Fernando Núñez de la Garza Evia
Plaza Cívica
@FernandoNGE
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MONTERREY BC 5 DE MAYO DE 2025.- El discurso oficial afirma que la elección judicial hará más democrático al país. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad. Además de ir en contra de la evidencia empírica y lo mejor de la teoría política, el proceso que se ha llevado a cabo hasta ahora hará que los juzgadores emanados de la elección estén ungidos de tres importantes vicios de origen.
El primero es el autoritarismo. Olvidamos bajo nuestro propio riesgo cómo es que Morena obtuvo las mayorías aplastantes en el Congreso de la Unión que hicieron posible su agenda autocrática. Claudia Sheinbaum efectivamente ganó por amplios márgenes, sin embargo, una parte considerable de la población mexicana dividió su voto: por Sheinbaum para la presidencia, pero por la oposición para el Congreso. No querían que la ahora presidenta y su partido tuvieran amplias mayorías , sino deseaban que hubiese contrapesos institucionales. La oposición -PAN, PRI, PRD y MC- obtuvieron alrededor del 47% de los votos legislativos, pero tienen alrededor del 27% de los asientos legislativos. Morena, yendo en contra de la ley, de los precedentes judiciales y del espíritu democrático, tiene una sobrerrepresentación del 20%, no visto desde 1952.
Pero el segundo vicio de la elección es su elitismo. Morena y sus aliados afirmarán que “el pueblo” elegirá a los juzgadores, pero omiten decir que los podrán elegir de una lista previamente autorizada por las élites morenistas. Arturo Zaldívar fue el encargado de elaborar las listas del Poder Ejecutivo, una persona que no tiene la más mínima honorabilidad. El Poder Legislativo hizo lo propio, con sus mayorías morenistas. Y el Poder Judicial, que estaba llevando a cabo un proceso serio de selección, no lo pudo concluir ante un fallo ilegal del Tribunal Electoral que le permitió al Senado -en manos de Morena- elegir a los candidatos. Peor aún, debido a que la ley obliga a que sean los propios candidatos los que financien sus campañas (algo imposible), serán las élites políticas, económicas y criminales las que lo harán, metiéndose en los bolsillos a los futuros juzgadores del país.
Finalmente, la elección judicial será ilegítima. No en el sentido legal del término, ya que el partido en el poder ha cambiado las leyes para que se ajusten a sus designios autocráticos. Sin embargo, lo será en el sentido moral de la palabra, ya que se prevé una votación sumamente baja de parte de la población mexicana. Y tiene sentido: porque los juzgadores no son representantes políticos, ¿cuál es el incentivo de salir a votar por ellos, si no tienen propuestas de campaña y representarán a nadie? El gobierno federal se preocupó ante la baja participación, por lo que el INE le dio autorización para hacer promoción política, yendo claramente en contra del principio de imparcialidad.
No hay voluntad popular para las reformas autocráticas de Morena. Los juzgadores representarán a las élites políticas, económicas y criminales del país. Y no habrá legitimidad moral que respalde a los juzgadores. Tiene sentido que el Indicador de Confianza Empresarial (ICE – INEGI) esté en su nivel más bajo en al menos 47 meses, y que José Ramón López Beltrán haya tenido a sus hijos en Estados Unidos, y que Beatriz Gutiérrez Müller busque ahora la ciudadanía española.
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