LA BUFADORA
Por. - El Mosquito

Dime a quién le levantas la mano y así todos sabrán quién eres. 

ENSENADA BC 31 DE ENERO DE 2024.- Y eso es precisamente lo que hizo el alcalde suplente de Ensenada, Carlos Ibarra Aguiar, quien a un mes de haber asistido a una asamblea de militantes morenistas para sumarse al rechazo de imposiciones y dedazos en la candidatura a la presidencia municipal, y para exigir también que se respetarán los estatutos y convocatoria del partido, en su red social publicó una fotografía donde aparece alzándole el brazo a la diputada local del Partido del Trabajo (PT), Claudia Agatón Solís, porque “(…)

Después de realizar algunas encuestas por mi cuenta, confirmé que encabeza las preferencias en el proyecto como mujer, un proyecto al cual estoy decidido a sumarme. Claudia representa los ideales de la cuarta transformación, y es un honor unirme a ella en esta contienda” (sic).

De esas cosas que tiene la bananera política mexicana, la supuesta “no favorita” de la contienda interna morenista, en este caso Claudia Agatón, construye sus apoyos sólo con el respaldo de un reducido número de figuras institucionales que afirmaban no tener “favorita”, así como a través de “encuestas”, las cuales habrá que ver cómo sustentan, porque hasta en las publicaciones pagadas por la propia legisladora en redes sociales la mayoría de los comentarios que recibe son negativos, y no se trata de “bots”, sino de personas de carne y hueso, completamente identificables.

Y, por cierto, los que más “likes” le dan a sus publicaciones son militantes y simpatizantes del PT, partido al que dice haber renunciado… ¡qué cosas!

Ya para qué hay elecciones, si todo está decidido por una minoría soberbia que se siente dueña de todo y se pasa por el arco del triunfo el sentir de su militancia.

¿O será que el plan es jugar a perder y que llegue otro ex aliado o aliada a la alcaldía?... ¿no les da un olor a pes…cado?, porque esas son las verdaderas “señales” que mandan.

OTRA BOLA DE HUMO

Reabrir el caso Colosio a casi 30 años del asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, es una más de las tantas cortinas de humo para desviar la atención de los mexicanos, pero en este caso también existe la clara intención de influir en el ánimo de los electores.

Justo cuando faltan cuatro meses para el día de las votaciones y en la víspera del arranque de las campañas, el titular de la Fiscalía General de la República, el “invisible” Alejandro Gertz Manero, de pronto descubre nuevas evidencias que inculpan a personajes vinculadas con políticos y partidos de gobierno anteriores, incluso ya hasta reveló quién es el famoso tercer tirador de Lomas Taurinas de Tijuana, cuando, por otra parte, no ha podido resolver la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida en 2014 ni llevar ante la justicia a los responsables de los más de 171 mil asesinatos cometidos en el actual sexenio.

Y ya entrados en eso de iluminar la verdad histórica, ¿por qué no se van más atrás y en realidad investigan el asesinato del periodista Manuel Buendía Tellezgirón?, a quien un sicario le quitó la vida el 30 de mayo de 1984, presuntamente por órdenes de las altas esferas del poder, dado que un personaje de aquella época es hoy un alto funcionario de la presente administración federal, cuyas iniciales son Manuel Bartlet Díaz.

QUE HACEN NADA

Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, acusó a los gobernadores, en específico a los del Bajío y del noreste del país, de “no hacer nada” en materia de seguridad.

Aunque ese partido y sus aliados lideran 23 de los 32 gobiernos locales, el legislador aseguró que la mayoría de los delitos que se cometen son del fuero común, pero los mandatarios estatales están dejando el tema en manos del En gobierno federal, que “valientemente” le ha hecho frente al problema.

Sólo en parte el legislador tiene razón, porque es claro el desinterés de la federación por combatir a la delincuencia organizada, pues los hechos son contundentes y echan por tierra el argumento de que se atacan las causas de la violencia por medio de los programas sociales.

Por cierto, que llama al “sospechosismo” que en pleno proceso electoral, el Gobierno Federal haya tomado protesta a miles de “servidores de la nación”, para combatir la inseguridad en el país a través de la visita a las viviendas de los mexicanos para conocer las causas que originan la violencia que debiera de resolver la Guardia Nacional, no los activistas pagados por el estado mexicano.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor