DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva
TIJUANA BC 15 DE OCTUBRE.- El instituto de investigación de la paz internacional en Suecia, define la guerra como "todo aquel conflicto armado en el que dos o más grupos humanos se enfrentan violentamente con resultados de muertes o daños materiales considerables".
Sin duda la guerra es la mayor catástrofe producida por los seres humanos. La guerra devasta regiones enteras, transforma los ecosistemas y produce un dolor incalculable de muerte.
El Derecho a Vivir en Paz es una garantía fundamental que todas las personas debemos exigir que se cumpla, como condición para ser felices.
La conflagración bélica en varias partes del mundo es inaceptable. Las guerras en Ucrania y ahora en Palestina producen un mayor sufrimiento para millones de personas y por sus efectos en la economía global, contribuyen a extender más la pobreza en el mundo.
Las consecuencias de lo que se está permitiendo hacer en Gaza y Ucrania nos perseguirán para siempre. La venganza, la muerte de miles de inocentes, el asedio a la población inerme, la violencia impune contra los pueblos nos obliga a exigir que se detenga la barbarie.
La guerras alimentadas por la ambición territorial, el frenesí por el poder y el impulso de la industria militarista son ofrendas que los seres humanos entregamos al maligno dios de la guerra.
La solidaridad humana, la paz y la tolerancia son las divisas que nos deben ayudar para erradicar el odio desatado entre los pueblos de nuestro planeta.
NOMAS POR JODER:
Mahatma Gandhi dijo: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.