Bitácora de Viaje
Por: Mtra. Norma Y. Cortés J
Para realizar Senderismo Interpretativo con el grupo de estudiantes de Gestión Turística, nos dirigimos al Centro Ecoturístico Siñau Kuatay (Bellota Gigante), en San Antonio Nécua, municipio de Ensenada.
La comunidad Kumiai de San Antonio Necua, forma parte de los grupos indígenas originarios de Baja California.
Para llegar al centro ecoturístico Siñau Kuatay (Bellota Gigante) a 53 kilómetros de Ensenada, tomamos la carretera federal #3 y seguimos por el camino de terracería de L.A. Cetto hasta llegar a una bifurcación. El camino de la derecha (sur) nos llevó al poblado que buscábamos.
Fuimos recibidos por Lety una de las socias de este proyecto, quien nos saludó en lengua Kumia: ¨Auka¨, nos dijo y nos comentó las reglas del lugar y las actividades que disfrutaríamos ese día.
La primera etapa del recorrido fue en el foro al aire libre, donde el jefe Kumiai, Agustín Domínguez, nos dio la bendición a cada uno mientras nos rociaron con el humo de la salvia, planta que utilizan para tal caso. Ahí conocimos a todos lo que serían nuestros anfitriones.
Ángel, nuestro guía del recorrido de senderismo interpretativo nos condujo hacia el campo, no sin antes informarnos que al final nos haría un examen, tanto oral como escrito. Ahí comenzó la descripción de las diferentes plantas que utilizan para curar los males que les aquejan. Además, comentó que la decisión de crear este centro ecoturístico, fue como consecuencia del escaso trabajo y del interés de cuidar sus recursos naturales y culturales, ya que el optar por un balneario limitaba la asistencia de los visitantes y ponía en riesgo la naturaleza.
Para llegar al área de los morteros, tuvimos que pasar por una zona restringida, caminamos unos metros antes de encontrarlos y participar en el molido de la bellota, el ingrediente principal para cocinar atole y uno de sus principales alimentos, trabajo que realizan las mujeres del grupo y que requiere de mucho esfuerzo para obtener una pequeña cantidad del mismo.
Metros más adelante nos detuvimos en una pequeña loma para ver el cementerio, ahí no se nos permitió tomar fotos, es un sitio sagrado. Una costumbre con relación a la muerte es la de olvidar cualquier diferencia o conflicto que exista entre los vivos y los parientes del difunto: con la muerte de éste acaban las diferencias, no importa la magnitud del agravio.
Ya de regreso al centro, nos recibieron en el comedor. Con tanto calor, la porción de atole de pinole fue muy refrescante, además degustamos atole de bellota, tortilla de trigo y frijoles solos y con maíz, acompañado de salsas picantes.
Aunque las manualidades no son el fuerte de todos, la siguiente actividad, que duró una hora, fue la elaboración de un collar con pino, La instructora nos dio el material y fue asesorando paso a paso al grupo en la confección de esta artesanía que no fue fácil para todos.
El museo Kumiai es otro de los puntos interesantes de esta visita. Asesorados por el INAH, el grupo muestra en este lugar desde las pinturas rupestres que hay en el Valle, los implementos de caza, vestuario de fiesta, fotografías de personajes de la comunidad, instrumentos de labranza, hasta la herbolaria y artesanía.
Antes de despedirnos, nos sentamos bajo un gran encino a escuchar cantos en Kumiai, interpretados nuevamente por el jefe quien fue acompañado en su danza por niñas ataviadas con vestuario Kumiai y seguidas, en su momento por el grupo de estudiantes.
El centro ecoturístico cuenta con una variada tienda de artesanías y ofrece a sus visitantes: área para acampar, asaderos, juegos infantiles y actividades de caminata, senderismo interpretativo, observación de fauna, ciclismo, paseos a caballo y servicio de guías.
La autora es catedrática de la carrera de Gestión Turística en la U.A.B.C. y asesora de empresas turísticas.
Norma Yolanda Cortes
