Las encuestas electorales
Todavía no empieza la contienda formal, hacia los comicios del 7 de julio próximo, y ya en ambos bandos presumen ventajas o triunfos. No entienden que nunca ha sido recomendable cantar victoria antes de tiempo. Recuerden aquello de que “del plato a la boca, se cae la sopa”.
Esta semana, una encuesta en la que se da una amplia ventaja a la alianza Compromiso por Baja California, que encabeza el PRI, frente a la denominada Unidos por Baja California, que encabeza el PAN, generó hartas controversias.
Sobre todo, por un aparente empate técnico entre los dos candidatos a la gubernatura, el priísta Fernando Castro Trenti y el panista Francisco Vega de la Madrid. Son los del partido blanquiazul quienes más alharaca hacen, por la “hazaña” de su candidato, de estar casi a la par de su rival, en preferencias electorales, con una modesta carrera política, como diciendo que “carita”, mata política.
Lo cierto es que faltan aún unos días para que inicie la contienda. Se dice que arranca el 25 de abril y a partir de entonces, durante dos meses, pueden ocurrir muchas cosas. En especial el encuentro de ambos candidatos, exponiendo sus puntos de vista sobre temas fundamentales, relativos a las cuestiones sociales y económicas de Baja California.
Se anticipa que esta contienda se desarrollará en un ambiente agitado, en donde abundarán las acusaciones, las descalificaciones. La “artillería pesada” de ambos bandos, están listas para lanzar “misiles” al frente contrario.
En este ambiente destacarán los aventureros de la política, los que se van con el bando que aparente tener mayores ventajas que el otro. Y conste, el columnista no se está refiriendo a los panistas que decidieron prounciarse a favor del candidato priísta, Fernando Castro Trenti y que incluso externan que prefieren la derrota del PAN, porque consideran que solamente en esa forma se sacudirán a los vividores, que lo han tomado bajo su control.
Los aventureros o rufianes de la política, son otros, sumamente peligrosos. Aquellos que visten la camiseta de un partido y en realidad están operando para el contrario. La lista es larga, en ambos bandos.
Esos individuos, creyendo ciegamente que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, andan maniobrando, para provocar la derrota del candidato o candidatos del partido al que dicen pertenecer.
En el caso de los que militan encubiertos en el bando prriísta, están plenamente identificados. Los delegados y dirigentes del CEN del PRI, ya han tomado nota y han elaborado un extenso informe, para, llegado el momento, hacer una depuración, pues los traidores no tienen cabida en ninguna parte.
Esos sujetos, cuando se les cuestiona o confronta, son tan cobardes que juran ser ajenos a los “complots”. Aseguran que sus “muchachitos” reaccionan y actúan por voluntad propia. Pero no pueden evitar que se delate su participación.
Entre los panistas, unos se han pronunciado abiertamente en contra de las dirigencias y reclaman la necesidad de volver a sus orígenes, en una lucha abierta, aunque con el riesgo de ser expulsados. Los peligrosos son aquellos que están tratando de aprovechar las aparentes o reales debilidades de sus partidos, para dar “el zarpazo”, en el momento que consideren más idóneo para ello.
Después de los comicios del 7 de julio y de acuerdo con los resultados que se obtengan, habrá que hacer el reencuentro de los estragos de esta contienda. Serán muchos los siniestrados, en especial aquellos que visten la camiseta de determinado partido, solamente cuando la corriente les beneficia.
Volviendo con los resultados, y las controversias, de la encuesta de esta semana, aunque el columnista ha comentado los de otras encuestas, aún falta tiempo para que este tipo de ejercicios de medición, reflejen con mayor exactitud la realidad prevaleciente. Claro, como dicen por ahí, la encuesta que realmente vale, es la del mero día de las elecciones. Entonces sí, los llantos y los lamentos saldrán sobrando.
Entonces, podrá decirse, si tal o cuál candidato, realmente logró convencer a los electores bajacalifornianos. Si realmente creyeron en las promesas que les hicieron. Cuando uno a uno se cuenten los votos emitidos en las urnas y se declare oficialmente, si Baja California seguirá viviendo otros seis años en las mismas condiciones, o se dará la alternancia esperada por los priístas a lo largo de 24 años.
Es mucho lo que está en juego. Sobre todo, para quienes ya se acostumbraron a vivir del presupuesto oficial. A los que se acostumbraron a gastar a manos llenas los dineros públicos, como si fuesen propios. Esos que no se resignan a vivir de sus esfuerzos personales. Y que, en un exceso de cinismo, les dicen : ¡abre los ojos!
Hoy en día, a propósito de las encuestas que buscan identificar o medir las preferencias electorales, la simple imagen de determinado candidato, no basta para decidir por quien habrán de emitir sus votos los bajacalifornianos.
Hoy, las flaquezas o fortalezas de las organizaciones partidistas, las fallas o aciertos de los gobernantes de determinado partido político e incluso las llamadas “leyendas urbanas”, también cuentan para un triunfo o una derrota electoral.
Las realidades no se inventan, ni se simulan. Los electores bajacalifornianos, al menos los que tienen derecho a votar y ser votados, y la voluntad suficiente para acudir a las urnas a emitir sus votos, están conscientes de quienes representan la mejor opción, aunque en principio sean simplemente los menos peores. Así que, nadie trate de “cortarse las venas” por los resultados de una encuesta. Esto, apenas empieza.
