CIUDAD DE MÉXICO 25 DE OCTUBRE DE 2025 (AGENCIA MÉXICO).- A cuatro décadas del estreno de Volver al Futuro (Back to the Future), Michael J. Fox sorprendió a los fanáticos al confesar que detestó conducir el icónico DeLorean DMC-12, el vehículo convertido en máquina del tiempo por el excéntrico Doc Brown. En una entrevista reciente, el actor calificó al automóvil como “un auto de porquería” y reveló que la experiencia de manejarlo fue “sumamente incómoda”.
“Era un coche de mierda. Cada vez que me metía, me golpeaba la cabeza. Era incómodo, estrecho, y no tenía nada de divertido”, declaró Fox en tono irónico, desmitificando el aura que rodea al vehículo. “La gente lo ve como algo genial, pero para mí fue una tortura mecánica. No entiendo cómo alguien puede disfrutarlo”. En una convención de fans en 2020, Fox añadió: “El DeLorean se veía increíble, pero conducirlo era otra historia. Era como estar atrapado en una lata con ruedas” (Fan Expo Canada, 2020).
El DeLorean DMC-12, diseñado por el célebre Giorgetto Giugiaro para la DeLorean Motor Company (DMC), fue producido entre 1981 y 1983 en Dunmurry, Irlanda del Norte. Con su carrocería de acero inoxidable sin pintar, puertas tipo ala de gaviota y un diseño futurista, el vehículo prometía revolucionar la industria automotriz. Sin embargo, su motor V6 de 2.85 litros y 130 caballos de fuerza fue criticado por su bajo rendimiento, y la compañía enfrentó problemas financieros que llevaron a su bancarrota en 1982. Solo se fabricaron unas 9,000 unidades, pero su aparición en Back to the Future (1985) lo convirtió en un ícono cultural.
Fox, quien interpretó al adolescente Marty McFly, recordó que el interior del auto era tan estrecho que apenas podía moverse. “Tenía que entrar por la puerta como si fuera una acrobacia. Y luego, estar ahí dentro durante horas era un suplicio. No sé cómo lo hicimos tantas veces”, comentó. Estas dificultades no fueron exclusivas de Fox; el equipo de producción también enfrentó retos con el vehículo. Según el productor Bob Gale, en un documental de 2015, “los DeLorean usados en el rodaje se averiaban constantemente, y las puertas de ala de gaviota eran un dolor de cabeza para las escenas” (Back in Time, 2015).
La primera película de la saga, dirigida por Robert Zemeckis, se estrenó el 3 de julio de 1985 y fue protagonizada por Michael J. Fox, Christopher Lloyd (Doc Brown), Lea Thompson, Crispin Glover y Thomas F. Wilson (Biff Tannen). La historia, que mezcla ciencia ficción, comedia y romance juvenil, sigue a Marty McFly mientras viaja accidentalmente a 1955, donde debe asegurarse de que sus padres se enamoren para garantizar su existencia. El DeLorean, equipado con un “condensador de flujo” ficticio, se convirtió en el corazón de la trama al permitir viajes en el tiempo al alcanzar las 88 millas por hora.
La película fue seguida por dos secuelas: Back to the Future Part II (1989), que llevó a Marty y Doc al futuro y al pasado alternativo, y Back to the Future Part III (1990), ambientada en el Viejo Oeste. En estas entregas, el DeLorean fue adaptado con mejoras como el “Mr. Fusion”, un dispositivo de energía, y la capacidad de volar, consolidando su estatus como ícono cinematográfico.
A pesar de las críticas de Fox, el DeLorean DMC-12 sigue siendo venerado por los fans. Su diseño ha inspirado réplicas, juguetes, videojuegos y hasta una comunidad global de propietarios que restauran los modelos originales. La frase “¿Me estás diciendo que construiste una máquina del tiempo con un DeLorean?”, pronunciada por Marty McFly, permanece en el imaginario colectivo. Incluso hoy, el vehículo aparece en eventos como la Comic-Con y en exhibiciones de museos, como el Petersen Automotive Museum en Los Ángeles, donde se conserva uno de los DeLorean usados en el rodaje.
La confesión de Fox no empaña el legado de la saga, que recaudó más de 970 millones de dólares en taquilla a nivel mundial y recibió múltiples premios, incluyendo un Oscar por Mejor Edición de Sonido en 1986. Sin embargo, sus palabras ofrecen una mirada honesta detrás de cámaras, recordándonos que, para su conductor original, el DeLorean fue más una incomodidad mecánica que un símbolo de aventura.