Ciudad de México 20 de marzo de 2015 (lasillarota.com).- La controversia por la salida de Carmen Aristegui de MVS tuvo este jueves su momento más álgido, cuando las dos partes fijaron a la opinión pública sus posturas.
 
¿Cuáles fueron las acusaciones, las demandas y las respuestas de cada una de las partes? Aquí el recuento.
  
En su conferencia vía streaming desde el Museo de Memoria y Tolerancia, Aristegui Flores reiteró que el conflicto era claramente por coartar la libertad de expresión.
 
“Esta batalla es por la libertad de expresión, por la libertad editorial. Se trata de resistir al vendaval autoritario que se ha desatado en México”, dijo.

En respuesta, poco después de las 21:00 horas, la empresa afirmó en voz de Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Interinstitucionales, refutó: “Es falso que MVS Radio trasgreda la libertad de expresión a través de sus lineamientos editoriales mismos que hicimos públicos. Reto a que cualquiera que los haya leído, para que indique dónde se pudiera ver afectada a la libertad de expresión”.
 
Aristegui también aseguró que “Todo empezó públicamente con un conjunto de desplegados pagados en la prensa nacional en contra nuestra por haber decidido participar en la nueva plataforma México Leaks”.
 
“Algo grave debe haberle pasado a la familia Vargas para que este grupo de empresarios, siempre caballeros, siempre amables, siempre atentos se hayan comportado con virulencia con agresividad”, aseveró la periodista aludiendo a una posible injerencia del Gobierno federal como venganza por la publicación de la casa blanca en las Lomas de Chapultepec, propiedad de la primera dama, Angélica RIvera.
 
MVS respondió: “el motivo de la terminación del contrato, obedece única y exclusivamente a que la periodista fijó como condición inamovible para resolver el problema que enfrentamos, la reinstalación de los dos reporteros separados de su cargo. Como empresa, no podemos aceptar condicionamientos o ultimátums, de nuestros colaboradores”.
 
La comunicadora acusó a la familia Vargas, dueños de MVS Comunicaciones, de faltar “a todas las formas” e incumplir “todas las condiciones de un contrato para resolver controversias (…) no había materia para un conflicto interno”.
 
Felipe Chao le reviró y declaró que “la periodista, no dio siquiera oportunidad de discutir los lineamientos editoriales que hoy reclama. Ella fijó un ultimátum desde los micrófonos de Noticias MVS el día viernes 13 de marzo y se lo reiteró al Presidente de MVS Radio, el domingo 15. El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos”.

Carmen Aristegui también cuestionó la intromisión de intereses extraños para sembrar un conflicto que no estaba ni está interesada en tener.
 
“¿Qué fue lo que los condujo a una situación por la que estamos atravesando? ¿quién les pidió qué? ¿quién los asesoró? ¿quién les redactó esos desplegados inauditos? ¿quién les dio esos nuevos lineamientos? ¿quién les hizo hacer todos lo contrario a lo que hemos construido juntos todos estos años?”, cuestionó.
 
El vocero de la empresa afirmó en respuesta que “MVS tiene independencia económica. Los ingresos que percibe MVS Radio por campañas del gobierno federal, son menores al 6% de los ingresos totales. Nuestra independencia económica del gobierno, nos permite también la independencia editorial”.
 
Aristegui inició su postura oficial asegurando que “todo empezó públicamente con un conjunto de desplegados pagados en la prensa nacional en contra nuestra por haber decidido participar en la nueva plataforma México Leaks”.
 
La empresa respondió que “dos de nuestros reporteros llevaron a cabo una alianza utilizando el nombre de MVS sin tener facultades para ello, ni haberlo consultado con la empresa” y agregó: “nosotros nos enteramos de esta situación a través del anuncio que la propia Carmen Aristegui hizo por conducto de los micrófonos de MVS Radio (…)Los desplegados fueron nuestra respuesta”.
 
Sobre que la finalización del contrato con ella y su equipo,  fue “fraguado con anticipación, premeditación y mucho poder” y que “el tema de la marca y México Leaks nos ha sonado a pretexto”, Felipe Chao afirmó:
 
“Carmen sabe muy bien que en el mes de Diciembre, pocos días después de la difusión del reportaje de la Casa Blanca, su contrato fue renovado. Hace quince días se le autorizó la compra del automóvil de lujo que le proporciona la empresa, con el doble de valor del establecido en el contrato. Se renovaron las cortinillas para la difusión de su noticiero en el Canal 52 MX y a la mayoría de la gente de su equipo se les incrementó el sueldo. Los hechos Carmen, te contradicen claramente”.
 
También afirmó que el verdadero autor del reportaje de la casa blanca, Rafael Cabrera, sigue y por lo que a nosotros respecta, seguirá trabajando en MVS Radio. Versión que fue desmentida por el propio periodista vía su cuenta de Twitter.
 
Carmen Aristegui también hizo un extrañamiento ante la negativa de la familia Vargas para dejar que el ombudsman de la empresa, Gabriel Sosa Plata, interviniera en el conflicto.
 
Felipe Chao respondió: “Carmen omite decir que nuestro contrato lo contempla para otros propósitos. Desafortunadamente, existe una cláusula de confidencialidad que nos impide divulgarlo. Sin embargo Carmen te proponemos transparentarlo para que la gente pueda sacar sus propias conclusiones”.
 
Finalmente, sobre la propuesta de la periodista para sostener una reunión personal con los dueños de la empresa el próximo lunes por la mañana, la respuesta de MVS fue:
 
“Nuestra relación ha terminado. Te deseamos buena suerte”.