Por: Marco Antonio Samaniego
TIJUANA BC 26 DE ABRIL DE 2024.- El pasado viernes 19 de abril, la Gaceta de la UABC, publicó oficialmente el surgimiento del Centro de Investigación del Agua de la UABC (CIAGUABC). Generalmente, no realizo comentarios sobre la Universidad donde trabajo, pero en esta ocasión, considero pertinente hacerlo con la intención de dar a conocer a un público, lo más amplio posible, que las iniciativas de los universitarios han rendido frutos con el inicio de este Centro de Investigación.
Las razones del Centro son varias, pero siempre empiezo con la idea central de lo que considero es fundamental para entender la entidad y la frontera norte de México. El agua es el centro de la vida en todos sus niveles, tanto para seres humanos como para lo no humano. Sin temor de resultar exagerado, es lo que no tenemos en la entidad, dado que nuestra principal fuente de abasto llega de Estados Unidos. Por tanto, las cuencas internacionales son un asunto de relación México- Estados Unidos, pero también de las implementaciones tecnológicas que se han realizado a lo largo del siglo XX y el XXI. No se explica la construcción del espacio en que vivimos sin entender como las obras hidráulicas condicionan la vida de ambos lados de la frontera y para este caso, la de quienes vivimos en Baja California.
En un libro reciente, Cuencas Internacionales y construcción de espacio fronterizo. Paradojas y significados futuros de una relación, que me publicó la Universidad Autónoma de Nuevo León, explico parte de los efectos de las obras hidráulicas y las relaciones que se establecen a lo largo de la frontera y a lo extenso de las cuencas, con espacios tan lejanos como Utah, o la sierra de Chihuahua, donde nace el río Conchos y las paradojas que surgen de ello. Todo ello, relacionado con los escenarios de futuro que se plantearon en las décadas de 1920 o en la de 1960, cuando se analizó cómo se realizarían los recortes para finales del siglo XX. Si existe algún interesado, puede bajar el libro electrónico en el siguiente link: https://libros.uanl.mx/index.php/u/catalog/book/146
Si bien lo que yo afirme no tiene por que ser punto de referencia, sí es de celebrarse que el Rector de la UABC, Dr. Luis Enrique Palafox Maestre, tuviera la sensibilidad y el interés por tomar el reto de plantear un Centro de Investigación sobre un tema que siempre genera controversia, por el hecho de que todos los sectores productivos quieren más agua, pero no entienden, o no quieren entender, que no es un simple asunto de voluntad política, sino la complejidad que implica el proceso del agua en el planeta y la relación con los usos sociales que nosotros como humanos hemos establecido en torno al agua. La certeza de que existen límites en el uso, es una de la condicionantes que siempre es un factor a considerar porque aquí, como en muchos lugares del mundo, la escasez es un concepto que debe permear las decisiones en torno a los sectores productivos.
Sólo como ejemplo, señaló que el 21 de abril próximo pasado, se firmó el acta/minuta 330, en la que los estados de la cuenca, se comprometen a reducir sus usos en 3,700 millones de m3. Para el caso de México, se debe incrementar la reducción. Es decir, de 99 millones de m3 anuales, deberá sumar a ese decremento, 494 000 – en números redondos – millones de m3 entre 2024 y 2026. Dicho de manera simple, se va a duplicar la cantidad de los recortes para México y por tanto la presión sobre agricultores, ganaderos y organismos operadores del gobierno del estado, tendrán que tomar medidas para ajustar dicho incremento en los recortes. Si antes contábamos con los 1,850 millones, 234 mil m3, desde hace tres años, a esa cifra, se debe quitar, en números redondos, 200 millones de m3 para 2026. Si con la cifra del tratado era complejo abastecer a todos los sectores, con la reducción las medidas tendrán que ser planeadas estratégicamente, para no afectar los sectores productivos y el abasto urbano.
Por ello, el Centro de Investigación sobre el Agua de la UABC (CIAGUABC) es una forma de ubicar a la universidad pública, una vez más, como una institución que responde a las necesidades más apremiantes de la entidad y, como he anotado, una forma de comprender como se puede explicar la relación México- Estados Unidos en la vida cotidiana, alejada de los reflectores de las declaraciones formales, pero como codependencia constante en la condición de frontera en la que vivimos.
Sesenta millones de personas en ambos países, 40 en el Colorado, 20 en el Bravo, vivimos ligados directamente a lo que se decide en torno a los usos sociales del agua. Sin duda, la calidad de inter, multi y transdisciplinar, que se le ha dado al Centro, representa un reto para quienes, desde diferentes ángulos y posturas, realizamos labor de docencia e investigación en torno a los usos sociales del agua. Por lo pronto, el Rector ya cumplió al dar inicio a una institución que esperamos, concentré parte de la actividad académica en torno al agua. El tema central, somos todos los seres vivos que residimos o transitamos en Baja California, tanto humanos como los no humanos. Y eso incluye desde nuestras células, los alimentos que consumimos y todo lo relacionado con la higiene.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.
