Por: Juan Manuel Salazar Pimentel
Lo que nunca se debe hacer es dejar de luchar. A nadie se le puede pedir que renuncie a su propia defensa.
Por eso hay que luchar hasta agotar el último aliento, contra las medidas de la reforma fiscal, entre ellas, la del aumento al IVA en la frontera, pero también contra aquellas que afectan a la promoción del deporte y de la cultura, y, asimismo, contra las que reprenden al contribuyente, comprometiendo su libertad personal, en vez de ofrecerle vías que faciliten el cumplimiento de los deberes contributivos.
La civilizada pero enérgica expresión pública de rechazo a esas medidas, la promoción del amparo colectivo, y todas cuantas más acciones se pueda llevar adelante, deben ser apoyadas por todos los ciudadanos.
De este episodio, sin embargo, hay una lección para aprender, y para aprenderla muy bien.
Nada de lo que ocurre a raíz de ésta, que se presenta como una de las llamadas “reformas estructurales”, podría tomar a nadie por sorpresa.
Nunca se debe esperar a que el debate sobre una propuesta de reforma de la ley se inicie en el Congreso, frente al cual todo gobernado es sólo espectador y destinatariofinal indefenso.
Es en las campañas electorales donde se da el gran debate en el que deben participartodos los ciudadanos, haciendo valer su poder de decisión, de modo conscientemente y razonado.
Como siempre, también en la campaña del 2012, cada partido propuso su plataforma electoral.
En la suya, el PRI se quejó de la baja recaudación y de la deficiente administración de los recursos; se pronunció por la eliminación de privilegios, y anotó las líneas generales de su política fiscal para aumentar la recaudación, se obligó a informar el destino de las contribuciones para asegurar la aprobación de sus reformas.
Por su parte, el PAN propuso mantener el equilibrio en las finanzas nacionales y aumentar los ingresos,pero conforme a una política tributaria basada en una “recaudación competitiva”, ejerciendo cabalmente las potestades recaudatorias para atender de mejor manera la dotación de servicios públicos.
El PRD, también registró su propuesta, y al leerla se puede entender el motivo por el que se unió al PRI para aprobar la reforma hacendaria actual.
Al elegir a los gobernantes, los electores deben tener plena conciencia de lo que los candidatos y su partido propongan en su plataforma.
La fracción de ciudadanos que vote por los candidatos que resulten derrotados, debe conocer también la plataforma política del partido vencedor, y la de los demás participantes en la contienda.
Vencedores y vencidos tendrán conocimiento de las bases sobre las que el partido triunfante diseñará su programa de gobierno.
Al votar para elegir a los individuos, también se vota para decidir el propio destino del elector como integrante de una comunidad, sea municipal, estatal o nacional.
Así que, en las campañas se debe apreciar, no sólo las particularidades de los candidatos, sino las propuestas de los partidos que a ellos los avalan.
Sin que jamás se le hubiera pedido, la presidencia de la República envía a los correos electrónicos de los mexicanos usuarios de Internet, los informes del Presidente, sus mensajes de agradecimiento y hasta los de su despedida.
Con motivo del Bicentenario de la Independencia, el gobierno federal envió a los domicilios de todos los mexicanos, un ejemplar de la Bandera Nacional, y un compendio de esa parte de la Historia Patria.
El IFE tiene en sus archivos los domicilios de absolutamente todos los electores registrados en el padrón.
Si la Presidencia de la República tiene acceso a la base de datos de correo electrónico de todos los usuarios de Internet en el país, entonces el IFE también debe tener esa posibilidad de acceso,para el fin loable de compartir con los electores, por múltiples veces, los enlaces de su portal en los que sube a la Red las plataformas de los partidos políticos contendientes en cada elección.
Estos son mecanismos que debieran estar en la ley, para provecho de los mexicanos, y para el mejoramiento de la democracia.
