Texto: Joel F. Gálvez Vivar
Fotos: Karol Joseph Gálvez López

Santiago Cacaloxtepec, Oaxaca, 6 de abril de 2015.- Los pobladores de la municipalidad de Santiago Cacaloxtepec, vienen impulsando el rescate de los tradicionales arcos de cucharillas que cientos de manos construyen al finalizar la semana Santa, que desde tiempos inmemorables realizan esta práctica artesanal. Desde hace algunos años lo han venido fortaleciendo al implementarse la modalidad de concurso.

Cacaloxtepec, cuyo nombre por múltiples variantes de la lengua madre es decir el mixteco, ellos lo escriben ‘Noo Ita noni’ que quiere decir ‘Pueblo de flor de maíz’, debido a que en la comarca existen planta conocidas como ‘cacalosúchitl’ de tallo con un crecimiento considerable de dos a tres metros de altura, da una flor pequeñas de variables colores. Nombre con que en mixteco aseguran proviene Cacaloxtepec por cacalosúchitl.  

En tanto los nativos refieren que la tradición de los arcos de cucharilla es una herencia artesanal legado de los abuelos con más de cien años de antigüedad, quienes en estas fechas, al finalizar la semana mayor de cuaresma, levantaban cerca de 29 arcos adornados de cucharillas que cortan en los montes de su jurisdicción, que colocan en la plaza de la población, sin embargo la migración y el factor económico han sopesado en estas actividades, originando que se redujera el número, ahora solo colocan una docena aproximados.

Aunque tradicionalmente en las fiestas patronales levantan un gigantesco arco de cucharilla que colocan a la entrada de la comunidad anunciando que se está de fiesta, que los visitantes y pueblos circunvecinos son siempre bienvenidos. El adorno de la cucharilla es simbolismo de hermandad, de solidaridad y convivencia de los pueblos de la mixteca oaxaqueña.  Algunas mayordomías siguen colocando sus arcos por sí solas, mientras que otras se han unido para elaborar uno entre varias y así impedir que la tradición se pierda.

Entre las mayordomías participantes se encuentran: del Patrón Santiago Apóstol; Niño Dios; Virgen del Carmen; San Isidro labrador; Sagrada Familia; Virgen de la Soledad; Corpus Cristi; Año Nuevo; Santo Ramo; Corazón de María; Perpetuo Socorro; La Purísima; Santiaguito Apóstol; San Antonio; Corazón de Jesús; Virgen del Rosario; Santa Cruz y de Las Ánimas.

La ardua labor inicia desde días antes con la salida a los cerros para recolectar la cucharilla y el otate con que se han de elaborar los arcos. Posteriormente en la población, se arma la estructura de polines, se limpia la cucharilla, se elabora el arco con diferentes formas de acuerdo a un diseño previo o espontáneo y finalmente se levanta.

Baltazar Acevedo Flores, poblador de la comunidad y elaborador de arcos, especificó que para  construir un arco implica alrededor de nueve horas. A él le enseñaron sus papás y abuelos, pero también fue aprendiendo de lo que veía; básicamente, sabe hacer dos figuras: canasta y flores, de estas últimas varía el tamaño dependiendo del número de cucharillas que se ocupen, siendo de diez hasta treinta pétalos.

Las figuras básicas complementan el trabajo general, mismo que varía según la creatividad del artesano diseñador. ‘Así, amarrando y entretejiendo, forman caprichosas figuras que van desde animales hasta símbolos religiosos’, refirió el nativo.

Como resultado de las acciones de fortalecimiento, en los últimos años se ha notado que los artesanos van excluyendo el uso de materiales como papel o plástico y, en cambio, van retomando el uso exclusivo de materiales naturales, como antes se hacía, dijo.

Esta tradición lleva implícita una preocupación: el potencial riesgo de extinción de la planta debido a factores como la sobre explotación y el pastoreo. Ante esto, en agosto del 2014, la Unidad Regional Huajuapan (URH) de Culturas Populares, a cargo de Guillermo Círigo Villagómez en coordinación con la autoridad municipal de Cacaloxtepec iniciaron acciones para su reproducción en un vivero de la comunidad.