TIJUANA BC 17 DE SEPTIEMBRE DE 2018 (AFN).- Urgen acciones por parte de los padres en los hogares, como realizar la llamada "Operación Mochila”, además de poner en marcha programas de atención psicológicos para atender la problemática de la depresión juvenil, advirtió Jesús Alfredo Pérez, coordinador de vinculación social de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Como ejemplo, citó el caso de la reciente muerte por suicidio de un alumno de bachillerato del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm) en Nuevo León, lo que "debe llevar a la reflexión de la sociedad sobre lo que se ha dejado de hacer por nuestros niños, niñas y adolescentes”.

Expresó que el suicidio de uno de los alumnos de la Prepa Tec, Campus Valle Alto, debe preocupar al sector educativo y gubernamental sobre el comportamiento de nuestros adolescentes y el seguimiento puntual de los padres de familia.

Dijo que las instituciones educativas, además de contar con protocolos de auxilio, deben hacer un doble esfuerzo por vigilar la salud mental de sus estudiantes.

“La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza recurrente y una pérdida de interés en la vida”, indicó.

Explicó que en la actualidad muchos jóvenes envían alertas “invisibles” sobre cómo piensan, sienten y comportan influenciados por los problemas de su entorno.

Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los síntomas entre los adolescentes y los adultos pueden ser diferentes, señaló el funcionario; además de referir que problemas como el acoso escolar, presión social, expectativas académicas y cambios físicos en el adolescente pueden generar depresión más allá de sentimientos temporales.

La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos a largo plazo, el acompañamiento de sus padres de familia, maestros y amigos.

La introducción de un arma de fuego en el interior de un aula es otra situación que debe analizarse por separado dentro de los esquemas de seguridad que las instituciones tienen y que el rol de los padres de familia para anticipar o revisar contenidos de mochila debe ser desde el hogar y no necesariamente en el plantel educativo como se acostumbra hacer, concluyó.

“Los padres son los primeros responsables en supervisar que artículos tienen sus hijos en casa, que llevan a la escuela y quienes son amigos; deben hacer su propia 'Operación Mochila'”, expuso.