TIJUANA BC 30 DE OCTUBRE DE 2012 (AFN).- Pasarán días, y probablemente semanas, para que todo vuelva a la normalidad en la costa Este de Estados Unidos. Una estela de apagones, incendios, destrucción e inundaciones masivas es el saldo que el huracán "Sandy", ya degradado a tormenta tropical, ha dejado en los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Pensilvania y Delaware. Hasta hoy, 38 son las personas que han perdido la vida, 15 de ellas sólo en Nueva York.

Sandy llegó a la costa ayer lunes 29 de octubre por la noche, y menos de 24 horas después de su aparición, la tormenta comenzó a debilitarse. Pero la fuerza y violencia de los vientos y aguaceros transformaron de manera sin precedente el paisaje de la ciudad de Nueva York: aproximadamente seis millones de personas sin electricidad, las calles plagadas de escombros y los edificios dañados. Siete túneles del metro inundados, miles de vuelos cancelados. En el estado que gobierna Andrew Cuomo, al menos 15 personas fueron reportadas como muertas a causa de la tormenta, diez víctimas tan sólo en el área metropolitana.

Barack Obama, con el fantasma de una administración Bush que se esforzó poco y respondió tarde a la magnitud del huracán Katrina en 2005, ha planeado para mañana miércoles una visita a la devastada costa de Nueva Jersey, acompañado del gobernador Chris Christie.

Prometió hoy que haría todo lo posible por ayudar y aliviar a los afectados por "Sandy", asegurando que la burocracia no marcará el ritmo que su gobierno sigue para responder a la catástrofe.

La mayoría de los negocios y escuelas han cerrado sus puertas, y la vida en la costa Este de Estados Unidos está en una especie de limbo. Miles han perdido su hogar, y nadie sabe con seguridad cuándo se reanudarán los servicios públicos, especialmente el transporte. En los 108 años de vida del metro de Nueva York, el sistema nunca había experimentado una tormenta tan destructiva.

Se espera que la lluvia disminuya mientras la tormenta continua su trayectoria hacia el Oeste y pierde contacto con el océano, su fuente principal, aunque los daños provocados por los fuertes vientos se extenderían sobre un amplio territorio del país.

Con información de The New York Times.