MEXICALI BC 3 DE JUNIO DE 2022 (AFN).- Fue el GPS colocado en un vehículo Nissan March que prestaba el servicio de UBER, lo que llevó a las autoridades, por primera vez, al Rancho Carey, lugar en el que habrían asesinado y enterrado a José Luis Falcón Millán y Adrián Misael Díaz Mundaca, en agosto del 2019.
La noche del jueves 2 de junio del 2022 ese caso que había caído en el olvido para la autoridad -de ninguna manera para las familias- revivió con un video de apenas poco más de 40 segundos, en el que aparece un sujeto identificado como Ramsés Zatarain Hernández, dando información sobre el mismo y revelando una presunta protección de la autoridad encargada, precisamente, de llevar a cabo la investigación.
“¿Qué pasó con las dos personas que levantaron en el bar El Relajo?”, cuestiona una voz a Zatarain Hernández, que aparece “a cuadro” con dificultad para respirar y severamente golpeado; “los mataron en el rancho de El Chito”, responde.
El Chito, identificado como Ramón Aguilera, desde los primeros días posteriores a la desaparición de los jóvenes, figuró como el presunto responsable de los hechos, debido a que el GPS del vehículo UBER, condujo a los investigadores a una casa propiedad de su familia, en una zona conocida como Rancho Carey, en el poblado Islas Agrarias, al oriente de la ciudad, muy cerca de donde “coincidentemente” fue ejecutado Zatarain Hernández tras se “levantado” frente a su esposa.
El vehículo UBER en mención, era conducido por Falcón Millán, cuya madre, Conny Millán, ha insistido por casi tres años a través de redes sociales, que no olviden el caso de su hijo, a quien le dedica dolorosos mensajes casi todos los días.
Según declaraciones de funcionarios de la Fiscalía General del Estado, basados en los primeros resultados de las investigaciones del caso, Falcón Millán y Díaz Mundaca no estaban relacionados en actividades ilícitas, pero el día de su desaparición, habrían participado en una pelea en la que estuvo involucrado “El Chito”, integrante de una familia que por muchos años ha sido propietaria de placas de taxi en Mexicali, y también ha tenido relación con la política local; uno de sus tíos fue dirigente municipal del PRI, y en los últimos años brindaron públicamente su apoyo a MORENA.
Con la ubicación de la casa, que en ocasiones era utilizada como salón de eventos, al ser lo suficientemente amplia y equipada, agentes de la Fiscalía realizaron un cateo en el que no hubo detenidos, sin embargo, encontraron fotografías, armas, cartuchos y hasta un cachorro de tigre de bengala que al parecer fue deliberadamente olvidado poco antes de la llegada de los investigadores.
En ese lugar se encontró, además, una unidad pick up en la que hallaron restos de sangre; dicha unidad, según las investigaciones, fue utilizada para llevarse a los jóvenes después de la pelea en el bar El Relajo; también muy cerca de esa propiedad, fue encontrado el vehículo de UBER que era conducido por Falcón Millán, el cual había sido incendiado en un camino vecinal.
En tanto, cuestionados en su momento las autoridades investigadoras no confirmaron que hubiera una orden de aprehensión en contra de “El Chito”, quien por lo demás, ya contaba con al menos dos aprehensiones previas por la entonces Policía Estatal Preventiva; la segunda detención fue en febrero del 2019, seis meses antes de la desaparición de Falcón Millán y Díaz Mundaca.
Fue hasta marzo del 2020, siete meses después de los hechos de El Relajo, cuando agentes municipales detuvieron a “El Chito” y a otra persona, tras enfrentarse a balazos en un fraccionamiento de la ciudad, donde fueron reportados por vecinos por estar alterando el orden; es decir, su detención fue circunstancial.
“¿Dónde exactamente están enterrados los dos cuerpos?”, sigue el interrogatorio a Zatarain Hernández; “atrás donde hicieron el ´depa´ nuevo”, responde. “¿Quiénes más colaboraron con El Chito”, sigue preguntando una voz en la grabación; “el vato, el compa de él que está en el bote con él”, añade.
Horas después de la difusión de este video, la misma noche del jueves, familiares de ambos jóvenes acudieron a la zona referida, esperando encontrar a las autoridades realizando una inspección de la zona, en la que hace casi tres años afirmaron no haber encontrado nada.
Pero no estaba ningún representante de la autoridad; ninguno, por lo que los familiares decidieron quedarse en el lugar a pernoctar, con la esperanza de que alguien arribara en el transcurso de la noche o la madrugada. La espera fue en vano.
Fue hasta este viernes, ya con la luz del sol, cuando al sitio llegaron elementos de la Fiscalía estatal y acordonaron una gran extensión de terreno en los alrededores de la propiedad, la cual estaba sola, aunque con indicios de que ha sido ocupada recientemente.
“¿Quién más?”, vuelve a preguntar la voz a Zatarain Hernández; “y mi carnal supo, y me hizo el paro para que no me metieran al bote”, respondió. “¿Tu carnal dónde trabaja?”, sigue el interrogatorio; “en el Estado, es Ministerio Público”, añadió. “¿Cómo se llama tu carnal?”, sigue. “Rigoberto Zatarain”, responde finalmente el hoy occiso.
Horas antes de la filtración de este video, cuando ya se conocía en forma extraoficial el parentesco entre el sujeto levantado y asesinado salvajemente, y un agente del Ministerio Público, el fiscal central Rafael Orozco declaró en Mexicali que la autoridad no podía meterse en cuestiones personales, y rechazó confirmar dicho parentesco.
En tanto, este viernes, a los padres de los dos jóvenes desaparecidos se les autorizó permanecer en un punto cercano a los investigadores y el personal que lleva a cabo la revisión y excavación en la zona referida por Zatarain Hernández, pero con la condición de que no obstruyan la labor de la autoridad.
Pero, mientras ello ocurre, el bar El Relajo ha seguido con sus operaciones en forma normal, pese a que ha sido escenario de un sinnúmero de peleas y hasta homicidios; en el caso de “El Chito”, sigue preso por el delito de desaparición forzada, sin haber sido sentenciado por ello a más de dos años, y las familias de dos jóvenes desaparecidos aún no encuentran consuelo, pero tampoco pierden la esperanza, según dicen.