Palco de Prensa
La aparente armonía y dicha, que reinó entre los panistas, con motivo de la celebración del 25 aniversario de haber arribado al poder en Baja California, no durará mucho tiempo. Dentro de muy poco, andarán como “perros y gatos”. Irónicamente, precisamente por las 8 diputaciones federales que estarán en juego, en los comicios del 2015, en Baja California. Por tan jugosos “huesos”, cualquiera entra a la rebatinga.
Bueno, la verdad, como dicen comúnmente, esto pasa, hasta en las mejores familias. Con mayor razón en los partidos políticos. La codicia, está muy por encima de los principios e ideologías partidistas.
Cuando en una familia, están vivos el padre o la madre, o ambos, todo es felicidad. Ni siquiera imaginar el que algún día, pueda haber algún malentendido entre los hermanos. Para nada. Sin embargo, apenas fallecen, y se desata una batalla campal o rebatinga, entre quienes consideran tener mejor derechos a heredar y adjudicarse, los bienes de la familia. No importa que sea poco. Este tipo de pleitos, son a muerte.
Algo casi similar, ocurre también con los casados. Cuando recién contraen matrimonio, ambos comen en un mismo plato. Es común escuchar expresiones tales como : “lo tuyo, es mío, y lo mío, es tuyo”.
Pero los vieran, cuando llega el proceso del divorcio. Ninguno quiere ceder. En especial el hombre, no quisiera dejar, ni migajas, a quien fuese, supuestamente, el amor de su vida. Es más, ni siquiera a los hijos de ambos.
Pues algo más o menos así, pasará entre los panistas, dentro de muy poco. No habrá divorcios, ni fallecerá alguien en especial, de quien pudiesen reclamar herencia alguna. No, nada de eso. Se iniciará el proceso electoral hacia los comicios del 2015, para elegir diputados federales.
Todo indica, que los panistas tendrán ventaja. Como ocurría durante mucho tiempo con los priístas. Bastará que sean postulados por el Partido Acción Nacional y, aunque carezcan de méritos, casi es seguro que ya tienen en la bolsa la diputación federal. A la mejor con una pobre votación, pero no importa. Lo importante será llegar a la llamada cámara baja y percibir un excelente sueldo, más indirectos, con un mínimo de esfuerzos.
A un lado, eso de que los legisladores federales, sean de los políticos más desprestigiados. Eso, ni les preocupa. Total, durante poco tiempo, tocarán puertas y pondrán su “carota”, aparentando ser buenas gentes, para que voten por ellos, si al fin de al cabo, como ocurre siempre, ya no tendrán que regresar, cuando ocupen la curul.
Además, las diputaciones federales, sirven de “trampolín”, para nuevas posiciones políticas. Al participar en negociaciones de índole nacional, pues tienen oportunidad de reclamar prebendas y beneficios especiales. En este caso, con el panista que contienda para la Presidencia de la República en el 2018.
En los comicios del 2012, los priístas “se sacaron la lotería”. De ocho diputaciones federales, ganaron 7. No por la personalidad o experiencia de los entonces candidatos, sino por el fenómeno Peña Nieto, que generó grandes expectativas a nivel nacional.
Se dieron casos como el de Elia Cabañas, que siendo una completa desconocida, de pronto tenía dos posiciones políticas en las manos. Era suplente del líder calafiero, Gregorio Barreto, en una diputación local, y la metieron de relleno, para completar la cuota de género, como candidata a diputada federal, y que gana.
Otros seis priístas, lograron ser postulados como candidatos a diputados federales, por negociaciones del líder del castrotrentismo, Fernando Castro Trenti, para abonar a su candidatura por la gubernatura estatal, pero ninguno de ellos tenía la mínima posibilidad.
Jaime Chris López Alvarado, María Fernanda Schroeder Verdugo, Benjamín Castillo Valdez, Mayra Robles Aguirre. Juntos, no hacían uno solo. Si acaso se salvaba un tanto, Gilberto Hirata Chico, pero dejó la curul para lanzarse por la alcaldía de Ensenada, y María Elvia Amaya de Hank, quien lamentablemente falleció, sin siquiera rendir protesta como legisladora, posición que ahora ocupa su suplente, María del Carmen López Segura.
Hay un octavo legislador priísta por Baja California, Adán David Ruiz Gutiérrez, un completo desconocido en la entidad, pero habiendo sido secretario particular de Carlos Salinas de Gortari, lo incrustraron como suplente de Fernando Castro Trenti. Sin esfuerzo alguno, se sentó en la curul que este dejó vacía cuando contendió por la gubernatura y que no le permitieron recuperar, pues lo enviaron a la embajada de México en Argentina.
En los comicios del 2015, ya no habrá fenómeno Peña Nieto. Bueno, ni aunque así fuese, los bonos del ahora Presidente de la República, andan tan bajos, que no sería garantía de triunfo electoral. Es más, irónicamente, si en el 2012, los candidatos priístas a diputados federales, ganaron gracias al fenómeno Peña Nieto, en el 2015, seguramente perderán los comicios, por el aspecto negativo de dicho fenómeno.
Por lo tanto, los panistas, ya se lamen los bigotes, pues dan por un hecho que ya tienen en la bolsa, las 8 diputaciones federales por Baja California. Todas, para ellos solitos. Cual si fuese una herencia, todos los panistas entrarán a la rebatinga, para alcanzar alguna de esas posiciones.
Cabe observar que esto no será tan sencillo. En estos momentos, el panismo está dividido en tres grandes grupos o corrientes. Los kikistas, actualmente en el poder. Los osunamillanistas, que acaban de dejar la gubernatura y los osunajaimistas, que tienen años en la banca.
Hay grupos más pequeños, u operadores políticos, como lo son Jesús González Reyes y Jorge Ramos Hernández, que trabajan para quienes les hagan mejores propuestas. Dentro de poco, muy poco, empieza la rebatinga entre los panistas. Pasa, hasta en las mejores familias.
