DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva
TIJUANA BC 24 DE AGOSTO DE 2025.- Una idea común es asumir que la democracia en los Estados Unidos de América es el ejemplo a seguir y que los fraudes electorales sólo existen en México, pero lo cierto es que en el rubro de las “trampas electoral" nuestros primos son más sofisticados.
Para nuestros vecinos norteños, las elecciones intermedias del 3 de noviembre de 2026 representan una trascendental contienda que podría marcar el futuro de la sociedad estadounidense en lo que resta del presente siglo.
En las elecciones intermedias de 2026 se disputarán 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado para integrar el Congreso número 120 de los Estados Unidos.
Además de la renovación de la Cámara de Representantes, en noviembre del próximo año se elegirán gobernadores en 36 estados y 3 territorios, 21 gobernados por demócratas y 18 por republicanos.
Ante la real posibilidad de un resultado adverso para el Partido Repúblicano en noviembre de 2026, desde la administración federal se impulsó una estrategia para dividir distritos electorales en Texas.
Apoyados en la estabilidad de votantes republicanos, el objetivo es que la división de distritos electorales en Texas les otorgue 5 escaños más para la futura conformación de la Cámara de Representantes.
El Partido Demócrata reaccionó bloqueando el quórum de la Asamblea Estatal de Texas mediante el éxodo de sus diputados locales.
Al mismo tiempo, en California el Gobernador Newsom comenzó una operación similar a la de los republicanos en Texas, para conseguir 5 representantes más de igual número de distritos electorales en condados dominados por los demócratas.
La redistribución de distritos antes de las elecciones de 2026 ha provocado una reacción en cadena y en varios Estados se perfila modificar el escenario en beneficio de los partidos contendientes.
Aunados a Texas y California, se pretende la redistritación en Ohio, Missouri, Maryland, Oregón y Florida. Lo mismo en Nueva York, Nueva Jersey, Illinois y Washington.
La gran batalla por el control del Poder Legislativo en los Estados Unidos de América, es para abrir la puerta a la consolidación del proyecto MAGA durante varias décadas o cerrarla para empezar a revertir esa tendencia.
De acuerdo con especialistas de la materia, la redistribución de distritos electorales en Estado Unidos para obtener ventajas partidistas no es nueva, pero suele hacerse después del censo cada diez años, ósea hasta 2030.
Según la agencia estadounidense de noticias Axios, los republicanos esperan conseguir más de media docena de escaños en manos de los demócratas en la Cámara de Representantes, suficientes para dominar esa cámara.
Para el Presidente Trump y su equipo es de la mayor prioridad que en las elecciones intermedias los republicanos consoliden su mayoría en la Cámara de Representantes.
Si los demócratas logran el control de dicha cámara, podrían paralizar la agenda legislativa de Donald Trump para los dos años que le restan de su gobierno y golpear sensiblemente el proyecto MAGA.
De lo anterior, podemos concluir que una parte sustancial de la “magia electoral” parte de quién domine las reglas.
Por eso, después de cada elección se promueve reformar las normas electorales buscando “mejorar las reglas del juego”.
En México, llegó la hora de que la reforma política vaya más allá de modificar la forma y toque en verdad el fondo, solo de esa manera podremos hablar de una real Transformación.
NOMAS POR JODER:
Cantón es todo un… casón
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.