Marco Antonio Samaniego

TIJUANA BC 4 DE FEBRERO DE 2021.-Las cifras de 2021 son desalentadoras. La cantidad de asesinatos dolosos está por encima de los años previos. Enero está lejos de mostrar avances.  Las promesas que se realizaron ante el cambio de régimen a nivel federal y local no muestran en el indicador más relevante que se estén ejerciendo acciones que permitan mostrar un cambio. 

El electorado se mostró claro en la idea de generar un nuevo régimen. A nivel federal y local, el carro fue completo. Incluso, en las encuestas para las próximas elecciones, todo indica que, de no existir una sorpresa, la posibilidad de que esto se repita es muy factible. Morena, de acuerdo con ciertos indicadores, queda como triunfante.  Por supuesto, falta tiempo, pero las cifras que se empiezan a manejar muestran que López Obrador sigue siendo el eje articulador del cual se podrán sostener quienes logren las candidaturas. Es decir, igual que hace menos de dos años, la verdadera contienda está hacia el interior. 

A pesar de la pandemia y del manejo de esta, los números no reflejan una transformación de preferencias muy evidente, aunque el desgaste de gobernar es un factor para considerar. Nadie puede respirar tranquilo, pero los de Morena tienen posibilidades reales de repetir. La pregunta que nosotros consideramos relevante es ¿Cómo, por las cifras de asesinatos dolosos, no se genera una modificación – hasta el momento – de preferencias? ¿que hace que estar en cifras elevadísimas de asesinatos, a nivel mundial, no implique una reacción que genere una inconformidad que destaque en los números de posibles preferencias en las elecciones de junio? 

Una posible respuesta es que la imagen de los partidos tradicionales quedó tan desgastada que no surgen actores de relevancia que representen una oposición creciente.

Existe inconformidad, por supuesto, pero no ha surgido, digámoslo así, el Lopez Obrador que se confronte a López Obrador. La oposición no aprovecha los errores del gobernante, como el manejo de la pandemia, porque su descredito no el permite sacar la aspiradora para recoger votos. Apenas va con un recogedor en busca de migajas para sobrevivir y alcanzar las prerrogativas e incluso mantener el registro.  Si la coalición PRI-PAN-PRD presenta a Lupita Jones como su candidata, es una ratificación de buscar la sobrevivencia para existir un quinquenio, nada más. Es el mensaje claro de que se pretende perder lo menos posible, pero que carecen de un verdadero proyecto para la entidad. Como lo dijimos, los antes “grandes”, empiezan a moverse como la pedacería a la que antes les tiraban migajas.  

Y ante tanto crimen, de nuevo, el presidente municipal que fue electo por los tijuanenses, indica públicamente que se va.  Se retira del cargo, dice, para beneficio de la ciudad. No logro entender cómo una autoridad electa renuncia a la representación que le fue conferida, pero se va y parece, que esta vez no va a volver. Los proyectos de ciudad segura se fueron en idas y venidas y en pleitos que no ilustran la mejor faceta de las democracias. ¿Para que votamos si se van a buscar otros cargos o si se la llevan entre que quiero no quiero?  

Y a pesar de ello, López Obrador parece garantizar la continuidad en Tijuana. Las cifras espeluznantes de muertes dolosas no hacen daño a los números. Es decir, el presidente municipal se va y no se lleva las simpatías.  Se va y no parece afectar en nada los ánimos electorales -que van a ser bajos de todos modos, dado que los votantes no se incrementaran por que la gente sale a votar en cifras reducidas. 

Así, la ciudad sigue un paso de crímenes que revela problemas sociales profundos, a los que la vida política no parece acercarse bajo ningún esquema. La democracia garantizada por las instituciones no resulta en una práctica de que los elegidos lleven a una solución del problema de la violencia. Quienes ejercen el delito, pueden actuar y desarrollar sus acciones, sin enfrentar la unidad del Estado, que dividido no muestra su fuerza en plenitud, sino en migajas y sujetos a coyunturas y diferencias personales.  La debilidad los hace fuertes y las cifras de asesinatos son una referencia diaria y contundente. 

Y la oposición nos demuestra su debilidad. Nos indica que se oponen débilmente, con Lupita Jones como posible candidata, buscando recoger las sobras de los errores y sobrevivir en un mar de sangre, misma que debe salpicarlos porque, por no haber actuado en consecuencia, fueron hechos a un lado y como ahora, buscar una tabla de salvación que los mantenga a flote. Ni con las cifras de asesinatos, se integra un proyecto que les permita competir. 

Mientras las cifras aumenten, es claro que no se cumplió con lo prometido. Y la desgracia es que no existe, en el corto y mediano plazo, una alternativa construida. Y por cierto, reciben prerrogativas económicas para ello. 

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor