Tijuana BC 15 de noviembre de 2014 (AFN).- Un velero de bandera estadounidense, con una mujer a bordo, encalló esta madrugada en la zona de Playas de Tijuana, a unos metros de la malla que divide a México de Estados Unidos, alrededor de las cuatro horas, según confirmaron autoridades.
Elementos de la Marina mexicana comentaron que la tripulante identificada como Lorilee Leslie House, de 61 años de edad, se quedó dormida por lo que la embarcación se fue a la deriva y llegó a playas mexicanas, en tanto que las olas y corriente del mar la trasladaron hasta la zona del percance, “cuando bajó la marea ya no pudo regresar a mar abierto”, refirió un marino.
Ante la alerta que por esto se produjo, acudieron al sitio elementos de la policía local y efectivos de la Marina Armada de México, tanto por tierra como por mar, estos últimos para verificar que no existiera nada ilegal, ni derrames de hidrocarburos.
Agentes federales comentaron a AFN que debido a que a la embarcación se le introdujo agua, sería complicado regresarla a mar abierto por lo que sus superiores analizaban la posibilidad de remolcarla con unidades terrestres, pero finalmente recibieron la indicación en el sentido de que no era de su competencia.
Por otra parte se dijo que la tripulante del velero con matrícula NC3367DS, resultó ilesa, por lo que no requirió de atención médica, sino tan sólo de una revisión de rutina que le hicieron elementos de emergencia mexicanos.
Además se hizo saber que como no se reportaron daños en las costas, la autoridad marítima en México le recomendó finalmente a la extranjera, que con sus recursos retirase la embarcación del lugar, además el caso fue turnado a la Capitanía de Puerto, siendo la más próxima la que se ubica en Playas de Rosarito, pero hasta pasadas las 14:00 horas, aún no acudían al sitio.
Por lo anterior, la afectada realizaba gestiones a través del Consulado de su país en Tijuana, a fin de recibir apoyo para remolcar la embarcación, asimismo contactó a la empresa que la provee del seguro requerido para navegar, pero no habían definido si este servicio aplica en mares mexicanos.
Por lo que corresponde a la autoridad local, ésta destinó a un par de oficiales para que se mantuvieran en el lugar, resguardando el navío y las pertenecías de la norteamericana, las cuales después del incidente fueron colocados en la arena.