LA BUFADORA
Por. - El Mosquito
CUCHILLITO DE PALO
¿Los candidatos y candidatas están en campaña o andan de turistas en su ciudad?
ENSENADA BC 24 DE ABRIL DE 2024.- Los mensajes entrelíneas que mandan las y los candidatos a la presidencia municipal de Ensenada, incluida la abanderada del partido gobernante, Claudia Agatón Muñiz, quien por cierto sólo acude a escenarios controlados, no sea que también se encuentre con el popular birriero, es que gane quien gane la alcaldía no ratificarán a ninguno de los funcionarios de primer, segundo y hasta de tercer nivel del actual Ayuntamiento, a pesar de que la mayoría de ellos están por cumplir cinco años en sus cargos.
¿Ahora resulta que nadie merece continuar?, ¿tan pronto hicieron una evaluación de su desempeño y resultados?, ¿en qué quedó aquello de que deben quedarse sólo los mejores?
Ciertamente hay secretarios y directores de dependencias municipales muy señalados por ineptos y corruptos, pero de ahí a que nadie sirve suena más a querer acomodar en el próximo gobierno municipal a los amigos y compadres, así como otorgar posiciones a determinados personajes como pago de facturas por el apoyo recibido en campaña.
¿Cuándo dejará de ser la administración pública una agencia de colocaciones?
Y como soñar no endeuda, lo ideal sería que, con el respaldo de la Universidad Autónoma de Baja California, Cicese y Cetys, quienes aspiren a ser servidores públicos se sometieran a un examen de oposición, para comprobar que tienen la capacidad y el perfil que el cargo exige.
SERÍAN MINORÍA
En el eventual caso de que Morena mantenga la alcaldía de Ensenada, en el siguiente Cabildo sólo habría tres regidores auténticamente “morenistas” de un total de 13 ediles, y serían Esther Manríquez Peña, Gandolfo García Galicia y Eduardo Vega Zamora, porque los demás integrantes de la planilla a munícipes provienen de otras fuerzas políticas que en este momento son aliadas del obradorismo, pero que dentro de tres años pueden cambiar de socios, porque es el escenario más previsible.
Por tanto, es casi seguro que a Morena en esta década le pase lo mismo que al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de 2010 a 2019, periodo durante el cual ganó tres veces consecutivas la presidencia municipal, pero por hacer alianzas con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), para supuestamente conservar el poder, perdieron el control del Cabildo y al final les resultó muy caro.
Hoy el PVEM y el PT están con Morena y el PRI podría perder su registro estatal el próximo 2 de junio.
Esta historia se repetirá dentro de muy poco.
¿Se imaginan que se prohibieran las alianzas electorales? Se les acabaría el negocio a la chiquillada.
SIN PRESENCIA
Hace 38 años, cuando el tamaño de la población y la mancha urbana de Ensenada eran menos de la mitad de lo que son hoy, surgió en Ensenada la “ruffomanía”, que fue una ola social de apoyo para el panista Ernesto Ruffo Appel, primero para buscar la alcaldía en 1986 y después la gubernatura en 1989, pero antes, en 1983, David “El Tigre” Ojeda Ochoa también se convirtió en presidente municipal por la oposición gracias a su popularidad.
Después, por su trabajo de posicionamiento previo alcanzaron la misma posición Manuel Montenegro Espinoza (PRI), Daniel Quintero Peña (PRI), César Mancillas Amador (PAN), Gilberto Hirata Chico (PRI) y Marco Antonio Novelo Osuna (PRI).
Sin embargo, en este proceso electoral no hay una figura que se distinga de los demás, pues -con el debido respeto- la mayoría de los candidatos son desconocidos para los electores, y su fortaleza, por así decirlo, radica en el peso de las siglas partidistas que los abanderan.
Por ejemplo, todos los contendientes que respalda Morena se atienen a la marca de ese partido y la popularidad del presidente López Obrador, porque si compitieran por otras siglas sus probabilidades de triunfo serían nulas.
Además, el hecho de que las elecciones federales y locales sean concurrentes, ocasionó que haya muchos candidatos y candidatas pidiendo el voto de los ciudadanos, lo que hace bastante difícil para los electores identificarlos por su nombre y diferenciar si van en solitario o alianza, porque no hay alguien que se distinga de los demás.
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