si los escándalos no hubiesen sido suficientes, trascienden dos casos de adquisiciones irregulares, el de las placas y el de las licencias. En ambos, hechas las licitaciones, fueron canceladas argumentando falta de recursos, para inmediatamente después otorgarlas a empresas sin experiencia y con costos exageradamente altos.
En el informe de Kiko, debe haber un espacio especial para aclarar y precisar, cómo es que se atrevieron a realizar tales operaciones, sumamente sospechosas.
Otro tema trascendente, respecto del cual Kiko debe informar a los bajacalifornianos, es la razón por la cual -según informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público- el gobierno a su cargo, en tan solo tres meses, incrementó la deuda pública en mil 239 millones de pesos.
Además de eso, en estos primeros 10 meses de la administración de Kiko Vega, se ha puesto de manifiesto que existe un desastre financiero. En días pasados, los profesores suspendieron actividades, apenas en el inicio del ciclo escolar, porque el gobierno estatal les adeuda más de 500 millones de pesos.
Además, los espacios escolares son marcadamente insuficientes. Tan solo de nivel medio superior, o sea de escuelas preparatorias, casi 8 mil jóvenes no encontraron lugar para seguir estudiando. Y lo mismo pasa en los demás niveles.
Definitivamente, son muchas las cosas que Kiko debe informar, en su Primer Informe. En especial, deberá reconocer que el carisma no basta. Que “Kikolandia”, no existe.
