Palco de Prensa

 

Ayer, los legisladores locales pudieron constatar que el gobernador Francisco Vega de Lamadrid –le gusta que le digan “Kiko”- además de “carismático”, es candil de la calle y oscuridad de la casa. Por si fuese poco, gastalón.

 

Dicho en términos coloquiales, mientras que en Baja California “se le quema el cantón”, se la pasa viajando dizque para atraer inversiones, derrochando recursos que tanto se necesitan para construir aulas, mejorar vialidades y dotar de infraestructura a la entidad, que tanta falta hace para hacerla atractiva a los inversionistas extranjeros, los que están aquí –el caso de la empresa Hyundai, que su ampliación se la llevó a Nuevo León- no se quedan, precisamente porque no se tiene lo que necesitan.

 

La cuestión es que –al fin y al cabo lo que nos sobra es dinero- Kiko Vega solicitó a la Legislatura Estatal una ampliación del presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado, por la cantidad de 13 millones 456 mil 469 pesos.

 

Si preguntan ¿para qué quiere Kiko ese dinero? Tal vez les sirva de respuesta la información contenida en un comunicado del diputado perredista Roberto Dávalos, quien -de entrada- señaló que “Cuando Baja California pasa por una severa crisis económica, el Ejecutivo Estatal prioriza el derroche de recursos en el extranjero, como pagar a las revistas inglesas “Oxford Bussines Grup” y “Bussines Conexión”, por la cantidad de 2 millones 500 pesos, con el supuesto de promover la inversión en el Estado”.

 

Bueno, podría decirse que no hay para qué sorprenderse, pues dentro del paquete de publicidad del 2013, el gobierno estatal pagó 22 millones de pesos a una empresa filial de Televisa, según consulta del periodista Gerardo Fragoso a la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, lo que trascendió apenas a mediados de julio  pasado, y nadie dijo nada.

 

Pero el diputado perredista, sí “tiró el grito en el cielo” al conocer la solicitud de ampliación presupuestal presentada ayer por Kiko Vega a la Legislatura Estatal, por más de 13 millones de pesos, para cubrir -entre otras cosas- publicaciones en los idiomas ruso, alemán, inglés, japonés, chino, francés, italiano y portugués, por la cantidad de 162 mil 400 pesos, cada una.

 

Dávalos Flores se abstuvo de votar en relación a dicha solicitud, pues manifestó que “si bien es necesaria la inversión nacional y extranjera en Baja California, esta ampliación no se justifica, porque no vienen trazadas metas y proyectos tangibles”. O sea, en pocas palabras, es el gastar por gastar, en base a lo cual puede advertirse que Kiko, además de “carismático”, es frívolo y gastalón.

 

El legislador comentó que “hay prioridades más importantes en la entidad, como el caso de miles de estudiantes rechazados en la universidad pública, preescolar, secundaria y escuelas preparatorias, que no tienen un espacio para estudiar, por la falta de aulas y con estos recursos se podrían crear planteles escolares de todos los niveles”. 

 

Evidentemente, el gobernador panista es “candil de la calle, oscuridad de su casa”. En el extranjero derrocha recursos, cuando que en Baja California el gobierno estatal no atiende las necesidades más elementales, como la falta de espacios educativos, o la falta de infraestructura necesaria para el desarrollo económico de la entidad.

 

La ampliación presupuestal solicitada -según el perredista- cubrirá los gastos realizados recientemente por Kiko Vega al viajar a Los Ángeles, California; Londres, Inglaterra; Taipei, Taiwán; Monterrey, Guadalajara y Distrito Federal por un monto de 1 millón 292 mil pesos, acompañado por funcionarios de primer nivel, incluyendo hospedajes en hoteles de lujo, vuelos de primera clase y viáticos onerosos.

 

Aclaró que no es negativo, por cuanto a su abstención en torno a esta solicitud de ampliación presupuestal, pero señaló que: “desde la llegada del Ejecutivo Estatal, emprendió sendos viajes al extranjero y hasta la fecha no ha llegado ninguna inversión, sino al contrario, los mismos diarios dicen que las compañías se están marchando de Baja California a otros estados del país y a otras partes del mundo”.

 

Al respecto, cabe observar que a fines de julio pasado, se supo que la empresa armadora de automóviles Hyundai, que se pretendía instalar en Tijuana, con una inversión de 500 millones de dólares, cambió su destino a Nuevo León. El gobierno bajacaliforniano no pudo convencer a los inversionistas surcoreanos, que se quedaran aquí. Pero Kiko Vega andaba en Europa, tratando de atraer inversiones, que son una mera posibilidad.

 

Volviendo a la ampliación presupuestal, incluyen promociones de Baja California en Monterrey y Jalisco con un costo de 300 mil pesos cada una, y otra en el Distrito Federal con un costo de 72 mil pesos, por parte de la Secretaría de Economía estatal, con la participación de secretarios, subsecretarios, directores, promotores y asistentes del gobierno de esta entidad.

 

Dávalos hizo un llamado a que estos recursos no se vayan por la borda, e incluso manifestó que en otras entidades mexicanas han apoyado sus promociones en el extranjero en las representaciones consulares mexicanas, a fin de ahorrar dinero.

 

El proyecto de Kiko Vega, denominado “Invest in Baja”, en el que se realizarán tan onerosos gastos, pretende atraer 200 millones de dólares, pero no logró retener a Hyundai, que habría de invertir unos 500 millones de dólares.

 

No es malo promover a Baja California en el exterior, pero de poco sirve el gasto, si la entidad  no cuenta con la infraestructura necesaria, para recibir a los inversionistas extranjeros.

 

Peor aún, los empresarios bajacalifornianos han dicho que se están “ahogando” y el gobierno de Kiko Vega no les lanza un “salvavidas”, para rescatarlos. Como tampoco ha tenido la capacidad y voluntad política, para atender y resolver la problemática de los ciudadanos en general, donde el desempleo y la hambruna, cada día se agudizan. 

 

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