Columnista de La Silla Rota MARVIN MITCHELL VALLEJO PULIDO

 

Quienes tienen miedo han callado ante la imposición de Christopher James Barousse como dirigente del Frente Juvenil Revolucionario;  ante la imposición de Ana Lilia Herrera al frente del Movimiento Territorial; ante la imposición de Roque Villanueva dirigiendo la Unidad Revolucionaria; y recientemente ante la cínica imposición de Sergio Martinez Chavarría en el Movimiento PRI.MX. ¿Cómo puede un partido inculcar la democracia en México cuando sus prácticas de democracia interna simplemente no existen? 

 

Ojalá en el PRI copiaran, ya de perdida, los procesos de selección de dirigentes en Acción Juvenil en el PAN, donde los jóvenes se organizan y hacen campañas políticas hasta para elegir a sus Secretarios Juveniles delegacionales. Mis respetos para ellos, la democracia debe nacer desde el interior de nuestras instituciones y de ahí replicar esas buenas practicas hacia el exterior.

 

Yo no me callo y tampoco tengo miedo. No tengo miedo en decir lo que pienso y en lo que creo, las cosas que no me parecen, en lo decepcionado que me encuentro de mi partido, de su dirigencia y de muchos que han preferido vivir en la contradicción eterna del PRI, ser revolucionario e institucional a la vez.

 

Nuestro Presidente de la República se ha encargado de mencionar en muchos de sus discursos que las grandes transformaciones generan resistencias. Lo creo y  le reconozco a Peña Nieto las ganas de mover a México, de estar dispuesto a pagar precios y de jugársela sin importarle el qué dirán, de priorizar el diálogo y los acuerdos entre todas las fuerzas, bien por ello, sin embargo, yo no veo esa misma transformación en el PRI, muy por el contrario, hoy veo autoritarismo, nepotismo, favoritismo y compadrazgo. Hoy veo que los jóvenes que nos afiliamos en tiempos difíciles, que nos la jugamos por el partido cuando todos huían, que nos pusimos la camiseta, estamos siendo relegados por aquellos que regresan y que en tiempos de vacas flacas fueron los mismos que le dieron la espalda al partido. Hoy veo que quienes ostentan dirigencias nacionales llegan por dedazo.  Hoy veo un PRI que cierra las puertas, que limita a las juventudes, que las utiliza. Hoy veo gatopardistas de corbata roja, veo formación pragmática en los nuevos cuadros y veo un profundo miedo a la ideología.

 

Y justo ahí es cuando veo una gran área de oportunidad, una bocanada de aire para quienes creemos y queremos un nuevo PRI. El viejo PRI le tiene miedo a la ideología, la han perdido, le tienen miedo a los jóvenes que no callamos,  a quienes cuestionan los dogmas, a su propio Presidente. Aun cuando muchos de ellos presumen su rebeldía en sus años de juventud, hoy prefieren defender el status quo y censurar. “Hay que ser rebelde, pero no tanto”, me decía un Secretario del CEN del PRI hace algunos días.

 

Sin embargo, no todo está jodido.  Desde hace unas semanas, ha habido jóvenes que no se han callado,  celebro que así sea. El dirigente nacional de la Juventud Popular, Pepe Méndez, es uno de ellos y mis reconocimiento a su accionar, ha dicho que si Luis Donaldo Colosio viviera, se arrepentiría de lo que hoy sucede con su partido, así que él, junto a su equipo, le han tapado los ojos a todas las estatuas de Colosio en el país, la de reforma y la de Lomas Taurinas han sido algunas de ellas. ¡Bravo!

 

Hoy quiero decirles que la juventud no se mide en años, sino en actitud, así que hago una invitación pública a todos los priístas del país que quieran sumarse a crear la Corriente Democratizadora al interior del partido, a ser parte de ésta, a no callarse, a dejar de repetir una y otra vez que en el PRI el éxito se obtiene cuando aprendes a “tragar mierda y sonreír después de probarla”.  Ya basta.

 

Señor Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; Jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño; priístas miembros del gabinete; Secretario Jorge Carlos Ramìrez Marín; Presidente del PRI, Cesar Camacho;  Secretaria General, Ivonne Ortega; Secretario de Organización, José Alfaro; dirigentes y miembros de los comités directivos estatales y municipales. ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos callados? Es ahora o nunca, en sus manos está transformar a México, empezando por su partido, por las nuevas generaciones y creer y crear el Nuevo PRI. ¿Cuántos militantes hemos perdido?, ¿cuántos ya se han ido del partido por estas razones?  ¿Tienen el valor o les vale? 

 

No pretendo que mis palabras sean tomadas como la representación de los librepensadores del PRI, sin embargo, estoy seguro que muchos de ellos, muchos más de los que ustedes creen, coinciden con lo que aquí he escrito, solo que tienen miedo, miedo que ustedes les han transmitido.

 

Vive la Resistance

 

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