TIJUANA BC 10 DE MARZO DE 2022 (AFN).- Ya pasaron dos días y por lo menos tres o un poquito más de años, de las manifestaciones violentas que se han convertido en una "moda” a seguir durante el Día Internacional de la Mujer en México y, ¿Qué se ha logrado?
¿Ya se está haciendo justicia a las víctimas de la violencia y de los crímenes de odio por género? ¿Las autoridades ya están más conscientes y sobre todo, la población varonil, sobre la necesidad de nosotras las mujeres? ¿Ya quedó visible el tema y no volverán a ocurrir estos actos en contra de las féminas?
¡Para nada! La situación continúa exactamente igual o peor, sin considerar que además, en el país -y Baja California no es la excepción- quedaron los resultados de los estragos cometidos por actos vandálicos registrados bajo esos pretextos, que suman sin temor de equivocarnos millones de pesos en daños.
Además, las condiciones terribles en que quedan las comunidades vandalizadas y esas "pintas" que en realidad para nada sirven, nos cuestan a los que no fuimos a manifestarnos de esa manera.
Por otra parte, la violencia desatada que vemos que existe en el país, nos presenta a nivel internacional, como una comunidad de salvajes, sobre todo, después de lo ocurrido en el Estadio de "La Corregidora" de Querétaro, con motivo de un partido de Fútbol, y un poquito antes, con el ajusticiamiento aquel, en una funeraria del Estado de Michoacán.
Sé que estas palabras, muy seguramente, levantarán feroces críticas contra nosotros, porque lo que se espera es que todos nos solidaricemos, no con el justo reclamo de poner fin a la violencia en contra de la mujer, sino con los actos delictivos y vandálicos que se cometen en la república con ese motivo, y bajo el argumento, también, de que se trata tan sólo de daños materiales que se tienen que reponer, y que no se comparan, de ninguna manera, con la pérdida de una vida.
Y tienen razón: esto no se compara con una muerte, o con los daños psicológicos sufridos de por vida, provocados por una violación, pero tampoco los resuelven, y ni les devuelven la vida a las víctimas, y ni provocan que las autoridades omisas sientan el rigor de esos actos, pero sí que la misma sociedad, ya de por sí muy sufrida y castigada, vuelva a erogar, de nuestros recursos, para el pago de impuestos que se utilizan para la reparación de esos daños.
Hasta el momento, estas mujeres han mostrado falta de creatividad y de una inteligencia superior que les permita diseñar una estrategia que realmente derive en la consecución de sus fines; inclusive, aquellas mujeres que también marcharon entregando flores a policías, que sólo dieron una imagen de civilidad, tampoco con esto resolvieron el problema.
Así es que, el Día Internacional de la Mujer, hasta ahora se ha convertido en un pretexto para que vándalas, con deseos reprimidos y tal vez resentimiento en contra de la sociedad, salgan para delinquir de manera impune, sin importarles si con estos actos, además dañan propiedad privada de personas que, con mucho trabajo, obtuvieron su patrimonio, o los dañan también de manera indirecta, cuando ponen fuera de circulación sistemas de transporte u otros servicios públicos que son vandalizados.
Ha llegado la hora de que las autoridades dejen de ser tan permisivas y actúen como se supone que deben estar haciendo al castigar los actos delictivos, pero por el contrario, han mostrado miedo y otras lo han normalizado, como una diputada federal que fue entrevistada el pasado lunes en el noticiero Este Día, de Martín Borchardt, donde dijo al periodista que "no sabía que hubieran reglas sobre cómo debería de celebrarse una manifestación" o "cómo se debería protestar".
¿No lo sabe? ¿No sabe que todo lo que se haga o se diga en el país debe ser dentro del marco legal? ¿No es legisladora?
Pero volviendo a estos grupos de mujeres, deben de reunirse para trabajar y empujar medidas que obliguen a las autoridades a aplicar la ley en contra de los agresores, porque la impunidad es uno de los aspectos que ha llevado a esto.
Por otra parte, sería mejor -y daría mayores resultados- si en lugar de cometer actos vandálicos durante un día del año, para luego volver a sus actividades como si nada hubiese pasado, que decidieran hacer un plantón, con huelga de hambre, afuera de las oficinas de procuración de justicia de sus Estados, o frente a los congresos, demandando actualización de leyes, para que no existan fisuras por donde los delincuentes puedan escabullirse, o para que se determinen castigos a funcionarios o representantes de la ley que no estén cumpliendo con su trabajo, de castigar a los agresores; y si estas ya existen, buscar el endurecimiento de las penas, pero en niveles que se han realistas.
Es hora de que también dejen de tomar como "bandera" a las mujeres, víctimas de la violencia y el odio, para hacer algo contundente, que en verdad se les agradezca, y que sobre todo, arrojen los resultados deseados, para hacerles justicia o para reparar el daño en la manera de lo posible, a sus familiares.
A todo esto ¿Los conocerán? ¿Les estarán otorgando el apoyo psicológico médico, e inclusive económico, que pudieran estar requiriendo? O sólo lo están exigiendo a las autoridades, de esta manera.
Con romper vidrios y dañar patrimonio nacional, no lo van a lograr.
