DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva

TIJUANA, BC 20 DE JUNIO 2021.- La denominada transición de gobierno es un espacio de tiempo previsto por la Ley para efectos de que la administración pública saliente informe a la entrante respecto del estado en que se encuentran los asuntos de gobierno, el avance de los planes y proyectos, la prestación de servicios y la obra pública, así como los que quedarán en trámite y que le corresponderá a la nueva administración dar continuidad.

Una constante que se ha observado en el relevo entre administración y administración, es la carencia de la continuidad y seguimiento de los planes, proyectos y programas que la saliente desarrolló y que hace del conocimiento a la entrante. 

En este rubro, es tradicional que la “nueva” administración asuma que lo “viejo” debe ser renovado y en el peor de los casos sepultado y/o sustituido, lo cual trae como consecuencia que proyectos positivos o que hayan producido buenos resultados no sean bien evaluados y se de paso a “nuevos” menospreciando los avances que históricamente se hayan logrado. 

La experiencia en treinta años de gobiernos panistas, demuestran que este fenómeno no es privativo del relevo entre partidos políticos distintos sino que se presenta incluso entre los personajes de un mismo partido político derivado de la exacerbada rivalidad que suele haber entre grupos no afines.

Para evitar el daño que en muchas ocasiones se causa a la administración municipal en la prestación de servicios e incluso a la ciudad, en diferentes trienios se han diseñado fórmulas que buscan ofrecer la continuidad de aquellos proyectos exitosos y que permiten ser mejorados. 

Para ello, se han propuesto figuras como la de un administrador de la ciudad, consejos consultivos, fideicomisos, concesiones públicas o esquemas parecidos que buscan darle trascendencia trianual a proyectos exitosos.  

La mayoría han sido exiguos o con un rotundo fracaso ante la inercia de las políticas de las nuevas administraciones o por la injerencia de actores y/o grupos de interés que “orientan” a la administración entrante.

Probablemente los más éxitos de estos intentos de “continuidad” son el Consejo de Desarrollo Municipal, el Copladem (Consejo de Planeación Municipal) sustituido por el Implan (Instituto Metropolitano de Planeación) cuyos asideros en el marco legal de la planeación y el desarrollo social han permitido su trascendencia entre las diferentes administraciones municipales. 

En el ámbito de los organismos paramunicipales también se encuentran grandes oportunidades para continuar con experiencias exitosas ya que por su naturaleza, las paramunicipales ofrecen mayor flexibilidad para impulsar proyectos de largo plazo.

Otro aspecto que se convierte en un cuello de botella para las nuevas administraciones es la falsa premisa entre privilegiar los compromisos políticos y partidistas por encima de las necesidades técnicas y profesionales de la administración pública. 

Con el arribo de un nuevo partido o corriente política, la curva de aprendizaje del nuevo cuerpo de administradores públicos se prolonga por ello, es normal que se eche mano de expertos independientemente de su filiación lo que ocasiona contradicciones y pugnas al interior del nuevo gobierno pues quienes ganaron reclaman para sí los espacios que les corresponden como triunfadores. 

Una fórmula que probablemente pueda ser funcional para zanjar la aparente contradicción “entre lo político y lo técnico” es considerar que cada espacio de mando superior o dirección cuenta con un perfil legal que define las características a reunir o a cubrir por quienes aspiran o se sienten legitimados a ocupar determinado cargo. 

Ese perfil debe ser contrastado en una tabla de cualidades a reunir como pudieran ser; los requisitos de orden legal, experiencia acreditable para desempeñar el cargo, capacitación continua e identificación con los principios rectores de la nueva administración. 

De tal forma que entre el perfil del puesto, los requisitos legales, la experiencia y la identificación ideológica, permitan decidir respecto de las mejores propuestas para ocupar los cargos públicos de dirección y mando.

El gran reto para la próxima administración municipal de Tijuana no solo estriba en dar continuidad a proyectos éxitos, promover nuevos y garantizar la prestación de los servicios públicos, sino en cimentar las bases de un modelo de gobierno distinto a los anteriores cuya divisa sea la Cuarta Transformación por lo que responder pronto y de manera clara a la pregunta; ¿Cuáles deben ser las características del nuevo gobierno de la 4T en Tijuana? es un requisito fundacional para impulsar la transformación. 

De no contar con una directriz clara acerca de la definición y rumbo político de la nueva administración municipal de Tijuana, la intensa dinámica del gobierno en el día a día podría agobiar rápidamente a los noveles gobernantes  sin permitirles  ver el horizonte del anhelado cambio verdadero para nuestra ciudad y el resultado sería: “más de lo mismo, pero con diferentes actores”.

NOMAS POR JODER:

De acuerdo a la votación emitida el pasado 6 de junio, el Congreso Local se integrará con 14 mujeres y 11 hombres de los partidos Morena, Pes, Pan, Pri y Mc. 

Una corriente de los ganadores, busca desesperadamente quitarle al Pan la curul de una de las mujeres panista para dársela a un hombre panista "aliado".

¿Se dejarán las mujeres del Pan?

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.