TIJUANA BC 29 DE MAYO DEL 2018 (AFN).- Con lleno total, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández ofreció dos funciones en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana el pasado 28 de mayo.
Fundado en 1952 con tan solo ocho danzantes el Ballet cuenta en la actualidad con 600 integrantes y con un repertorio de más de 60 coreografías.
La fiesta de celebración en del centenario de la fundadora del ballet y pionera de la danza folklórica profesional se caracterizó por los coloridos vestuarios de los diferentes cuadros que incluyó hasta danzón.
Después de la representación del primer número que mostró las danzas del pueblo mexica, Juana Gallo y sus Adelitas llenaron de polka el escenario recordando los bailes tradicionales del norte de México.
La demostración del floreo del lazo fue sumamente aplaudida por la limpieza de las suertes ejecutadas por el charro, quien después de su presentación como solista se integró al cuadro del estado de Guerrero.
La alegría jarocha emocionó al público con la participación de un conjunto musical jarocho que presentó dos solos de arpa y que acompañó al zapateado veracruzano que no paró de sorprender al involucrar a la audiencia en la Fiesta de Tlacotalpan que incluía botargas gigantes que bajaron del escenario a bailar con el público.
El cuadro de La vida es un juego remontó a la época de las rondas infantiles, donde canciones como Doña Blanca y La víbora de la mar dictaban la diversión entre la población infantil; muñecas, alebrijes y otras figuras típicas de los juegos tradicionales del país cobraron vida creando un ambiente de alegría y diversión.
La dramatización de la Danza del Venado llevó al espectador a presenciar la cacería de los pueblos de Sonora y Sinaloa donde un acorralado venado muere estoicamente ante la compasión del espectador.
Previo al desenlace, el público recobró la alegría al ritmo del mariachi que acompañó Fiesta en Jalisco, cuadro de charros y chinas poblanas que fue aplaudido generosamente por el público.
Finalmente el mariachi tocó el Danzón Nereidas para acompañar a los bailarines quienes bajaron del escenario para invitar a los asistentes a sumarse a la fiesta de la danza.