TIJUANA BC 17 DE NOVIEMBRE DE 2012 (AFN).- Pocos, dentro del mundo cultural de Tijuana, dan crédito a esta noticia:
Maximino Melchor Vázquez, de apenas 23 años de edad, joven talentoso, formal, correcto; estupendo cantante de ópera, por el que todos respondían que metían “las manos al fuego” por su intachable conducta, aparentemente cruzaba droga a Estados Unidos, sin que nadie lo supiera… hasta que fue descubierto.
Esto se supo primero, al correr como “secreto a voces”, entre el mencionado círculo cultural. Lo decían en voz baja, entre ellos y buscando que esto no trascendiera a los medios por considerar que se trataba de una infamia o un grave error que pronto quedaría aclarado. Luego se confirmó de manera formal, cuando el periódico The San Diego Union, bajo la pluma de la reportera Sandra Dibble reveló el caso, a mediados del mes de octubre, cuando informó que su caso se presentó ante la Corte, donde él dijo ser inocente, por lo que se programó una nueva audiencia.
En la más reciente (15 de noviembre) y según la cobertura que Dibble ha dado al caso, Max –como se le conoce cariñosamente- se declaró culpable de los cargos de tráfico de drogas, ante la Corte Superior de San Diego.
Max fue capturado cerca de Camp Pendlenton, al conducir un vehículo con 44 libras de metanfetamina cristalina, por lo que el Juez Dwayne Moring le impuso una condena de nueve años de los cuales podría “servir” cuatro años y medio. Luego el juzgador le dijo: Buena Suerte, Señor, según la nota de la periodista estadounidense.
Si Melchor Vázquez hubiese persistido en su negativa ante el juez, insistiendo en una inocencia, su caso se hubiese ido a juicio, por lo que podría haber enfrentado hasta 14 años de prisión.
Según datos de Dibble en San Diego Union y otros de AFN recabados durante fines de septiembre y el mes de octubre, este caso dejó perplejo a más de uno y conmocionó al mundo cultural. Todo aquel cuestionado al respecto, no dudó en garantizar la inocencia de este joven y aventurar especulaciones sobre cómo se le podría haber involucrado.
Las especulaciones iban desde el hecho de que podría ser una víctima más de las llamadas “mulas ciegas” hasta que integrantes del crimen organizado lo tenían amenazado y que por eso se habría prestado a esto. No olvidaban las versiones de que seguramente iba con alguien más en otro vehículo, sin saber que en el mismo se transportaba droga.
Lo primero se descartó porque la droga no iba debajo de la carrocería sino dentro del vehículo, en un compartimiento oculto. Lo segundo, porque los narcotraficantes reclutan a individuos que aceptan participar de manera voluntaria y lo tercero porque el joven cantante de ópera -y otro tipo de canciones- era quien conducía la unidad.
Se dijo que Melchor, viajó a Canadá para atender un compromiso y que por esto, dejó su vehículo unos días antes, dentro de un taller mecánico en Tijuana, para poder partir con tranquilidad y que seguramente en ese momento lo habrían “cargado” con la droga, por lo que al cruzar lo descubrieron. O que le habrían prestado un carro, porque los artistas luego no tienen recursos para atender todos sus compromisos, sin saber que ahí llevaba droga.
Pero para su mala suerte, Max Melchor ya había ido a Canadá y regresado y cuando lo atraparon reingresó a Estados Unidos y lo encontraron en las inmediaciones de Oceanside, donde fue detenido. No iba con nadie más, no se ha dicho que fuese con vehículo prestado y antes no se le detectó con la droga.
Regresando a los datos consignados por Sandra Dibble, el joven fue detenido el pasado 19 de septiembre por policías que son parte de un grupo de trabajo multi-institucional, que se dedica a atrapar traficantes de drogas en los condados de Los Ángeles, Orange, Riverside y San Bernardino.
Él conducía hacia el norte por la Interestatal 5 rumbo a Camp Pendlenton, cerca de la salida de Las Pulgas Road. Llevaba en la unidad, aproximadamente 44 kilos de metanfetaminas, en un compartimiento oculto. Esta cantidad, establece la nota, podría tener un valor de 340 mil a 500 mil dólares, de acuerdo con la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos.
Al trascender la noticia de su detención, sus amigos y familiares no daban crédito a lo que se decía en torno a él. Primero les resultaba inverosímil que Max Melchor estuviese detenido y más en Estados Unidos por un caso relacionado con drogas. De la sorpresa y la incredulidad pasaron a la solidaridad.
Decidieron unirse para lograr su liberación, sin embargo la fianza de Un Millón de dólares que le fijó el juez, los desalentó de entrada. Pese a eso se fijaron una meta: buscar la manera de conseguir recursos y hacer una campaña para demostrar su inocencia frente al Juez. Una de sus hermanas abrió una cuenta bancaria para tal efecto.
Acordaron asistir “en masa” a la primera audiencia fijada para los primeros días de octubre pasado, sin embargo pronto se corrió la voz de que se cancelaba esa “salida” porque se había pospuesto su audiencia. Mientras tanto empezaron una campaña a través de las redes sociales para lograr apoyos y no fueron pocos los que respondieron de inmediato, enviando –aún sin saber detalles del caso- mensajes de fraternidad y apoyo al cantante local.
Se ponderaron sus méritos y se recordó que Max Melchor no solamente es un buen hijo, sino también que participaban en eventos de apoyo para causas sociales; que formaba parte del Coro del Arzobispado, que participaba en “casi todos los coros de Tijuana”; que era graduado en Ingeniería y que “nunca… pero nunca, se involucraría en hechos de esa naturaleza”.
Como artista era de los que estaban destacando más y con mucha frecuencia se le solicitaba para participar en eventos en ambos lados de la frontera. También formaba parte de la Ópera Ambulante, con la que viajó precisamente, en los días previos, a Ottawa Canadá.
Las autoridades no han proporcionado mayor información al respecto y ya no se ve “activismo” de parte de sus amigos, ni de familiares que estaban liderando este movimiento.
Y aunque primero no se sabía el por qué Melchor regresó a Estados Unidos tras retornar de Canadá, Dibble establece en su nota que el joven platicó a sus familiares que recibió una invitación para dar clases a cinco personas, cerca de Oceanside California, aunque “no estaba seguro de los detalles”.
Janice Deaton, abogado de San Diego que representa a Melchor, agrega SD Union, comentó que Melchor, inicialmente fue arrestado por exceso de velocidad “y cooperó cuando los policías le pidieron revisar su vehículo”.
“Este arresto crea muchas más preguntas que respuestas, debido a lo que sabemos acerca de Maximino y sus valores, su ética y el compromiso con su comunidad”, dijo Deaton, al diario sandieguino. El abogado comentó haber conocido al tijuanense en 2010, cuando éste ofreció su tiempo, de manera voluntaria, para cantar en un evento de Navidad, de la organización –sin fines de lucro- United Centers for Spiritual Living.
Adelantó que la comunidad de cantantes continuará reuniendo fondos a favor de Melchor Vázquez “porque Max no tiene los recursos para hacer frente a esta situación”.
En este link, la nota de The San Diego Union Tribune
http://www.utsandiego.com/news/2012/nov/16/tijuana-musician-pleads-guilty-to-drug-trafficking/