TIJUANA BC 11 DE OCTUBRE DE 2013 (AFN).- La reforma fiscal 2014 significará la posibilidad de condena en prisión, embargos, suspensión de directivos y otras facultades que, de manera subjetiva, los auditores tendrán sobre los contribuyentes, según los cambios a los artículos del Código Fiscal.

  

El contador Adolfo Solís Farías, explicó frente a los miembros de la Asociación Mexicana de Contadores Públicos (AMCP) los “20 puntos que no deberían ser aprobados por la Reforma Fiscal 2014 y que ponen en riesgo a los contribuyentes”, en una plática enfocada a dar a conocer los detalles detrás de los cambios a las leyes hacendarias.

 

Dijo que en la reforma  establece que un funcionario fiscal podrá decidir y en todo caso, enviar a prisión hasta por 9 años a cualquier contribuyente que reciba un comprobante ilegítimo, aunque éste lo desconozca.

  

Asimismo, indicó que se crea el concepto de un delito para las personas morales que utilicen prestanombres y cometan una irregularidad, sin embargo, Solís Farías manifestó que podrían terminar en prisión hasta los gerentes y administradores de las empresas o bienes de dichos contribuyentes.

  

Sin embargo, todas las sentencias mencionadas anteriormente, son subjetivas ya que la ley estaría orientada a que el fisco tenga facultades independientes de otra autoridad, tales como remover o suspender a un directivo hasta por cinco años si se considera que no es apropiado para su puesto, así como acusar de nuevo a algún contribuyente que ya “resolvió” algún problema fiscal en juicio.

  

Aunado a lo anterior, informó que los auditores fiscales podrán determinar en base a cálculos propios, los impuestos a pagar por algún bien o servicio. Por ejemplo, dijo, si un contribuyente adquiere una casa a 1 millón de pesos y el fisco considera que debió costar 10 millones, cobrará impuestos según la cifra que ellos estimen.

  

Por estas razones, y muchas más,  señaló que la reforma fiscal representa pérdidas de más de 27 mil millones de pesos, miles de empleos, caída del desarrollo económico y por ende, una recesión nacional.