*.- Espero llamar la atención de las autoridades

ENSENADA BC 26 DE JUNIO DE 2020 (AFN).- Armando Espinoza midió el riesgo y valoró la trascendencia de la decisión, tras la evaluación, concluyó con que cerrar su gimnasio Athlos era lo mejor, ello, producto de la orden girada por las autoridades frente al brote por Covid-19.

“Espero que el cierre de mi gimnasio llame la atención, porque es una realidad que hay negocios que hemos tenido que tomar esa decisión”, afirmó.

Frente al panorama incierto, “no quise que el proyecto fuera en picada y decidí matar el negocio para reinventarme para lo que viene”.

“Planeas y te cambian las cosas muy pronto. Quise retirarme del juego para empezar de cero, pero con más conocimiento. Los próximos seis meses serían patadas de ahogado. Mucho esfuerzo con poca probabilidad de éxito”, refirió en torno a la empresa que sostuvo por cuatro años.

El entrenador y empresario precisó que él mismo decidió el cierre aún antes de la orden de las autoridades, “sabiendo que lo más probable es que no abriría más”, pese a la solidaridad de los arrendadores en sus tres direcciones.

“Los gastos de operación (sin poder abrir actividades) son bastante elevados”, agregó en sustento a la medida tomada al calcular los porcentajes de ganancia y ante un eventual regreso a partir de septiembre cuando “los meses más bajos para este negocio son entre octubre y diciembre”.

A sus trabajadores, dijo, les cumplió con lo estipulado, pero en lo subsecuente “los números ya no daban y las estimaciones negativas pasaban por mucho a las positivas, endeudados y sin certezas”.

En cuanto a la posibilidad de haber operado durante estos meses con algún protocolo, consideró que habría existido el riesgo de contagio por la complejidad del virus, lo que al final habría perjudicado todavía más al ramo de los gimnasios, “creando un caos”.

“Creo que en el momento estuvo bien tomada la decisión, pero considero que ya tendría que haber información suficiente para que se tomaran otras medidas en ayuda de este giro (comercial)”, completó.

Y lamentó que exista disparidad de criterios a la hora de medir los riesgos de otro tipo de negocios que permanecen abiertos. “Esa incongruencia me deja un dolor de cabeza”.

En ese sentido, recomendó que los usuarios de gimnasios entiendan que cuando las actividades se reanuden los empresarios tendrán que aumentar precios para recuperarse en términos de inscripciones e ingresos.

También solicitó valorar a quienes laboran en el área de las ciencias de la salud, como los instructores y entrenadores profesionales, para que perciban salarios acordes a la importancia de su labor para prevenir y combatir posibles enfermedades.

Por lo pronto, Armando Espinoza ha rentado el equipamiento de su propiedad, ya que, dijo, la gente desea ejercitarse.