Por Eliott Valdez Montaño
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TIJUANA BC 15 DE AGOSTO DE 2022.- Pensaba llamarle a esta columna “lo que aprendimos de este fin de semana”, pero dudo que lo que vimos durante viernes, sábado y todavía la madrugada de este domingo vaya a parar. El crimen organizado ha puesto la marca de la casa y ha mostrado señales de presencia y de que las cosas no van a terminar.

Lo que quedó claro es que los incendios de autobuses y automóviles, provocando bloqueos e inestabilidad evidenciaron a un gobierno que, debido a que tiene que atender un conflicto interno entre las autoridades encargadas de la seguridad y la justicia, no pudo salir a tiempo a llamar a la calma a la ciudadanía, a decirle que se estaba trabajando en la atención de estos problemas. El primer mensaje donde la gobernadora aparece a cuadro, en un video haciendo dicho llamado, se dio a la 1 de la mañana del sábado.

Labor aparte la que realizaron las policías municipales, ya que al ser los primeros respondientes, lograron la captura de los presuntos involucrados de estos hechos terroristas, porque eso fue lo que provocaron, terror en la ciudadanía, miedo a salir a la calle, los comercios cerraron viernes y sábado, el transporte público suspendió actividades esos días.

Pero la sociedad no se quedó callada, en redes sociales le hicieron ver a las autoridades que las cosas estaban mal, que no respondieron de inmediato, que se mantuvieron callados durante varias horas y eso despertó la zozobra; pero a la vez algunas personas con muy “mala leche” aprobaron la situación para difundir noticias falsas, y aumentar el terror a través de la cibernética.

Como también de muy “mala leche” y poco profesional la forma en el que un medio de comunicación, en concreto, el que es propiedad del exgobernador Bonilla, manejó la situación, haciendo público el anuncio supuestamente hecho por un grupo criminal en el que alertaban de un supuesto toque de queda. La televisora hizo creer que ese mensaje se había realizado aquí, cuando al final se pudo revisar que el mismo se había generado en Chihuahua, donde la violencia se intensificó el jueves por la tarde.

La intención era desestabilizar, ya sabemos que el exmandatario utiliza sus medios como juguetes para atacar al actual gobierno, ya que no soporta que a él si lo están investigando, pero bueno, eso es harina de otro costal (que por cierto este lunes se abre)

En fin, podemos seguir hablando de lo que pasó, pero concentrémonos en lo que pudiera pasar, ojalá nuestras autoridades puedan establecer una verdadera estrategia para que hechos terroristas como los de este fin de semana no los agarren con los dedos en la puerta, que los encargados de darnos el esperado orden y la ansiada tranquilidad dejen sus diferencias infantiles, y que al final de cuentas se tomen con seriedad esto de ser gobierno.

No hay necesidad de renuncias ni “cortar cabezas” por lo pronto, solamente conciencia, orden y sobre todo, responsabilidad.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.