Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
En lugar de presentarse en sus respectivos planteles, este lunes a las 8:00 de la mañana, para iniciar clases, los maestros de educación básica de la entidad, de los niveles de preescolar, primaria y secundaria, están siendo citados por sus organizaciones sindicales, para acudir a las 9:00 de la mañana, a reclamar al gobierno del Estado, encabezado por Kiko Vega, que les pague 600 millones de pesos que les adeuda, por diversas prestaciones.
Se dice que la suspensión de labores, por este reclamo, afectará a más de 621 mil niños, que acuden a 3 mil escuelas en la entidad. El problema no es nuevo, pero a 10 meses de iniciada la presente administración, encabezada por el “carismático” Kiko Vega, ni este, ni sus colaboradores cercanos, principalmente la titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado, María del Rosario Rodríguez Rubio, tuvieron la capacidad, tacto y diligencia, para atenderlo y resolverlo.
En estos 10 meses, pudieron, y debieron, hacer cuentas, revisar las condiciones financieras y programar el pago de los adeudos pendientes de cubrir a los maestros, sobre todo a los de interinatos, que ya laboraron, y que siguen en espera de que se les retribuya el esfuerzo realizado.
De ninguna manera se trata de malos entendidos. En principio, es un asunto de pesos y centavos. Pero también de sentido común, de sensibilidad. De prioridades. La educación, y por ende los salarios de los docentes, no debe ser descuidada de manera alguna. Dejar pasar 10 meses, sin atender los reclamos constantes del magisterio, no solamente es un descuido grave, sino una enorme responsabilidad.
Es evidente, que los funcionarios estatales, en especial los del ámbito educativo, son sordos y de reacciones retardadas. Como también lo es el propio Gobernador, quien ahora, de manera socarrona, cínica y desvergonzada, simplemente reconoce, que los adeudos al magisterio ascienden a 600 millones de pesos, pero que el gobierno a su cargo no tiene dinero.
Y todavía, tiene el descaro de invitar a los inconformes y reclamantes, a dialogar, cuando que esta situación llegó a este grado, precisamente porque en 10 meses de su administración, no se dió tiempo para dialogar y para empezar a pagar los adeudos pendientes de cubrir.
Está claro, que esto no es por cuestiones políticas, sino de negligencia política y administrativa. A los maestros, poco les interesa si Kiko es panista o pudiese ser de cualquier filiación partidista. Lo que reclaman, es que les paguen lo que se les adeuda, en tiempo y forma.
Cabe precisar, que el “carismático” gobernador, no es el único responsable de esto. También lo son, además de sus colaboradores cercanos, los “flamantes” legisladores locales, que tienen la función y facultad de revisar y aprobar presupuestos, pero que nunca observaron que debió programarse el pago de sueldos a trabajadores de la educación, que dará lugar a la suspensión de labores este lunes.
Así mismo, hay otros responsables, directos o indirectos, que son los integrantes y dirigentes de organizaciones sociales, económicas y demás, que solamente se ocupan de los problemas que les afectan a ellos, pero no del resto de la problemática social.
Aquellos que están listos y dispuestos, para aplaudir a los gobernantes en turno. Que les causa gracia el carisma del personaje, pero que no son capaces de levantar la voz para exigirle que cumpla con sus responsabilidades. Que sea diligente.
Ahora, que el problema llega al tope, que ya rebasó la tolerancia de los afectados, simplemente hacen llamados al diálogo, advierten que no se tomen como rehenes a los estudiantes y destacan que el interés de los estudiantes, está por encima de cualesquier otro. Seguramente harían lo mismo que los maestros, si a ellos les dejaran de pagar sus sueldos. Simples poses políticas.
En tal sentido, ayer emitieron comunicados, el diputado René Mendívil, coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, y el diputado petista, Armando Reyes Ledesma, presidente de la coordinación política de la legislatura estatal. Ninguno de ellos convocó al resto de los legisladores a una reunión extraordinaria y de emergencia, para determinar la gravedad de esta situación y plantear las posibles soluciones, para tratar de evitar el paro de labores de los maestros.
Ninguno de ellos, se atrevió a exigir al Gobernador Kiko Vega, o al menos a la titular de la Secretaría de Educación Pública Estatal, que de inmediato den respuesta a los reclamos magisteriales. Sinplemente, hechas sus declaraciones, se retiraron a sus respectivas casas, a dormir plácidamente.
También hubo quienes, trataron de “llevar agua a su molino” o pretendieron hacer efectivo aquello de que “a río revuelto, ganancia de pescadores”. José Lauro Aréstegui, Secretario General del Comité Directivo Estatal del PRI, deploró que la autoridad haya dejado llegar el problema, hasta la suspensión de labores.
Pero, negligentemente, olvidó convocar a los legisladores de su partido, para abordar este conflicto y exigir soluciones.
Los representantes de organismos empresariales, tampoco quisieron quedarse fuera de la jugada. También tratan de captar reflectores. Joaquín Ramírez Chacón, coordinador del Consejo Coordinador Empresarial, en Mexicali, apenas si se atrevió a hacer un llamado al gobierno estatal, así como al sector empresarial, “para que por medio del diálogo, lleguen a un acuerdo y no pongan en riesgo el inicio del ciclo escolar”. Como si la negligencia pudiese curarse mediante el diálogo.
Negligencia, es descuido, omisión, falta de esfuerzo o aplicación. Negligentes son aquellos individuos descuidados, omisos y faltos de esfuerzo en el cumplimiento de sus obligaciones o en la atención de la problemática social. También se les puede decir : torpes, perezosos, irresponsables, flojos. A ellos son a quienes no les deben pagar sus sueldos, no a los maestros.
