MÉXICO DF 12 DE NOVIEMBRE DE 2012 (lasillarota.com).- En los dos sexenios panistas se han registrado más de cinco mil casos de militares que dieron positivo al uso de alguna droga, aunque se desconoce qué tipo de narcóticos, así como el grado y adscripción del personal involucrado.
De acuerdo con datos entregados a La Silla Rota por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entre diciembre de 2001 y noviembre de 2006, es decir en el sexenio de Vicente Fox, hubo tres mil 154 casos de militares que dieron positivo para alguna droga.
De diciembre de 2006 a julio de 2012, en la administración del aún presidente Felipe Calderón, la cifra disminuyó a mil 943 elementos. Sin embargo, al solicitar a la Sedena la información sobre el tipo de droga al que dieron positivo los miliares, de qué arma o servicio eran y de qué grado, la dependencia no la dio a conocer.
En una petición de información a la Defensa Nacional sobre las drogas más usadas y detectadas entre el personal militar al aplicar pruebas de control de confianza y equipo de laboratorio, la dependencia contestó que:
“Esta Secretaría no realiza un registro de resultados de exámenes toxicológicos por tipo de droga más detectada (sic), no desglosada por armas y servicios, contando únicamente con la estadística del personal que resultó positivo”.
Reservan controles de confianza de generales
Además, de aspectos delicados en torno al desempeño de los principales mandos militares del país, tales como los resultados de los controles de confianza que se les aplicaron durante el sexenio del presidente Felipe Calderón –empezando por el general Guillermo Galván Galván– no se podrán conocer debido a que la Sedena negó dicha información bajo el argumento de que no se pueden difundir los resultados sin el consentimiento del personal examinado.
La decisión de la Sedena se da en respuesta a solicitudes de acceso a la información para conocer los resultados de los controles de confianza conformados por pruebas de polígrafo, toxicología, entorno social y psicológico, mismos que por ley (Diario Oficial de la Federación, 16 de diciembre de 2004) se aplicaron por lo menos una vez al año a sus mandos en las áreas más sensibles de la secretaría.
En una de las respuestas, la dependencia reconoce incluso que al ex zar antidrogas de México, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, nunca se le practicaron exámenes de control y confianza para desempeñar los cargos que se le encomendaron.
Rebollo fue acusado en 1997 de proteger al cartel de Juárez, se le juzgó y sentenció a 70 años de cárcel y permanece en una prisión de máxima seguridad en espera de que se le otorgue un amparo para cumplir la sentencia en su domicilio debido a que padece una enfermedad terminal.
Así, la Sedena rechazó dar a conocer los resultados de los exámenes de Control de Confianza de diez generales de División, comenzando con su titular, Guillermo Galván; el Inspector General del Ejército y Fuerza Aérea, el general Mario Marco Antonio González Barreda; el director general de Administración, Augusto Moisés García Ochoa; y el ex subsecretario de la Defensa Nacional, el general Tomás Ángeles Dauahare, sujeto a proceso penal por presuntos nexos con el crimen organizado.
Con Dauahare están bajo proceso penal los generales Ricardo Escorcia Vargas y Roberto Dawe González, acusados de presuntos vínculos con cárteles del narcotráfico. La Sedena rechazó también entregar datos sobre los exámenes de control de confianza practicados a estos dos militares.
Se le solicitó los resultados de los exámenes de control de confianza de los 12 generales que forman la Plana Mayor de la dependencia, incluyendo a su titular el general Galván Galván, así como de Tomás Ángeles Dauahare, Ricardo Escorcia, Roberto Dawe, Noé Sandoval Alcázar, Mario Marco Antonio González Barreda, Augusto Moisés García Ochoa, Daniel Velasco Ramírez, Gustavo García Vergara y Rubén Serrano Herrera.
Además, se le pidieron datos disponibles sobre los exámenes de control de confianza hechos en algún momento al general Jesús Gutiérrez Rebollo.
Sin embargo, en los 22 casos, la Defensa Nacional negó la información argumentando principalmente dos asuntos: que no era posible entregar información personal sin el consentimiento de la parte aludida y que no existía un ordenamiento jurídico que obligara a dar la información solicitada.
De manera textual, la Sedena señala que se niega la información solicitada, porque “las dependencias y entidades deberán solo transmitir datos personales cuando así lo prevea de manera expresa una disposición legal (sic), y medie consentimiento expreso de los titulares”.
