"Plaza Cívica"
Fernando Núñez de la Garza Evia
@FernandoNGE
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MONTERREY NL 28 DE NOVIEMBRE DE 2023.- Baja California tiene mucho tiempo ya entre los primeros lugares… de las entidades más inseguras del país. No hay que ser un genio para saber que gran parte del problema se debe a la falta de policías municipales y estatales. Sin embargo, a pesar de que no hay que inventar el hilo negro para darle solución a uno de los problemas más grandes de nuestro estado, nuestra clase política sigue sin poner manos a la obra, muriendo mientras tanto, miles de bajacalifornianos.

Las cifras de inseguridad son claras. De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Baja California se encuentra en el muy deshonroso segundo lugar a nivel nacional con más homicidios dolosos: 310.98 homicidios por cada 100 mil habitantes en lo que va del sexenio presidencial (hasta julio de este año). A nivel municipal, la historia es peor aún, ya que de acuerdo a la reconocida organización World of Statistics, Tijuana fue la quinta ciudad con más asesinatos durante 2023, pero a nivel mundial: 105.1 por cada 100 mil habitantes. Para darnos una idea de la sangría que hay, la tasa de homicidios en Estados Unidos es de 6.81 por cada 100 mil habitantes. En resumidas cuentas: los bajacalifornianos viven en el segundo estado más inseguro del país, y los tijuanenses en la quinta ciudad más insegura del mundo.

La posición geográfica de Baja California, al colindar con uno de los mercados más lucrativos para las drogas, no ayuda. Sin embargo, las autoridades del estado deberían estar conscientes de esta perenne problemática, y actuar en consecuencia. Y algo que bien podrían hacer, porque está en sus manos hacerlo, es aumentar el número de policías estatales y municipales. Para darnos una idea de qué tan mal estamos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda 2.8 policías por cada 100 mil habitantes. En Baja California tenemos solo 0.3 policías estatales, colocándonos como el estado con menos policías estatales en todo el país (Instituto Belisario Domínguez). Por otra parte, Tijuana tiene poco más de dos mil policías en una ciudad de dos millones de habitantes.

Mexicali tiene mil doscientos policías para un municipio de alrededor de un millón de habitantes. Claramente, insuficiente. Y por ello, la inseguridad.

No resulta raro, entonces, que nuestro estado ocupe el quinto lugar con más empresas de seguridad privada en el país (INEGI, 2021). Es decir, la falta de policías estatales y municipales es cubierta con policías privados que, además, representan un costo para la iniciativa privada y solo otorgan seguridad a privados. Más aún, algunas autoridades ni siquiera asisten a las reuniones del Consejo Estatal de Seguridad, órgano encargado de coordinar esfuerzos en la materia. E igualmente resulta preocupante que tan solo en los últimos dos años haya habido dos cambios en la titularidad de la Fiscalía General (FGE) y la Secretaría de Seguridad (SSCBC). Si un estado como Yucatán es seguro se debe, en gran medida, a que los jefes de policía se han mantenido y han hecho carrera profesional.

Nuevamente, la seguridad se ha puesto en el asiento trasero. No hay celo de parte de nuestras autoridades hacia su autoridad y, ciertamente, no hay vocación de Estado. Mientras tanto, seguiremos escuchando los nuevos menús de comida infantil. 

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.