MÉXICO DF 11 DE OCTUBRE DE 2013 (lasillarota.com).- El PRI en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para prevenir y castigar hasta con seis años de cárcel a quienes cometan actos de violencia en eventos deportivos.

 

En conferencia de prensa, legisladores priístas aclararon que no se busca criminalizar a los grupos de animación, sino erradicar la violencia que desde hace dos años ha ido creciendo.

 

Indicaron que se sancionará por igual a  aficionados o deportistas que incurran en un nuevo tipo penal que sería “violencia en el deporte”.

 

El presidente de la Comisión del Deporte, Felipe Muñoz Kapamas, explicó que la iniciativa no se enfoca sólo al tema del fútbol, sino a todos los eventos deportivos que ocurren en México y contempla medidas preventivas y sancionatorias.

 

Dijo que, por ejemplo, el incidente del pasado fin de semana en Chihuahua, donde una camioneta arrolló y causó la muerte de nueve personas y dejó decenas de heridos, estaría bajo la jurisdicción de la norma y se sujetarían todos los involucrados a responsabilidades.

 

“Esta iniciativa está contemplando que en los incidentes hay responsabilidades conjuntas, marca quién es el responsable del evento, el organizador, el municipio, el estado, incluso puede ser el gobierno federal; ve la seguridad en el público, no solamente las barras y las porras”, destacó.

 

El secretario de la Comisión de Deporte, Gerardo Liceaga, afirmó que la propuesta no es persecutoria, ni busca criminalizar a los grupos de animación de los eventos deportivos, sino identificar a los “violentos” y sancionarlos con penas corporales y económicas.

 

“La ley tiene sus restricciones, nos ayudaría que los clubes credencializarán a sus barras, que no regalen boletos indiscriminadamente y si saben de los grupos de animación violentos, impedir su entrada”, dijo.

 

El diputado Alberto Rodríguez Calderón, de la Comisión de Justicia, aseveró que la ley establecerá un padrón nacional de aficionados violentos, que se empezará a “nutrir” desde que entre en vigor e irá ligado al Sistema Nacional de Seguridad Pública.

 

La iniciativa plantea la creación de un padrón de aficionados violentos, con el fin de evitar que personas con este tipo de antecedentes ingresen a estos lugares en cualquier parte del país, durante el tiempo que lo determine la autoridad.

 

Propone penas de prisión de tres a seis años, multas de 500 a mil días de salario mínimo, de la inhabilitación para asistir nuevamente a estadios deportivos.

 

Establece la obligación de las autoridades de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, de coordinarse con el fin de garantizar la seguridad tanto al interior como al exterior de eventos deportivos.

 

Además, los dueños de recintos y clubes deportivos también serán responsables de fijar las condiciones mínimas de seguridad tanto dentro como fuera de las instalaciones.

 

La comisión especial para la violencia, creada hace unos meses, estaría encargada del diseño de las políticas y estrategias de seguridad y prevención.