TIJUANA BC 14 DE OCTUBRE DE 2013 (AFN).- Consumo de drogas, intentos de suicidio, agresión policíaca y pocas oportunidades son algunos de los problemas que aquejan entre 700 a mil deportados que habitan en la canalización, según los resultados presentados el día de hoy a partir de una intensa investigación del Colegio de la Frontera Norte (COLEF).

 

La investigadora encargada del proyecto, Laura Velasco Ortiz, fue quien durante meses encuestó a 401 deportados con la intención de crear indicadores para poder analizar la situación de estos individuos.

 

Informó que algunos de los resultados, indican que un 71 por ciento de los habitantes del bordo, en los dos kilómetros de la línea internacional al Hospital General, utilizan drogas sobre todo inyectables y el 20 por ciento de ellos iniciaron su consumo al interior de la canalización. Además de que dijo, consiguen el enervante fácilmente y a bajo costo.

 

Estas personas viven en los puentes, alcantarillas y “ñongos”, término utilizado en la investigación para describir carpas precarias que los indocumentados utilizan como hogar provisional, mientras otros habitan árboles y hoyos a lo largo de la canalización.

 

Expresó que, al contrario de los prejuicios en contra de dicho sector, 24 por ciento de los habitantes del bordo terminaron la preparatoria y la mitad de ellos hablan inglés y provienen, principalmente de estados del norte y centro del país, y no son tantos los procedentes del sur, aunque suelen ser calificados así.

 

La investigadora explicó que el 73 por ciento de estas personas no cuenta con papeles de identificación estadounidenses o mexicanos, aunque un 42 por ciento tiene más de un año en la ciudad.

 

Añadió que el 41 por ciento de los deportados trabaja limpiando carros, 20 por ciento ayuda en mercados y 44 por ciento tiene otras ocupaciones, sin olvidar a el 10 restante que admitió, pide dinero para sobrevivir.

 

Asimismo, el 94 por ciento de los encuestados manifestó ser arrestado por agentes de la Policía Municipal, 70 por ciento de ellos al menos una vez a la semana, además de que en la detenciones sufren agresiones por parte de los oficiales, quienes según lo presentado destruyen sus documentos de identificación, los han golpeado e incluso disparado en sus extremidades.

 

Por su parte, la investigadora Silvia Mejía Arango indicó que la taza de problemas emocionales o mentales que sufren los deportados se deriva en intentos de suicidio en el 12 por ciento de los habitantes quienes además no cuentan con ningún servicio de salud y por lo tanto no pueden ser atendidos.

 

Por otro lado, la investigadora de estudios de población, Marie-Laurie Coubès, dio a conocer que en 2012 fueron 100 mil los deportados por Estados Unidos, y 60 mil de ellos por la frontera con Tijuana, de los cuales un 69 por ciento planea regresar a su lugar de origen, mientras otro porcentaje desea quedarse en la ciudad y otro más, regresar lo más pronto posible al vecino país.

 

A la conferencia asistieron la senadora Ana Gabriela Guevara y la diputada Amalia García Medina, ambas comisionadas de asuntos migratorios a nivel federal, así como representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) DIF, así como funcionarios de Desarrollo Social estatal y municipal y representantes de diferentes asociaciones civiles de ayuda a migrantes.