ALEJANDRO ZEPEDA 

ENSENADA BC 31 DE DICIEMBRE DE 2025 (AFN).- Les voy a confesar algo…. Me da mucha vergüenza pasar por la zona turística de Ensenada. Y no por el mar contaminado, ni por la bandera, ni por la postal… sino por las carpas. Sí, esas carpas viejas, mal acomodadas, parchadas, que están en la calle Alvarado, justo frente a donde se supone que empieza la “Cara bonita de la ciudad”.

Cada vez que paso por ahí pienso lo mismo ¿Esto es lo que queremos mostrarle al turista?

Y ojo, no es un tema de clasismo ni de estar en contra del comercio popular. El problema es otro, y es uno muy sencillo, hay desorden y competencia desleal.

A finales de junio, los comerciantes establecidos de la calle Primera se manifestaron pero no los escucharon. Y aunque a muchos no les guste aceptarlo, tienen razón. Porque mientras ellos pagan predial, IMSS, luz, agua, renta, permisos y sobreviven como pueden, otros operan bajo carpas sin pagar prácticamente nada.

No lo digo yo. No pagan predial. No pagan IMSS. No pagan luz. No pagan agua.

Ahora, súmele que pueden vender más barato, que nadie les revisa si la mercancía es de contrabando o no, y pues así cualquiera compite. Es como jugar futbol profesional contra alguien que entra con moto al campo.

Y aquí viene lo más absurdo, el reglamento municipal sí existe. Ahí dice claramente que las carpas deben estar a 100 metros en zona turística, que en la Plaza Cívica no se puede ejercer el comercio ambulante y que no se puede obstruir la vía pública. Pero ese reglamento parece estar guardado en una bodega, empolvado, junto con el sentido común.

Porque ni el ayuntamiento anterior ni el actual han querido entrarle al tema. Nadie ordena, nadie regula, nadie da una solución real. Y mientras tanto, los locatarios de la Primera ven cómo cada mes venden menos… y cómo la zona turística se ve peor.

Esto no se trata de quitarle el trabajo a nadie. Se trata de ordenar la ciudad, de aplicar la ley parejo y de entender que Ensenada vive o dice vivir del turismo.

Hoy el problema sigue ahí, bajo una lona vieja, recordándonos que en esta ciudad a veces la ley estorba más que las carpas.

Y sí, el Ayuntamiento tiene tarea. Muchísima.
Porque el desorden también ahuyenta turistas…