LA BUFADORA
Por. – El Mosquito

(FOTO: Gerardo Arturo Solís Benavides)

ENSENADA BC 4 DE ENERO DE 2023.- Bien señalan las personas inteligentes que no se deben hacer cosas malas que parezcan buenas, y eso es precisamente lo que hizo el secretario de Educación en Baja California, Gerardo Arturo Solís Benavides, quien el lunes pasado, a las 23:00 horas, o sea, casi a la media noche, en lo oscurito, a la carrera, sin testigos ni avisar, designó al profesor Irlán Alejandro Lozano Camacho, como nuevo delegado de Educación en Ensenada, en sustitución de la maestra Arizbee Montaño Zavala.

Este sorpresivo cambio se anunció en primera instancia, a través de un lacónico texto en la red social de la dependencia, sin dar mayores detalles de la trayectoria del funcionario entrante, aunque fue hasta las 18:59 horas del martes, que se envió un comunicado de prensa dando cuenta detallada del cambio, los estudios y experiencia del delegado y de los testigos de su toma de protesta.

Sin embargo, no tuvieron la cortesía de agradecer los servicios de Montaño Zavala que aunque ingresó en la administración de Jaime Bonilla Valdez, invitada por el entonces titular de Educación Catalino Zavala Márquez, ya tenía un año en este gobierno.

Entendemos que los cargos públicos no son para siempre, pero cuando se dan este tipo de procesos se tienen que cuidar las formas y no hacerlo a escondidas.

OLIVEROS ABSALÓN

(FOTO: Jesús Oliveros Absalón)

Muy buenos comentarios se han escuchado del nuevo titular del Fideicomiso para el Desarrollo Urbano de Ensenada (Fidue), el licenciado en derecho Francisco de Jesús Oliveros Absalón, quien viene con una trayectoria jurídica y académica, desapegado de las grillas y, por lo que se sabe, dispuesto a trabajar, muy distinto a su sucesor, quien culpable o no, está pagando las consecuencias de sus malas decisiones.

PLAGIO

Ahora que se puso de moda el tema, y como a este mosco le pagan por metiche, no por omiso, es necesario aclarar algunas cosas de un asunto que muchos pudieran estar tomando a la ligera, pero que está más pesado que un pozole a las 12 de la noche.

Con todo eso, me quiero referir al “plagio”, luego del señalamiento público que se hizo en contra de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, a quien este insecto picudo no acusará, sino al contrario, le concederá el beneficio de la presunción de inocencia, porque en todo caso, suponiendo sin conceder que hubiera incurrido en tan reprobable práctica, al escribir su tesis, los responsables de haberla aprobado “sin tocar baranda”, en aquel ya lejano 1987, debieron haber sido su asesora de tesis y los sinodales de su examen profesional.

El plagio, como tal, es un recurso sancionado en cualquier universidad, y muchas veces tiene que ver más con la ignorancia o falta de capacidad de quien realiza una investigación, que por maldad. 

Cuando un ciudadano ingresa a una licenciatura, maestría o doctorado, es de suponerse que trae ideas más o menos claras de los objetivos que habrá de buscar en su desarrollo profesional, y no aventarse al ruedo con una cabeza hueca de cosas qué plantear (planteamiento de un problema), suposiciones de un tema principal (hipótesis) y las formas de llegar a eso (variables), y si él o la postulante no lee, investiga o analiza una situación, el trámite de alcanzar el grado se convierte en una tortura.

Por eso, Esquivel Mossa, como “Pepe el Toro”, es inocente, porque a lo mejor fue mal orientada y, lo peor, la dejaron avanzar, dejándola creer que su texto era original -aunque escrito por encargo-, y así voló hasta alcanzar una silla como ministra en el máximo tribunal del país, y se cayó de la nube de manera brutal.

Lo grave del caso, es quedarse con la sucia idea de que, si así obtuvo su licenciatura, a todas luces aprobada y ni hablar más de eso, cómo serán sus reflexiones al momento de discernir las idea para emitir su voto en un caso judicial de gran trascendencia para la sociedad.

Ya para finalizar, este mosco -inteligente y estudioso como es- debe reconocer que ha cursado varias carreras, pasando por comunicación, contabilidad, oceanología, medicina, psicología y otras, de las que siempre se ha titulado por las bondades del promedio, es decir, sin presentar examen, y no descarte el lector que algún día merezca el grado de Doctor Honoris Causa en “Chismología” o por sus aportaciones a la teoría de la especulación.

La columna La Bufadora -Por El Mosquito- del periódico El Vigía de Ensenada estará participando con nosotros en AFN, lo mismo que nuestra columna AFN Político, en ese importante medio