La Secretaría agrega que tampoco puede informar en qué años y qué grados tenían los militares citados cuando les fueron hechos los exámenes de control de confianza, porque dicha información “podría ser empelada por miembros de la delincuencia organizada (sic)”. Por ello, declara que los datos solicitados tiene el carácter de “reservado”, sin establecer una temporalidad.
Acerca del general Jesús Gutiérrez Rebollo, preso en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, se solicitaron también los resultados de los exámenes de control de confianza que se le hubieran practicado en cualquier momento de su desempeño en el Ejército, la Sedena reveló que “no se cuenta con antecedentes de que se le hayan practicado exámenes de control y confianza” al militar.
La Sedena aclaró que no solo no se localizaron en sus archivos los datos solicitados sobre el general Gutiérrez Rebollo, sino que no hay datos que se permitan señalar que en alguna ocasión se le practicaron exámenes de control.
Sin rastro de drogas
En las preguntas sobre los exámenes toxicológicos practicados a los generales, se pidió conocer “a cuánto asciende el gasto de la Sedena en pruebas toxicológicas (máquinas, reactivos a las drogas cocaína, mariguana –tetrahidrocanabinol-, heroína y metanfetamina) a su personal entre diciembre de 2000 y diciembre de 2006, y enero de 2007 y mayo de 2012?”.
La Sedena no contestó a la pregunta, pero hizo llegar un enlace de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a su página de Cartera de Programas y Proyectos de Inversión, en la que se deben llenar varios cuadros con datos contenidos en los Programas y Proyectos de Inversión (PPI) de la Defensa Nacional, los cuales tienen las claves y cifras para encontrar solo una parte de la información solicitada.
De acuerdo con los datos obtenidos en esa página, la Sedena entregó a la SHCP el proyecto para Modernizar el Laboratorio de Pruebas del Ejército y Fuerza Aérea, que inició en enero de 2007 y tiene una fecha de término de diciembre de 2013, pero ambos están en “etapas de inversión”, es decir, de proyecto no concluido.
Ante la SHCP, la Sedena justificó el proyecto de inversión con la siguiente referencia:
Adquisición de Equipo con Tecnología de Punta para Optimizar el Tiempo de Análisis y Lograr Realizar (sic) una Mayor Cantidad de los mismos (sic) Obteniendo una Mayor Confiabilidad en los Resultados. El proyecto contemplaba una inversión de 6 millones 205 mil 807 pesos a ejercer en 2007.
Pero en el sitio de internet de Hacienda no contiene detalles de la forma en que se invirtieron los recursos para modernizar su laboratorio de pruebas y tampoco responde a la pregunta que se le hizo sobre a cuánto ascendió exactamente el gasto de la dependencia en controles antidroga entre su personal, incluyendo el alto mando, su Plana Mayor, los más de 450 generales con cargo dentro y fuera del país.
De acuerdo con la respuesta de la Sedena, el Proyecto de Modernización del Laboratorio de Pruebas fue estructurado para alcanzar la Meta Física de “realizar un total de aproximadamente 21,000 análisis divididos de la forma siguiente: Análisis Rutinarios, 16,000; Investigaciones o estudios; 3,500; Análisis Especiales, 1,500”.
El proyecto tiene la Clave de Cartera 06071120004, está asignado a la Dirección General de Industria Militar (clave 112), está contemplado en el Programa de Inversión y Adquisiciones y es responsabilidad del General Rafael Ballesteros Topete, director general de Industria Militar.
En el sitio de la SHCP se indica que a los seis millones 205 mil 807 pesos de inversión inicial, se sumaron un millón 565 mil 383 pesos por concepto de “gastos estimados totales de mantenimiento y operación del activo en el horizonte de evaluación”.
Dicho horizonte de evaluación estima en 10 años el tiempo de operación de las mejoras al Laboratorio de Pruebas de la Sedena. El monto total invertido en el proyecto es de siete millones, 771 mil 190 pesos.
En sus respuestas sobre pruebas de toxicología hechas al personal militar, la Sedena indica que del 1 de diciembre de 2006 al 31 de mayo de 2012 se han hecho 16 mil 630 evaluaciones de control de confianza al personal.
Sobre el uso de polígrafos para completar las pruebas de control, la dependencia indica que el equipo utilizado es el Lafayette Modelo LX 4000, de fabricación estadunidense, del cual existen ocho aparatos en uso en el Ejército.
Como respuesta adicional otorgada mediante un enlace al Folio 0000700194511, se indica que la Sedena cuenta con 12 elementos entrenados para realizar las pruebas de polígrafo, encabezados por un Mayor y 11 Tenientes.