DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva

TIJUANA BC 13 DE DICIEMBRE DE 2020.- Hace más de veinte años, una señora se estacionó con su van afuera de un Oxxo en el Boulevard Tecnológico a vender "burritos". 

Cuando la vi me llamó la atención que atendía, entregaba y cobraba ella sola a quienes se acercaban a comprarle.

Durante varios años, llegaba muy temprano a vender su producto a los estudiantes de la UABC, trabajadores de las maquilas cercanas y vecinos que nos acercabamos a comprarle.

En alguna ocasión, la señora me contó de las largas jornadas de más de 12 horas de trabajo para llegar a las 7 de la mañana a vender.

La preparación de los "burritos" implicaba no sólo elaborar los distintos guisos de los mismos sino también ir a comprar los insumos y preparar la venta de cada día.

Con el tiempo, el trabajo rindió sus frutos y un día que se desocupo un pequeño local frente al Oxxo, se animó y lo rentó.   

De esa manera dio el salto y abrió una "pequeña empresa" a la que denominó Burritos King.

Con el paso de los años el pequeño establecimiento se fue consolidando y le daba empleo a 8 personas que elaboraban y despachaban "burritos". 

Lo que inició como la venta en una van se convirtió en un negocio de la industria de la transformación al que le invirtieron en instalaciones, equipo y una pequeña máquina tortilladora.   

Llegada la época de vacaciones escolares, el negocio cerraba para reabrir cuando los estudiantes regresaban a clases. 

De esa manera pasaron dos décadas y todo parecía ir viento en popa hasta que llegó la pandemia del Covid19.

Al igual que muchos establecimientos, cuando se decretó el semáforo rojo, Burritos King tuvo que cerrar y así permaneció durante meses. 

Levantado el semáforo rojo reabrió y a pesar de que las escuelas estaban cerradas se noto que los empleados y la dueña seguían con entusiasmo fabricando sus "burritos". 

Desde las 6 de la mañana, Burritos King continuó ofreciendo su producto y aún y cuando tuvieron que subir un poco el precio de "los burritos" no hubo queja de los clientes.

Pero el pequeño negocio ya no pudo soportar la segunda oleada de la Covid19 y de nuevo el semáforo rojo.

Las escuelas no regresarán pronto a clases, los clientes y las ventas son insuficientes para seguir adelante.

La Covid19 cobro una nueva víctima y después de 20 años de mucho trabajo, el viernes 11 de diciembre Burritos King vendió por última vez sus exquisitos productos.

La historia de Burritos King es la de muchísimos empresarios de Tijuana que apoyados en su trabajo, han logrado construir miles de pequeños negocios que hoy están sufriendo los estragos de la pandemia mientra que los "políticos" se solazan con sus diatribas. 

El emprendedurismo de quienes llegados de lejanas tierras a esta pródiga frontera es lo que ha hecho crecer a Tijuana.
 
El arduo trabajo de cientos de miles de personas que sostienen el anhelo de una vida mejor y más justa es lo que le da vida a Tijuana.

La calamidad de la pandemia nos va diezmando y amenaza con causarnos heridas aún más profundas.  

Es la hora de que la solidaridad humana ayude a salir adelante a quienes con mucha dificultad tratan de salvar sus negocios.

Es el momento de que los gobiernos federal, estatal y municipales cierren filas y se unan en contra del flagelo que sufrimos.

Es indispensable que se refuerce el apoyo con subsidios, créditos a la palabra o a fondo perdido a los micro y medianos empresarios de la ciudad. 

Pues en ellos está la mayor riqueza que poseemos. 

Las cadenas productivas alimentadas por miles de pequeñas empresas sostienen una extraordinaria fuente de ingresos para miles de familias y a los propios gobiernos.

Cada pequeña empresa que cierra es una herida que se va ensanchando hasta causarnos una hemorragia que será imposible detener.

Ojalá que más allá de los cálculos electorales, los gobiernos Federal, Estatal y Municipales continúen apoyando económicamente a los más desvalidos pero también a subsidiar a las pequeñas empresas que les dan de comer a miles de empleados y a sus familias.

Nunca es tarde para tomar decisiones acertadas. Pero mientras más tardemos en tomarlas, el daño llegará a ser irremediable. 

Burritos King, es un triste ejemplo. 

NOMAS POR JODER:

Como parte de su plan para refrendar la gubernatura del Estado, era previsible que Morena resolvería por una candidatura de Unidad.

En el juego de la estrategia política, los morenos avanzaron varios pasos por delante de sus adversarios al cortarles el 50% del financiamiento público estatal y postular a una mujer.

Ahora, el dilema para el Pan y sus aliados es decidir si la encuesta para postular a su candidato a gobernador la ganará "el más rico y conocido" de los cinco aspirantes o quien le pueda competir a la joven y bella morenista Marina del Pilar Avila Olmeda.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor