*.- Aseguró la asesina de Jazmín Estéfani Gopar
*.- Por eso robó también a la menor y dijo que era su hija

  TIJUANA BC 27 DE FEBRERO DE 2017 (AFN).- José María González Martínez, subprocurador de Investigaciones Especiales de la procuraduría estatal, señaló esta mañana que el motivo del asesinato de Jazmín Estéfani Gopar, y a la vez el robo de la niña Estefani Valeria Alba Gopar, fue –según la homicida- porque la primera "no cuidaba bien" a la niña, en tanto que ella consideraba que sí podría brindarle esos cuidados a la pequeña que robó.

  En rueda de prensa, el subprocurador agregó que a Melissa "no le gustaba cómo cuidaba" su madre a la niña y por ello planeó todo, para quedarse con la menor y hacer una vida junto a su ex pareja sentimental, quien no sabía nada sobre estos acontecimientos, ya que le hizo saber que el hijo era de ambos.

   Informó además que ella y la hoy occisa, eran amigas desde hace muchos años, por lo que citó a Jazmín Estéfani Gopar a su casa, bajo el argumento de que le mostraría una ropa que le quería vender, luego la llevó al patio de su casa y la mató; después la trasladó al lugar donde se encontró el cuerpo y le prendió fuego.

  Posteriormente, narró, la presunta homicida buscó a su ex pareja para decirle que tenía una hija producto de la relación que tuvieron, por lo que quería que la conociera, por ello, destacó, la niña fue localizada totalmente sana y sin ningún problema, porque la trataban como si en realidad fuera hija de ambos.

  La situación aquí, destacó el subprocurador, es que ni este hombre, ni el otro a quien encontraron el pasado viernes con la niña (y que es hermano de la expareja) estaban enterados de la situación, ya que nunca se enteraron de la noticia de la desaparición de la pequeña, y por lo tanto no están involucrados ni tienen que ver con el homicidio de la madre y robo de la bebé, ya que pensaban que eran respectivamente el padre y el tío de la menor. 

  Por este hecho, Melissa está acusada de los delitos de homicidio calificado y robo de un infante, por lo que podría alcanzar una pena de entre 25 y 50 años en prisión.