DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva

TIJUANA BC 27 DE AGOSTO DE 2023.- Durante dos siglos, la democracia estadounidense fue presumida como un modelo a seguir. Hasta la elección presidencial del año 2000, muy pocos cuestionaban la calidad de los procesos electorales de nuestro vecino del norte. 

Los resultados oficiales finales entre los contendientes George W. Bush y Al Gore, tardaron más de un mes en conocerse, luego del recuento parcial de votos en Florida y la decisión de la Corte Suprema. 

En Florida, George W. Bush obtuvo 2 millones 912 mil 790 votos frente a los 2 millones 912 mil 253 de Al Gore. Con la pequeña diferencia de 537 votos, Bush consiguió 25 escaños del colegio electoral correspondientes al Estado, y con ellos, la Presidencia de los Estados Unidos de América, lo que explica la importancia de Florida en esa elección.

Con lo ocurrido en Florida y el retraso de los resultados, las dudas de muchos estadounidenses sobre la legitimidad de sus procesos electorales llevó a una amplia reflexión sobre los mismos. 

En 2002 se aprobó la Ley 'Help America Vote Act', que estableció estándares uniformes, reemplazó las máquinas de votación y mejoró la accesibilidad para los electores.

También se creó la Comisión de Asistencia Electoral, que financia a los 50 estados de la Unión Americana para que cumplan con los estándares establecidos por la Ley.

En 2004, el ex presidente Jimmy Carter impulsó la Comisión para la Reforma Federal Electoral creándose un registro electoral nacional y se promovió el acceso a observadores electorales locales e internacionales. 

Las largas colas registradas en la elección presidencial de 2012, motivaron al entonces presidente Barack Obama a crear la Comisión Presidencial para la Administración Electoral, actualizando la tecnología electoral y mejorando el registro de votantes.

Después de las elecciones intermedia de 2018, las Universidades de Sidney y Harvard presentaron el Proyecto de Integridad Electoral. Un estudio completo sobre la integridad de las elecciones en Estados Unidos. 

El estudio identificó las diferencias entre los 50 estados de la Unión. Arrojó que Vermont, Washington y Maine mostraron niveles muy altos de integridad electoral y estados como Indiana, Florida y Georgia los reportaron moderados o bajos.

Otro hallazgo fue que en comparación con la elección de 2016, en 2018 siete estados pasaron a niveles de integridad alta, mientras que los de integridad moderada se redujeron a la mitad y el Estado de Georgia pasó de nivel moderado a bajo.

Fue precisamente el Estado de Georgia el epicentro del escándalo electoral en la elección de 2020 y en dónde se afirma que el entonces Presidente Donald Trump llamó al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que le "encontrara" 11 mil 780 votos.

Esa llamada es la que llevó al expresidente Trump a ser imputado en Georgia de una larga lista de delitos.

Trump está acusado de solicitar a un funcionario público que viole su juramento al cargo y de conspirar para que ciertas personas se presentarán falsamente como electores en el colegio electoral con la intención de engañar al presidente del Senado estadounidense.

Junto a Trump, 18 personas más son acusadas de falsificar el certificado de los votos de 2020 en Georgia y la notificación de la integración del colegio electoral en ese estado, en el que dos de los acusados eran integrantes del colegio y participaron en el plan fallido para mantener a Trump en el poder.

El número total de cargos contra los coacusados es de 41, y el total de los presuntos actos que la fiscalía les atribuye para intentar revertir la derrota electoral de Trump en 2020 son 161.

La Fiscalía afirma que los acusados no limitaron sus actos de mapachismo electoral al Estado de Georgia y que de manera organizada operaron en los estados de Arizona, Michigan, Nevada, Nuevo México, Pennsylvania, Wisconsin y el Distrito de Columbia.

De llegar a ser declarado culpable de todos los cargos, el expresidente Trump podría ser condenado a hasta 76 años de cárcel.

NOMAS POR JODER:

El zorruno Santiago Creel sucumbió ante la operación priísta para posicionar en segundo lugar a Beatriz Paredes. 

Haciendo honor a su costumbre, Alito cobrará el favor obteniendo la mayor cantidad de candidaturas secundarias.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.