La derrota de Morena
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La derrota de Morena

Ciudad de México - jueves 20 de julio de 2023 - Carlos del Valle del Río .
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Por: Carlos del Valle del Río 
@delvalledelrio

CIUDAD DE MÉXICO 20 DE JULIO DE 2023.- Es fácil recordar los tiempos de la toma de Paseo de la Reforma en la Ciudad de México cuando, a la voz del líder, cientos de carpas se instalaron en la emblemática avenida de la capital política del país.

Sería, sin duda, una de las más polémicas medidas de presión políticas adoptadas por López Obrador y su movimiento tras la jornada electoral del 2006. El entonces candidato aseguraba que se había orquestado un gran fraude en su contra para negarle el acceso a la presidencia de México. Ahí surgieron la mayoría de sus fantasmas personales expresados en adversarios políticos y que a la postre convertiría en sus perseguidos una vez instalado en palacio nacional.

Durante semanas insistió hasta el cansancio en que se abrieran los paquetes electorales y se contaran nuevamente los votos. Convirtió el voto por voto, casilla por casilla, en un mantra, pero la realidad le terminaría por dar un revés que años después le es difícil aceptar. En una decisión absolutamente inusual, el tribunal electoral decidió que se contarán los votos en las secciones electorales más controvertidas y las que más impugnaba el entonces PRD, partido que cobijó la candidatura en ese momento. Así que se comenzaron a abrir los paquetes electorales y ciertamente muchos de esos votos se habían contado de más o se habían realizado equivocadamente las sumas de sufragios, pero a favor de López obrador. Es decir, en cada paquete que se abría, el PRD terminaba perdiendo votos en lugar de demostrar el famoso fraude electoral.

Esta situación fue tan notoria, que incluso López Obrador acudió a los mismos tribunales, pero para impedir que se abrieran paquetes en donde él había ganado, temía seguir perdiendo votos y con eso quedar al descubierto.

Nada importó. No importaron los conteos rápidos, no el cómputo final de la elección, tampoco los paquetes contados nuevamente producto del exabrupto obradorista, vamos tampoco importaron la opinión de cientos de observadores internacionales que a pesar de que fue una elección muy cerrada, no encontraron las enormes anomalías que denunciaba día y noche como un enorme complot en su contra.

Así, López Obrador se forjó a sí mismo una imagen de víctima que alimentó cuidadosamente durante años hasta capitalizar el malestar de los mexicanos en una exitosa campaña que finalmente le cruzó la banda presidencial por el pecho.

En los últimos días hemos visto cómo el presidente ha abandonado sin ningún escrúpulo su labor de titular del Ejecutivo, quizá porque en el fondo nunca quiso gobernar, sólo quería ganar una elección presidencial, y en cambio ha asumido claramente el papel de coordinador de campaña de sus llamadas corcholatas. Desde palacio nacional cada día dirige la estrategia para intentar posicionar a su candidato y denostar a la oposición. Pero esta práctica conlleva un riesgo mayor, no únicamente la ilegalidad que supone que el presidente haga esto, sino el de que tendrá que asumir una nueva derrota electoral, con todas sus consecuencias.

Hace unos meses atrás la apuesta de Morena por ganar absolutamente toda elección a la que se presentará parecía segura, se hablaba del carro completo, de la presidencia hasta el último puesto en los municipios del país. Pero eso cambió, y con ello habrá que asumir una derrota histórica.

Bajo ningún escenario de análisis serio hoy Morena dominará el panorama político como el gran actor social, deberá compartir el poder con una oposición que, casi de milagro y a última hora, logró entusiasmar a la sociedad. Hoy incluso la presidencia está en juego. Nada está seguro para Morena, que cualquier avance de la oposición será leído como una derrota del que se soñó como el partido hegemónico por los próximos años.

Pero entonces, si esto sucede, la derrota de Morena en el 2024, será también una derrota personal de López Obrador, y su coordinación del movimiento político. Pero ya sabemos que aceptar derrotas no es lo suyo. ¿qué pasará cuando desde palacio nacional se tenga que aceptar que el México de 2024 nos será el que soñaron? La toma de Reforma en el 2006 es sólo un recordatorio.

Periodista director de International Journalism Service

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor

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