"Plaza Cívica"
Fernando Núñez de la Garza Evia
@FernandoNGE
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MONTERREY NL 3 DE OCTUBRE DE 2023.- El Congreso de Baja California aprobó –por unanimidad– una reforma a la Constitución del estado para hacer realidad la práctica de “parlamento abierto”. Ante el grave problema que representa la falta de participación política en nuestro estado, parece una medida en el sentido correcto. Sin embargo, surgen dudas de si la reforma será implementada en todo su espíritu, o será solo una medida cosmética para que nuestros diputados locales tengan algo de que presumir.

Baja California tiene uno de los niveles más bajos de participación ciudadana. En el estado de la primera alternancia del país, tanto en las elecciones presidenciales de 2000 como de 2006, 2012 y 2018 votaron menos bajacalifornianos que el promedio nacional. En la elección de 2018 fuimos la segunda entidad con menor participación electoral – solo por encima de Sonora. Ni hablemos de las elecciones intermedias, donde hay una votación promedio de 30%, o una abstención de 70%. Sin embargo, cabe destacar que no estamos del todo mal en materia de sociedad civil, ya que ocupamos el octavo lugar entre los 32 estados del país con mayor número de organizaciones registradas.

Una baja participación ciudadana ocasiona que una minoría decide el futuro de todos, e inevitablemente decidirán a favor de sus intereses minoritarios. Por eso, resulta esencial elevar la participación política, surgiendo la pregunta: ¿qué medidas se pueden tomar para combatir la baja participación que afecta a nuestra democracia local? Una de ellas es, precisamente, la promoción de la participación ciudadana en causas de interés particular a través de organizaciones de la sociedad civil. Otra es la figura de la reelección de alcaldes y legisladores, un hecho a nivel federal y local, aunque con algunos pormenores: los partidos deciden quién se puede reelegir y quién no, quitándole la potestad a los ciudadanos para reconocer o castigar a sus representantes. Una tercera opción es, precisamente, el parlamento abierto.

De acuerdo con la “Declaración sobre la Transparencia Parlamentaria” (un referente en la materia), hay tres alcances importantes de esta figura: desarrollar una cultura de la transparencia, transparentar la información parlamentaria, y facilitar el acceso a la información. Implementar esta figura en el Congreso del estado será todo un desafío: surge la pregunta de si nuestro Poder legislativo consulta lo suficiente a organizaciones de la sociedad civil expertas en los temas que discute; si publica de manera detallada y comprensible el presupuesto del estado y, también, el presupuesto del Congreso del estado; y si divulga información sobre conflictos de interés y las relaciones que tienen los diputados con grupos de interés. Si tocan estos temas, será una iniciativa seria y dependerá de la ciudadanía aprovecharla. Si no, es eso: tomadura de pelo.

Es responsabilidad, tanto de la ciudadanía en general como de sus liderazgos políticos, económicos y sociales, aumentar el nivel de participación política en nuestro estado. Los asuntos de los bajacalifornianos son de todos, y sobran advertencias de lo que sucede cuando se dejan en manos de unos pocos.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.