*.- Lo ubican como “líder” del Cártel de Sinaloa

  

SAN DIEGO CA., 10 de julio de 2014 (AFN).- El gobierno de Estados Unidos -a través de su Departamento de Justicia- informó este día que José Rodrigo Aréchiga Gamboa, también conocido como “El Chino Ántrax”, fue extraditado formalmente a su nación por los Países Bajos (Holanda). 

  

Identificado como “presunto líder” del Cártel de Sinaloa, Aréchiga fue embarcado en Ámsterdam y viajó custodiado a San Diego, California por elementos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos y de la Administración de Control de Drogas.

  

Llegó a las dos de la tarde al Aeropuerto Internacional de San Diego, bajo fuertes medidas de seguridad provistas por agentes federales y fue remitido ante la autoridad correspondiente en territorio estadounidense. Su audiencia está programada -para escuchar los cargos en su contra- para este viernes 11 de julio a las dos de la tarde, ante el juez Mitchel D. Dembin. 

  

Según lo que se informó, un Gran Jurado Federal en San Diego emitió una acusación formal el 20 de diciembre de 2013 por conspiración para distribuir sustancias controladas destinadas a la importación y por cargos para importar sustancias controladas. Ese mismo día, el secretario de la Corte emitió una orden sellada para su detención. 

  

La autoridad federal de Estados Unidos también recordó que Aréchiga Gamboa fue arrestado (a petición de ellos) el 30 de diciembre de 2013, en el aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam, Holanda, cuando viajaba con el nombre falso de "Norberto Sicairos García," desde la Ciudad de México.

  

El “Chino Ántrax” está acusado de haber trabajado para el Cártel de Sinaloa como guardaespaldas y es líder de un grupo del que tomó su apodo: "Los Ántrax." En esa calidad supuestamente ayudó al Cártel de Sinaloa, proporcionando seguridad para los envíos de narcóticos y la realización de las operaciones de aplicación. 

  

Los mismos documentos indican que este hombre se convirtió “en uno de los líderes de más alto nivel” de esa organización delictiva. Viajaba con el pasaporte de una persona ya fallecida; se había sometido a cirugía plástica e intentó alterar sus huellas digitales. 

  

Mediante técnicas forenses, los funcionarios estadounidenses confirmaron su identidad y un Tribunal holandés analizó la solicitud de extradición recibida, por lo que el 28 de mayo de 2014, ordenó que fuera extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por los delitos de tráfico de estupefacientes.