Por: Marco Antonio Samaniego
TIJUANA BC 18 DE MARZO DE 2022.- Ricardo Flores Magón está totalmente olvidado. Cuando Enrique Flores Magón, a partir de 1931, publica una narrativa contraria a los ideales anarquistas y al significado de Tierra y Libertad, se empieza a construir un heterónimo, capitalista, reformista, que por el camino de la ley, sólo buscaba unos cambios menores en la Constitución. Es decir, aparece el Ricardo Flores Magón sin las banderas anarquistas, sin la búsqueda de la revolución mundial y arrinconado al concepto consolidado en los treinta, como precursor de la revolución mexicana.
El plan de los anarquistas desde 1908, está plasmado en sus escritos. Utilizó el libro de Jacinto Barrera (1989), p. 384, quien en las páginas oficiales es ubicado como la referencia del heterónimo Ricardo Flores Magón construido en la posrevolución. El 4 de junio de 1908 escribió:
La cuestión es traerse, una vez comenzada la revolución, un gran número de compañeros de Europa a fomentar en México la publicación de muchos periódicos anarquistas.
Como tendremos dinero, todo se podrá hacer fácilmente. Solo los anarquistas van a saber que somos anarquistas, y les aconsejaremos que no nos llamen anarquistas para no atemorizar a tanto imbécil….
Así, el plan es claro. Mandar anarquistas europeos, sobre todo italianos y españoles, a enseñar el anarquismo. Mucho ayudaba desde su punto de vista que el pueblo mexicano, por instinto, ya fuera comunista, por lo que el ideal ácrata lograría implantarse y ser el ejemplo de la clase trabajadora de toda la humanidad.
Como publiqué hace tres semanas en esta misma sección, el 13 de mayo se levantó en Tijuana la bandera de Tierra y Libertad. Para algunos eso demuestra que no se trataba de un movimiento filibustero, lo que es cierto, pero no se interpreta lo que significaba para ellos: sin propiedad privada, sin gobierno, sin ninguna creencia religiosa, particularmente el catolicismo. Es decir, era el llamado a los ácratas del mundo a llegar a México y a Baja California, para desde aquí, llevar al mundo el ejemplo.
Periódicos como Cronaca Sovversiva de Barre, Vermont, Les Temps Nevouax de Francia, o La Era Nueva, de Paterson, Nueva Jersey, reprodujeron la tesis de que en Tijuana ya existían colonias declaradas anarquistas. En esos días, los anarquistas italianos Filippo Perrone, Ernesto Teodori, John Luongo, V. Cipolla, Galleotti Guglielmo, Sam Rizzo, Pasquini Guglielmo, A. Paladino, Sebastiano Messaglia y otros como Henry Martin – estadounidense – fueron testigos de que en Tijuana había anarquismo, pero en el sentido ideológico, sino en términos de auténtico desorden. Por ello se fueron sin mantener el apoyo de lo que para ellos era una revolución inventada en el papel por los anarquistas del PLM. En Los Ángeles, California, otros anarquistas italianos como Ludovico Caminita o los hermanos Alberti y Víttorio Cravello, indicaron que los hombres que habían ocupado Tijuana eran cowboys americanos, porque buscaban llamar la atención de sus compatriotas italianos. En agosto de 1911 apareció Regeneracion sezione italiana, para mantener el llamado a los injerencias italianos y llegaran a ayudar en la revolución mundial que se gestaba. En la prensa ácrata el nombre de Tijuana aparece como una referencia cierta de anarquismo o como una burla por el fracaso.
Así, pues, de manera clara, desde la perspectiva que se plantea en el injerencismo al que se hace referencia en la actualidad, la foto del hombre que aparece en la papelería gubernamental fue un injerencista abierto y declarado. Sin embargo, para ellos lo extranjero no existe en el sentido que se interpreta en estos días, porque la única clase que debía existir, como meta, era la trabajadora, sin burguesía, clero o funcionarios. El 13 de mayo ya referido, Ricardo le escribió al anarquista español Pedro Esteve:
Así, pues, urge que vengan a la Baja California muchos anarquistas de todas partes del mundo para que apoyen la expropiación de la tierra y de la maquinaria. Hay en la Baja California tierras preciosas, minas muy ricas y puertos magníficos. En manos de los libertarios la Baja California se sacarán de ella elementos bastantes para llevar la revolución a todo México y aún al mundo entero, porque es muy grande la península y muy rica; pero está muy poco poblada.
Este documento también lo publicó Jacinto Barrera (falleció el año pasado, víctima de covid-19) y se puede encontrar en la página electrónica del Instituto Nacional de Antropología e Historia. También en la siguiente dirección electrónica: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/politica/reflexiones/1.html
Entonces ¿qué es el injerencismo? Depende. Para unos, no existe, porque debe existir sólo una clase, la trabajadora, sin banderas nacionales, patrias, dioses o santos. Es decir, no es injerencia porque se trata de una revolución que lleve a los productores de la riqueza social a distribuir todo entre todos, sin ningún gobierno que lo articule. Sin embargo, dado que vivimos en un Estado-nación, por tanto, el anarquismo sí es injerencista, porque busca no llegar al poder, sino que nadie tome ningún poder y por tanto, busca destruir el Estado y a todo aquel que intente llegar a cualquier gobierno. Antes de que llegue al cargo, es necesario eliminar el cargo, para que se les quite el antojo de gobernar y decidir sobre los hombres libres.
Así, el heterónimo de Ricardo Flores Magón, puede hablar de injerencismo. Pero el verdadero, que formaba parte de un colectivo que pretendía crear una nueva humanidad, donde Piotr Kropotkin o Enrico Malatesta eran los referentes eso del injerencismo era lo de menos. Esa paradoja la creó Enrique Flores Magón, los precursores y la idea de que unos anarquistas luchan por reformas de las cuales se burlaron.
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