Por: Carlos del Valle del Río 
@delvalledelrio

CIUDAD DE MÉXICO 13 DE JULIO DE 2023.- Con el avance de esta administración, los mexicanos hemos visto cómo se ha ido perdiendo poco el control del territorio nacional. 

Ciertamente no es algo nuevo, eso ha sucedido desde hace años, pero el avance de la delincuencia ha pasado de las meras actividades ilícitas a la vida política, comercial y social con una descarada facilidad. 

Y es que el gobierno de la autodenominada cuarta transformación tiene las manos atadas para ponerles un alto a la expansión de los grupos de delincuentes, cada vez más poderosos, no sólo en armamento y sicarios, sino también en posiciones políticas y poder de chantaje con la sociedad. 

Pero nada es gratuito, desde un inicio, Morena renunció a su obligación constitucional de enfrentarlos al recibir recursos de grupos criminales para ganar elecciones. Ahí hipotecaron la tranquilidad de cientos de comunidades que se ven asediadas por los encargados de la plaza, quienes son verdaderos señores feudales modernos, disponen de vidas y haciendas. 

Mientras todo eso sucede, en palacio nacional, se profundiza en las bromas y las burlas a los políticos de oposición. Mientras a los dirigentes de los grandes cárteles se les habla de usted y se les pide respeto en los medios de comunicación.

Se repite una y otra vez que la política de abrazos y no balazos, está dando resultados, lo repiten y casi como una oración, esperando un milagro. Pero el milagro no sucede. 

Hoy son los Estados de Guerrero, donde Salgado Macedonio debió ser el gobernador según lo pactado, pero al no poder concretar la candidatura se impuso su hija mayor sin más atributo político o antecedente, que el de garantizar el pacto con los grupos criminales. 

Pero como Guerrero, hemos visto Jalisco, Tamaulipas, Sinaloa, Quintana Roo, el Estado de México, Chiapas y prácticamente todo el territorio nacional. Se ofenden cuando en Estados Unidos se da a conocer un estudio que establece que más del treinta por ciento del territorio nacional está siendo controlado por el crimen organizado. Se ofenden y piden respeto, aluden a la no injerencia. No lo pueden permitir, pues los exhiben. 

Así llegaremos al año electoral, la única cita para la que en verdad se han preparado en el gobierno. Ganar más elecciones a cualquier costo y sin resultados, eso no importa, hay que ganar, y para eso se requiere dinero, mucho dinero. Todos sabemos quiénes están dispuestos a financiar. 

Todavía tenemos fresca la imagen de un video que una célula del crimen organizado hizo pública en Guanajuato. Ahí un grupo de sexoservidoras había sido secuestrado por no pagar su derecho de piso, fueron arrodilladas y humilladas para pedir perdón por tal afrenta. Así está México hoy, arrodillado frente al avance del crimen, y el gobierno suplicando más recursos para ganar más elecciones.

Periodista director de International Journalism Service

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