Palco de Prensa
Tratando de rescatar la maltrecha imagen del PRI, luego de la aprobación, por consigna, de la propuesta hacendaria del Presidente Enrique Peña Nieto, que implicará que, a partir del 1 de enero del 2014, los fronterizos, entre ellos los bajacalifornianos, paguen el 16% de IVA, en lugar del 11% que pagan actualmente, los priístas están tratando de remendar la situación.
Bueno, la intención también es rescatar a los senadores y diputados federales priístas, que junto con los perredistas, votaron en bola y sin rubor alguno, para aprobar esa y otras medidas de carácter fiscal, que lesionarán seriamente la economía de las comunidades fronterizas, antes de que
“quemen en leña verde” y en alguna plaza pública a más de uno de esos “flamantes legisladores”.
Una de estas medidas, es la propuesta del sonorense Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la fracción parlamentaria priísta en la Cámara de Diputados Federales, consistente en crear un fondo de compensación, por 5 mil millones de pesos, destinado a las entidades fronterizas, etiquetados para obras de desarrollo.
Básicamente, los recursos serían destinados para Quintana Roo, Baja California y Baja California Sur, con lo que, supuestamente, se pretende compensar los efectos de la homologación del IVA. Sobre este tema, el dirigente estatal panista, José Luis Ovando Patrón, dijo que esto es una “payasada”. Lo plantea un priísta, resulta obvia la descalificación panista.
La verdad de las cosas es que Beltrones, aunque haya estado muchas veces en Baja california, no conoce la realidad socioeconómica de esta entidad. Y en ningún momento se preocupó o interesó por conocerla. Quizás lo hubiera hecho, si el Presidente Peña Nieto fuese panista y el priísmo deseara, por interés partidista, descalificarlo.
El caso es que los Senadores y Diputados Federales priístas, junto con los perredistas, simplemente recurrieron a la fórmula del mayoriteo, sin importarles las consecuencias negativas para los bajacalifornianos y para los residentes del resto de la franja fronteriza. Así es que ahora que no salga que se preocupa por compensar los daños causados.
Compensar es anular o igualar los efectos de una cosa, con la acción contraria. Compensar es disminuir un daño o perjuicios irreparables. La indemnización entregada, por el causante de heridas o muerte, al herido o herederos de la víctima. La retribución, acción o efecto de compensar. Aunque hay que recordar el dicho aquel que advierte : palo dado, ni Dios lo quita.
¿Se podrán compensar los daños ocasionados por la homologación del IVA? ¿Con un determinado monto de dinero, se sanarán las heridas o pérdidas causadas? Por ejemplo…¿Se volverán a abrir las empresas que cierren? o ¿se aliviará la economía de miles de familias que viven en pobreza extrema? No es tan simple, como cree el señor Beltrones.
Podrán hacerse obras, tales como vialidades, puentes, escuelas, edificios públicos, pero eso no compensará los efectos negativos de la homologación del IVA. Aunque los centralistas lo nieguen y se resistan a reconocerlo, el incrementar el IVA del 11% al 16%, va a generar un proceso inflacionario de consecuencias inimaginables.
Los bajacalifornianos, tienen el “privilegio”, según los centralistas, de colindar con California, uno de los estados más ricos de la Unión Americana. Si es cierto, pero esa cercanía, genera un alto costo de vida. Dos mundos con economías totalmente distintas.
Allá, el salario mínimo es de aproximadamente 7.50 dólares por hora, algo así como 94.50 pesos, por hora. Al sur de la frontera, en Baja California, el salario mínimo es de apenas 64.76 pesos diarios, o sea 5.13 dólares, por 8 horas de trabajo. A razón de 8 pesos la hora o 64 centavos de dólar.
Disculpando las fallas aritméticas, que no es el punto a discutir, pero con los salarios mínimos, vigentes en California, un obrero vive mejor que muchos profesionistas en Baja California. Con los salarios mínimos en territorio mexicano, un trabajador se muere de hambre. Al grado de que es necesario contar con dos o tres empleos, para subsistir, o que dos o más miembros de cada familia laboren, para que aporten al gasto diario.
Aunque, obviamente, resulta ocioso, pues el señor Beltrones no gana salario mínimo, ni se preocupa por saber si al día siguiente él y su familia tendrán recursos para comer, para vestir, para que sus hijos cubran las altas cuotas de colegios privados o la renta de una vivienda. La política le ha dado para eso y muchísimo más.
Lo que tampoco sabe, el señor Beltrones, es que ésta marcada diferencia de economías, deja en severa desventaja a los mexicanos, que tienen qué consumir o utilizar, lavadoras, autos y utensilios esenciales para la vida diaria, usados, de desecho. No porque no les guste adquirirlos nuevos, sino porque su capacidad económica no les alcanza para ello.
Los bajacalifornianos, no requieren limosnas de los centralistas. Porque ese fondo de compensación, sería simplemente eso, una limosna. Que les permitan administrar y aplicar aquí los impuestos que aquí se generan. Con eso basta. Que no inventen.
Que ni crea el señor Beltrones, que los bajacalifornianos olvidarán la ofensa de los centralistas, en especial priístas y perredista, con lo de la homologación del IVA. Se oficialice o no, el supuesto fondo de compensación, no impedirá que les llamen traidores. Aunque, pensándolo bien, podría compensar en algo a los bajacalifornianos. Que se lleve a los 7 diputados federales priístas, incluyendo al Senador petista Marco Antonio Blásquez, y que regrese 3 o 4, pero que sí sirvan, que sí representen los intereses de los ciudadanos y no los de su partido.
