TIJUANA BC 19 DE MAYO DE 2020 (AFN).- La banda de nueve secuestradores detenida el mes pasado en un motel de La Mesa, en Tijuana, pudo haber asesinado a más de 20 personas a las que enganchaban, en su mayoría, con la venta de vehículos usados, informó el Fiscal Central del Estado, Hiram Sánchez Zamora.

Luego de que el Departamento de Justicia de California llevara ante la Corte a una pareja de norteamericanos involucrados con la banda de secuestradores que operaba en Tijuana, y que fueron detenidos por elementos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) el pasado 22 de abril, el funcionario precisó que dos semanas atrás la FGE había integrado una unidad mixta que ya seguía los pasos de esta “empresa criminal”.

Explicó que tres días antes de la detención de los nueve involucrados en el secuestro, la FGE fue alertada por el Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) sobre el secuestro de un ciudadano norteamericano por el que pedían 25 mil dólares de rescate, y que de acuerdo al localizador de su celular, mostraba que el último lugar en el que había estado era un motel de la delegación La Mesa.

Sánchez Zamora destacó que se tuvo que implementar el operativo debido a que se tenía conocimiento de que la banda asesinaba a los secuestrados una vez cobrado el dinero a los familiares, por lo que se logró la liberación de una víctima con vida, y la detención de los nueve involucrados en el interior del motel, donde se habían distribuido en cinco habitaciones.

Lo anterior, explicó, impidió que se concretara la entregara del rescate que iba a recibir una mujer en San Diego, y que fue detenida recientemente junto a otro de sus cómplices por el FBI en el vecino país, donde incluso ya fueron presentados ante una Corte en Los Ángeles.

El Fiscal destacó que dos semanas antes del operativo en el motel, el Fiscal General del Estado, Guillermo Ruíz Hernández instruyó que se integrara una unidad especial con elementos dedicados a la Unidad Contra Robo de Vehículo, la Unidad Antisecuestro y la Fiscalía de Delitos Contra la Vida, debido a que habían detectado que había una estructura criminal que operaba desde el 2016 y que fue evolucionando en la comisión de sus crímenes.

Explicó que esta banda de criminales, integrada por jóvenes con problemas de adicción a las drogas sintéticas pasaron de robar vehículos a hacerlo con violencia y de ahí, a secuestrar a personas que en su mayoría eran comerciantes, a las que después asesinaban y arrojaban sus cadáveres principalmente en la zona Este de Tijuana.

Agregó que se ha determinado que ésta banda de secuestradores, de la cual aún hay dos órdenes de aprehensión por ejecutar, no está relacionada con una estructura criminal de mayor envergadura, aunque uno de sus integrantes sí tiene relación con un grupo criminal dedicado al robo de vehículo, secuestro y homicidio, el cual fue detenido a finales de marzo cuando se giraron ordenes de cateo en diversos puntos de la ciudad, y que derivaron en la detención de otras nueve personas, mismas que se enfrentaron con el GESI y ocasionaron la muerte de uno de sus elementos. 

El Fiscal añadió que esta “empresa criminal” no pedía a los familiares de sus víctimas grandes cantidades de dinero por su rescate, pues oscilaban en los 20 y 25 mil dólares, y aclaró que no eran generadores de violencia como otros casos que cuando son detenidos disminuye de inmediato la incidencia delictiva.

Ayer, la oficina del FBI en San Diego informó que la semana pasada detuvo a una pareja en California, vinculada a una banda de secuestradores que operaba en Tijuana, la cual fue desarticulada por autoridades de Baja California en abril pasado, cuando retenían a una víctima en el interior de un motel a la espera de que sus familiares pagaran más de 20 mil doláres que se habían acordado a manera de rescate. 

De acuerdo a un boletín enviado por el Departamento de Justicia del Distrito Central de California, una ex residente de Colton y su novio, fueron arrestados por una denuncia penal federal en la que se les acusa de recaudar dinero de rescate como parte de una conspiración de secuestro de residentes de California. 

Las tres víctimas de las que las autoridades estadunidenses tienen conocimiento, fueron secuestradas en México y dos de ellas fueron asesinadas, según anunció el Departamento de Justicia.

Leslie Briana Matla de 20 años, ciudadana norteamericana y que es residente de México, fue arrestada el jueves pasado en San Diego por la denuncia en la que se le acusa de conspiración de lavado de dinero junto a su novio, Juan Carlos Montoya Sánchez de 25 años, originario de Tijuana, en cual fue arrestado también en San Diego el domingo pasado, por lo que este martes sería presentado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Los Ángeles, mientras que Matla hizo su aparición inicial en la Corte el viernes; ambos permanecen bajo custodia federal.

Según una declaración jurada presentada con la denuncia, el 28 de marzo, el 13 y el 22 de abril, tres hombres, residentes de San Diego, Norwalk y Pasadena, fueron secuestrados en Tijuana durante un viaje de negocios o de visita a familiares; el informe señala que las familias de las víctimas fueron contactadas vía telefónica desde una línea en Tijuana, solicitándoles entregar el dinero del rescate en un lugar específico, siendo en algunos casos el baño de un restaurante de comida rápida en Estados Unidos.

Paralelamente a estos hechos, autoridades de Baja California encontraron el cuerpo de un masculino residente de San Diego y plagiado en Tijuana el 29 de marzo; el hallazgo ocurrió un día después de que un hijo de la víctima pagó los 25 mil doláres que les exigían como rescate

El cuerpo de la víctima residente en Norwalk fue encontrado en Tijuana el 14 de abril, un día después de que la familia de la víctima intentó, pero sin éxito, pagar un rescate de 25 mil dólares a una mujer que la policía cree que era Matla, en un estacionamiento de Lowe's en Norwalk, de acuerdo con los documentos judiciales.

El 22 de abril, una mujer de Pasadena, California, llamó a la policía para informar que un miembro de su familia había sido secuestrado en Tijuana, con una demanda de rescate de 20 mil dólares, pues uno de los secuestradores la llamó desde un número de teléfono mexicano e informó a la familia que una mujer embarazada recogería el dinero del rescate en un estacionamiento de Food 4 Less en Lynwood. Ese mismo día, la policía rescató a la víctima, que estaba retenida como rehén en el mismo hotel de Tijuana que las dos primeras víctimas de secuestro, según registros de teléfonos celulares, por lo que en esa ocasión autoridades de Baja California detuvieron a nueve sospechosos del delito en el lugar.

Una revisión de los registros del cruce fronterizo entre México y Estados Unidos, videos de cámaras de seguridad de los diversos lugares de recolección y las redes sociales llevaron a la policía a identificar a Matla, ya que la mujer estuvo en San Ysidro, Norwalk y Lynwood para recoger el dinero del rescate en las fechas en cuestión, según consta la declaración jurada.

Los registros muestran que Sánchez recibió transferencias electrónicas de dos de las víctimas de secuestro, por lo que si son declarados culpables de este cargo, él y Matla enfrentarían penas máximas de cadena perpetua en prisión federal.

Este caso está siendo procesado por los fiscales federales adjuntos Jeffrey M. Chemerinsky y Joseph D. Axelrad, de la Sección de Delitos Violentos y Organizados.