DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva

TIJUANA BC 14 DE JUNIO DE 2020.- Ese día estaba entusiasmado por la entrevista.

En un programa de comentarios políticos, al que generosamente me invitaron a participar tres amigos a los que tengo gran estima, entrevistamos al Teniente Coronel Julián Leyzaola.

No tenía el gusto de conocerle en persona y ésa, fue una oportunidad para intercambiar puntos de vista con él.

El militar llegó puntual a la cita y lo acompañó una pequeña comitiva de la que destacaban varios escoltas armados.

Motivo de un atentado contra su vida, el Teniente quedó postrado en una silla de ruedas, eso dio a su llegada una atmósfera de estar recibiendo a un verdadero héroe de guerra.

Nos contó emocionado que su rehabilitación para poder caminar de nuevo iba muy bien y que pronto podría dar una sorpresa al respecto. 

La charla con el militar se dio en forma muy amena y nos explicó su concepto acerca de cómo debería ser el gobierno y lo que se propondría de llegar a ser presidente municipal.  

Era su primer incursión en una campaña electoral como candidato y la platica con él me dejó interrogantes pero también un buen sabor de boca.

En esa entrevista me convencí de que Leyzaola tenía el tipo del  "candidato independiente" esto es, el ciudadano que se puede postular sin el aval monopolista de algún partido político.  

Lamentablemente, la infraestructura y recursos que se requieren para ser un candidato "sin partido" superan al ciudadano común y esto, obligó al Teniente a postularse por el que fuera la primera versión local del Pes.

En mi opinión, la experiencia para el Teniente debió ser muy desagradable ya que pudo constatar la terrible realidad de la forma como se la gastan en los partidos políticos.

Aunque perdió por escaso margen, la figura del Teniente llevó al cabildo número 23 de Tijuana a tres regidores que rápidamente se olvidaron de él.   

Una de las inquietudes con la que me quede de esa plática fue escuchar de la propia voz del Teniente su concepto sobre los derechos humanos.

En esa charla el militar nos dijo; "los derechos humanos son para los humanos derechos".

Al escuchar tal afirmación, ¡nomas pele los ojos!

Difícil asimilar tal concepto y mucho más difícil asumir que sea válido en nuestro régimen jurídico. 

Desde entonces, la idea me dio vuelta en la cabeza y la única explicación que encontré a dicha manera de pensar está en la orden que se le dio al ejército para que emprendiera una guerra. 

Esa guerra, es la que fue declarada contra el narco por el entonces jefe supremo de las fuerzas armadas, Felipe Calderón, y que hasta hoy los militares aún desarrollan.

Enfrentar a presuntos delincuentes como si fueran enemigos de guerra produjo conductas ilegítimas para sustentar la legalidad en los procesos penales seguidos en contra de ellos.

La investigadora Beatriz Magaloni, de la Universidad de Stanford, afirma que, en México "una de las consecuencias de dicha guerra ha sido el incremento de la práctica de la tortura en los procesos penales".

La presunción de haber cometido esa conducta típica es la que ahora tiene al Teniente Leyzaola y el Capitán Huerta enfrentando un litigio penal que los convirtió de héroes a villanos.

Se ha insistido que la incapacidad de los "gobierno civiles" para combatir al crimen organizado, fue lo que condujo a una "solución militar" del problema.

El asunto estriba en que dicha "solución" fue aparejada con el sometimiento político de los militares a los civiles, produciendo una distrofia institucional que muchos especialistas han criticado.

Con la decisión de emprender una guerra contra el narco, se toleró que se cruzará la delgada línea entre la misión de combatir al enemigo y el respeto a los Derechos Humanos. 

Para ilustrarlo, comentare que uno de los que ocuparon el cargo de secretario de gobierno en el XIX Ayuntamiento me dijo que en esos años el problema de seguridad era tan grave, que el presidente municipal aprobaba "todo lo que se requiriera para combatir al crimen organizado, no había tiempo para formalidades" me explicó muy convencido. 

Ahora, en tiempo de zopilotes, la "oposición" ha visto de nuevo la oportunidad de usar la situación legal de Leyzaola como una bandera político-electoral. 
 
Para que no pensemos que la "oposición" es oportunista, el panista Enrique Méndez y el perredista Abraham Correa dijeron que "la unión entre los partidos PAN, PRD, PES-2, PBC y MC, responde a la defensa del Teniente Coronel Julián Leyzaola y no a una alianza política de cara a las elecciones del 2021".

Pretendiendo convertirlo en mártir, los dirigentes partidistas afirmaron que "el exsecretario de seguridad pública sufre de una persecución política por parte del actual gobierno".

Resulta evidente la mezquindad con la que el líder panista ahora hace gala de las bondades de una persona a la que recientemente denostaron y buscaron, a través del infame "patas", ponerlo en la cárcel sin éxito.

A estos zopilotes, se les olvidó que al Teniente Julián Leyzaola lo acompaña para enfrentar el mismo juicio penal el Capitán Gustavo Huerta, militar que también fue parte importante en la tarea de brindar seguridad a los tijuanenses.

A los futuros aliancistas no les interesa defender al Capitán Huerta pues a él no le ven la rentabilidad electoral que buscan. 

Corresponderá a un Juez y no a los partidos políticos resolver si los militares Leyzaola y Huerta son responsables del delito que se les imputa. 

Es muy cierto que los presuntos responsables merecen un juicio justo, tan justo como el que también merecen las presuntas víctimas.
 
Por lo pronto, en la historia quedará escrito que el Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez y el Capitán de Infantería Gustavo Huerta Martínez, se sometieron al dictado de "los civiles" pensando que lo hacían para servir a la Patria. 

Nunca imaginaron cómo terminarían.  

NOMAS POR JODER:

La iniciativa para empatar elecciones en 2024 evidenció la soterrada confrontación que hay en Morena.

El rechazo a la pretendida reforma lo festejó ingenuamente la "oposición" como si fuera su triunfo.

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.