Columnista de la SillaRota: ROBERTO MORRIS
El porcentaje del voto presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) en Julio del 2012 fue el más bajo desde que existe el Instituto Federal Electoral (IFE). Josefina Vázquez Mota logró capturar un 25.91% del voto, mientras que en 1997, bajo condiciones mucho menos favorables Diego Fernández de Cevallos logró el 25.92%. En cuanto al voto legislativo la historia no es muy diferente, el PAN logró en el 2012 un 25.91% del voto para Diputados de Mayoría Relativa, cifra muy parecida al 24.98% logrado en 1994, también bajo condiciones mucho menos favorables que las del año pasado.
Como si este desfalco electoral no fuera suficiente, actualmente el partido , que llego dividido al 2012, parece no haber aprendido una lección ya que la pugna que el partido vive en la elección interna para su dirigente nacional está al rojo vivo. El ala Calderonista, liderada por Ernesto Cordero, ex Secretario de Hacienda y otrora “delfín” para la candidatura presidencial junto con los senadores Javier Lozano y Roberto Gil no pierden oportunidad para ensuciar y buscar dejar en ridículo al actual Presidente con licencia, Gustavo Madero. Sus técnicas “bully” se asemejan más a aquellas utilizadas por pubertos mirreyes en la cancha de fútbol que por políticos de altura.
Gustavo Madero tampoco es un santo. Aunque a grandes rasgos su estrategia es más propositiva e institucional, tanto él como sus allegados han realizado declaraciones que raspan a los Calderonistas. El más reciente fue el comentario del senador y líder de la bancada PANista en el Senado Jorge Luis Preciado acerca del traspie del Presidente Calderón en dar a Nazario Moreno, mejor conocido como El Chayo, por muerto. Aunado a esto, está el caso pendiente de Oceanografía, que amenaza con manchar al PANismo de manera general, pero ni esto ha logrado un poco de unidad, ya que ambos bandos buscan que el grueso de la culpa caiga en su oponente. Tampoco hay que olvidarse de que la famosa depuración del padrón que realizó Gustavo Madero logró que el PAN perdiera 4 de cada 5 militantes dejándolo con escasos 368 mil 253 miembros vs los más de 1 millón que algún vez tuvo
La teoría del juego indica que las personas sólo cooperarán cuando este en su interés personal hacerlo. De acuerdo a esto (y tomando como modelo el famoso dilema del prisionero) es altamente probable que tanto Gustavo Madero como Ernesto Cordero continuarán sus estrategias de ataque hasta el día de las elecciones y, aunque ciertamente habrá un ganador, el PAN como institución quedará muy devaluada y muy débil frente a las elecciones del 2015.
Actualmente el PAN está viviendo el mismo dilema que vivió el PRI cara a las elecciones del 2006. A falta de un gran “tlatoani” (Presidente de la República) que pusiera orden en su partido, y a falta de liderazgos reales y populares entre sus filas, sus propios miembros se estan canibalizando con tal de quedarse con sus propias migajas.Curioso como la democracia interna del PAN, que alguna vez fue su más grande virtud, ahora parece ser su más grande vicio.
@RobertoMorris